La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930): Auge y Caída de un Régimen Autoritario en España
La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
Antecedentes y Golpe de Estado
Durante el reinado de Alfonso XIII (1902-1931), el régimen de la Restauración entró en crisis a partir de 1917. La inestabilidad política, la conflictividad social y el desastre de Annual en 1921 crearon un clima propicio para la intervención militar.
En este contexto, el capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, dio un golpe de Estado el 13 de septiembre de 1923, que fue reconocido por el rey Alfonso XIII. El nuevo régimen recibió el apoyo de la burguesía y del Partido Socialista, y afirmaba no pretender establecer un régimen definitivo.
El Directorio Militar (1923-1925)
Durante esta etapa, se proclamó el Estado de guerra, se disolvieron las Cortes, se suspendió la Constitución y se tomaron medidas represivas contra la oposición. Se creó el Somatén Nacional, se disolvió la Mancomunidad de Cataluña y se persiguió a los nacionalistas vascos y a los anarquistas.
Uno de los mayores éxitos del Directorio Militar fue la resolución del conflicto en Marruecos. Tras el desembarco de Alhucemas en 1925, el ejército español logró importantes victorias que pusieron fin a la guerra.
El Directorio Civil (1925-1930)
Tras los éxitos en Marruecos, Primo de Rivera intentó consolidar el régimen a imitación del fascismo italiano. Se convocó una Asamblea Nacional Consultiva y se puso en marcha la Organización Corporativa del Trabajo.
En esta etapa, se acometieron importantes obras públicas y se llevó a cabo una reforma fiscal. Sin embargo, la dictadura no logró solucionar la cuestión catalana ni frenar el crecimiento del movimiento obrero.
Oposición y Caída de la Dictadura
La oposición a la dictadura provino de diversos sectores, como los intelectuales, el ejército peninsular y los partidos políticos de izquierda. La destitución de Unamuno como rector de la Universidad de Salamanca y la crisis económica de 1929 contribuyeron a debilitar el régimen.
Cada vez más aislado políticamente, Primo de Rivera presentó su dimisión al rey el 28 de enero de 1930.
El Final del Reinado de Alfonso XIII y la Proclamación de la Segunda República
Tras la dimisión de Primo de Rivera, el rey Alfonso XIII intentó restablecer el sistema parlamentario, pero los gobiernos de Berenguer y Aznar no lograron estabilizar la situación.
El Pacto de San Sebastián, firmado por las fuerzas políticas republicanas, y la sublevación de Jaca en 1930 mostraron la creciente fuerza del movimiento republicano.
Las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 dieron la victoria a la coalición republicano-socialista, lo que desencadenó la abdicación del rey y la proclamación de la Segunda República Española.