La Crisis de 1917 y el Fin de la Restauración en España
Crisis de 1917
En 1917, tienen lugar una serie de acontecimientos importantes, entre ellos el estallido de la Revolución Rusa.
En España van a confluir tres movimientos de oposición:
- La oposición de un sector importante del ejército.
- La oposición de un sector de la burguesía (burguesía catalanista).
- La oposición del Movimiento Obrero (trabajadores).
Movimiento de Oposición: El Ejército
El ejército estaba dividido en africanistas y peninsulares. Los militares se habían organizado en Juntas Militares de Defensa, que eran asociaciones de oficiales del ejército que presionaban al gobierno para obtener mejoras. Estas Juntas de Defensa eran tomadas por el gobierno como elementos de presión que ponían en peligro su autoridad. El gobierno quiso disolverlas, pero el ejército obligó al gobierno a dar marcha atrás y este tuvo que aceptar.
Movimiento de Oposición: La Burguesía Catalanista
Sería el descontento de la burguesía catalanista. En 1916-1917, el gobierno había cogido una costumbre poco democrática de actuar dictatorialmente (cerraban las Cortes cuando ellos lo decidían).
En uno de estos momentos de cierre de Cortes, una serie de diputados catalanes decide reunirse de todas maneras y convocan una asamblea extraparlamentaria en Barcelona. Ante esto, el gobierno envía las fuerzas de orden y clausura la asamblea.
Movimiento de Oposición: El Movimiento Obrero
El Movimiento Obrero, en 1917, convoca una huelga general revolucionaria en la que los dos sindicatos mayoritarios (UGT y CNT) se ponen de acuerdo a pesar de ser rivales. Esta huelga surgió a causa de que los niveles de vida de los trabajadores habían empeorado notablemente en los últimos años.
Con el estallido de la Primera Guerra Mundial, España se mostró neutral y esto hizo que aumentasen sus exportaciones (textil, etc.). Para ello, necesitaban más horas de trabajo por parte de los trabajadores, así el paro disminuye y aumentan los salarios. Sin embargo, esto también tiene un efecto negativo, ya que los precios de los productos en España aumentan y esto afecta negativamente al país, ya que el poder adquisitivo de los trabajadores disminuye. Los dos sindicatos se unen para reclamar una bajada de precios y que así los trabajadores pudiesen tener unas mejores condiciones de vida.
Si estos tres movimientos de oposición se hubiesen unido, habrían acabado con el sistema de la Restauración, pero dos de estos anteponen sus intereses de clase a los intereses políticos (ejército y burguesía). Estos dos grupos no quieren cambios económicos, etc.
Cuando se plantea la huelga de 1917 y viendo lo que estaba ocurriendo con la Revolución Rusa, estos apoyan al gobierno para aplastar la huelga de los trabajadores; el ejército reprimirá a los trabajadores brutalmente.
La crisis de 1917 no acaba con la Restauración, pero sí le afecta y le causa problemas. Hasta 1923, España vivirá un clima de violencia extrema, sobre todo en las ciudades más industrializadas. Este malestar será la excusa que empleará Primo de Rivera para proclamar la dictadura, en busca de establecer el orden en España.
El Desastre de Annual y la Dictadura de Primo de Rivera
El detonante para el final de la Restauración tendrá que ver con la guerra en el norte de África. En el verano de 1921, el general Silvestre, que dirigía el ejército en África, organiza una expedición hacia Annual con la que pretendía acorralar a las tribus de antiguos bereberes. Esta expedición se saldó con una tremenda derrota que tuvo como resultado la muerte del general Silvestre y más de 10.000 muertos.
Tras este desastre, conocido como el Desastre de Annual, se organiza una Comisión de Investigación en las Cortes para saber qué había ocurrido, pero antes de que estos resultados se publicasen, Primo de Rivera dio el golpe de Estado. A pesar de no saber ciertamente los resultados, la responsabilidad final recaía en manos de Alfonso XIII, ya que le había impuesto el plan de campaña al General Silvestre. Esto podía haber influido en el silencio del rey ante el golpe de Estado de Primo de Rivera, ya que a él no le convenía que se conociesen esos resultados.
La noche del 12 al 13 de septiembre de 1923, Primo de Rivera, capitán general de Cataluña, da el Golpe de Estado. En un primer momento, lanza un manifiesto en el que justifica el porqué de ese pronunciamiento. El ejército venía a acabar con el clima de violencia social, para arreglar los problemas que tenía España y solamente tomaría el poder de manera temporal, por lo que no hubo prácticamente oposición al pronunciamiento.
El propio rey, con su falta de acción, actuó, por lo que se le vio como cómplice del pronunciamiento, ya que así además no se descubriría su corrupción en el desastre de Annual.