Las instituciones de gobierno

Los tres grandes reinos peninsulares (Castilla, Navarra y la Corona de Aragón) tenían una estructura política similar: basada en la monarquía, las Cortes y los municipios. Pero había diferencias: tanto Castilla como Aragón eran un único Estado, mientras que Aragón era una asociación de varios Estados (Aragón, Cataluña y Valencia), bajo la autoridad del monarca, pero con sus propias leyes e instituciones.

La Monarquía

  • Corona de Castilla: la monarquía tenía más poder que en otros reinos.
  • Corona de Aragón: el monarca seguía una tradición pactista (pacto o acuerdo con los gobernados), por lo que el rey se comprometía a respetar las instituciones, leyes y costumbres de los 3 Estados asociados. El rey tenía un representante (lugarteniente o virrey) en cada Estado, y una administración que era itinerante.

Las Cortes

En las Cortes estaban representados los 3 estamentos: nobles, clérigos y Estado llano.

  • Corona de Castilla: las Cortes tenían funciones consultivas, sin capacidad para legislar.
  • Corona de Aragón: la monarquía debía contar con las Cortes para gobernar (pactismo).

Los municipios

  • Corona de Castilla: Los concejos fueron sustituidos por los cabildos, que acabaron dominados por la nobleza.
  • Corona de Aragón: El desarrollo comercial y artesano dio mayor poder a la burguesía.

La Corona de Castilla: Economía y Sociedad

El Predominio de la Ganadería

La mayoría de la población en Castilla se dedicaba a la agricultura, que proporcionaba el sustento de sus habitantes: cultivo de cereales (trigo, cebada…), vino y aceite. La ganadería ovina fue muy importante (la raza merina en especial, por su calidad), destinada a la exportación.

Las rutas de la lana

La lana se exportaba a las ciudades textiles de Flandes, y su venta proporcionaba importantes ingresos a los ganaderos. Solo una pequeña parte se quedaba en Castilla. El comercio de la lana se concentraba en Burgos y desde ahí se transportaba a los puertos del mar Cantábrico hacia Flandes (parte de la actual Bélgica). Se crearon importantes mercados y ferias.

El Poder de la nobleza

El avance de la Reconquista hizo que los reyes concedieran grandes extensiones de tierra a los nobles, a las órdenes militares y a la iglesia. Además, las ganancias de la exportación de lana también se concentraron en manos de los nobles. Por eso en Castilla no pudo desarrollarse una burguesía que se enriqueciese con la manufactura y el comercio y así tampoco pudo hacer contrapeso al poder de la nobleza.

La Mesta y el comercio castellano

La Mesta era una asociación encargada de regular la trashumancia de las ovejas que transitaban por unos caminos llamados cañadas. En verano los rebaños subían a los prados de la Cordillera Cantábrica o del Sistema Central, y en invierno regresaban a las tierras de Extremadura o Castilla. Al invadir los rebaños las tierras de cultivo surgieron conflictos entre los campesinos y los ganaderos. Los monarcas favorecieron a los grandes propietarios (nobles, Iglesia y monarquía), que consiguieron muchos privilegios.

La Corona de Aragón: Economía y Sociedad

Una Economía diversificada

La economía de la Corona de Aragón se basaba en la agricultura y la ganadería. Era importante la ganadería ovina, aunque menos que en Castilla, y la agricultura de regadío en las huertas valencianas. En muchas ciudades se desarrollaron actividades artesanales y manufactureras (textil, metalurgia, construcción naval…), gracias al comercio marítimo. El comercio exterior fue especialmente importante en el Mediterráneo, desde los puertos de Barcelona, Palma y Valencia.

Las rutas comerciales por el mediterráneo

Las rutas comerciales más importantes iban a las islas de Cerdeña y Sicilia, al mar Egeo y Norte de África. Los barcos llevaban tejidos, aceite, instrumentos o armas, y regresaban con especias, tejidos de seda, azúcar y trigo. Para defender los intereses de los comerciantes, en los puertos principales del Mediterráneo se crearon los Consulados de Mar, con un cónsul o representante para resolver las disputas.

Las Conquistas militares

El importante desarrollo comercial llevó a la protección mediante conquistas militares, dominando territorios en el Mediterráneo para defender las rutas comerciales. A finales del s. XIII Pedro el Grande ocupó Sicilia y a principios del s. XIV Jaime II conquistó Cerdeña. Los almogávares (mercenarios) controlaron los ducados de Atenas y Neopatria. Y en el s. XV Alfonso el Magnánimo conquistó Nápoles.

El Impulso de la burguesía

La burguesía apoyó la expansión por el Mediterráneo, ayudando a los monarcas con dinero y naves. Esta colaboración permitió a los burgueses hacerse con el control de las instituciones (Generalitat, etc.)