LA DICTADURA FRANQUISTA, 1939 – 1975

1. – La España de la posguerra, 1939 -1959: aspectos políticos, sociales y económicos.

Al concluir la Guerra Civil Franco no quiso llevar a la práctica la idea del general Mola de una dictadura militar transitoria. La intención de Franco era crear un Estado “regenerador de España” que se caracterizara por lo siguiente:

1.Concentración total de poderes (ejecutivo, militar, legislativo e incluso judicial) en manos de Franco.

2.Rechazo de los principios democráticos y negación del sufragio universal, del pluralismo político y de la separación de poderes.

3.Restricción de las libertades de expresión, asociación y reunión.

4.Ausencia de Constitución. El régimen pretenderá que sea sustituida por normas que se denominaron Leyes Fundamentales.

5.Política anticomunista.

     El organigrama del nuevo régimen reconocía a Franco como Generalísimo de los tres ejércitos, Jefe del Estado, y en consecuencia del Gobierno. Las instituciones más importantes del régimen franquista eran un Consejo Nacional y unas Cortes definidas como “órgano superior de participación del pueblo español en las tareas del Estado” se recuperó la figura de los gobernadores civiles y en lo militar la de los capitanes generales. Otro gran poder del Estado fueron los Sindicatos Verticales que pretendían acabar con los conflictos sociolaborales.

     El éxito del régimen radicaba en el apoyo incondicional de una serie de “familias” o grupos de influencia entre los que destacaba la Iglesia. La Falange, el Ejército y otros grupos de presión de inspiración católica como el Opus Dei. Los principios de estas familias se convirtieron en las señas de identidad del nuevo régimen, entre las que destacaron el nacionalpatriotismo, el nacionalsindicalismo y el nacionalcatolicismo.

El nacionalpatriotismo defendía una concepción de España en la que la defensa de la integridad territorial de la patria habría de ser el objetivo prioritario del gobierno, se prohibió el uso público de cualquier lengua que no fuera el castellano.

El nacionalsindicalismo abogaba por un sistema totalitario basado en las teorías del fascismo italiano sobre la organización del Estado controlado por un  partido y un sindicato únicos que debía superar los conflictos entre las clases sociales fomentando los sentimientos de solidaridad nacional. La Falange defendió este planteamiento y ejerció su labor de adoctrinamiento y captación a través de organizaciones como la Sección Femenina, el Frente de Juventudes o la Organización Juvenil Española. Se creó además la Central Nacional Sindicalista o Sindicato Vertical, en el que fueron obligados a afiliarse patronos y obreros.

El nacionalcatolicismo defendía la religión y la moral  católica del nuevo régimen. La iglesia siempre apoyó a los sublevados y tras la Guerra Civil, Franco empezó a controlar a la jerarquía eclesiástica a través del derecho de presentación de obispos ante el Vaticano. El papel de la iglesia quedó legitimado con el reconocimiento de toda una serie de privilegios tras la firma en 1953 del Concordato entre la Santa Sede y el Gobierno español.

Tas la derrota del fascismo italiano y alemán en 1945, el  régimen franquista disimuló algunas de estas características fascistas, aunque permaneció inmutable la idea de poder dictatorial y autoritario de Franco. Llegados a este punto sin embargo hemos de resaltar que las diferencias entre los fascismos y el franquismo existieron y pueden concretarse en que:

1.  Tanto Hitler como Mussolini accedieron al poder utilizando el marco democrático, al que después destruyeron implantando sus totalitarismos, mientras que Franco alcanzó el poder por medio de un alzamiento contra el gobierno legítimo y con el triunfo en la Guerra Civil.

2. El Movimiento Nacional puede asimilarse al sistema nazi y fascista, pero en el Estado español el peso de la Iglesia le concedió al franquismo una característica propia.

El Caudillo suprimió todos los partidos y prohibió que la prensa llamara partido al conglomerado político que formaba el bloque sublevado, al que había que calificar como Movimiento Nacional. fue publicando una serie de Leyes Fundamentales en las que se definieron los principios antidemocráticos del régimen y el carácter autocrático del ejercicio de! poder. Entre  1942 y 1958 salen a la luz una serie de leyes que se convirtieron en toda una declaración de intenciones:

1.La Ley de las Cortes (1942),misión de dicha institución el debatir  con gran moderación los proyectos de ley  y aprobarlos dócilmente.

2.El Fuero de los Españoles (1945 intento democratizador, y que consistía en una declaración de derechos y deberes de los españoles que en realidad no pasó de ser una pura ficción sin garantías democráticas.

3.La Ley de Referéndum Nacional (1945), el Jefe de Estado podrá someter a referéndum los proyectos de leyes elaborados por las Cortes cuando el interés público lo demande; si bien el Jefe de Estado continúa teniendo plena libertad para seguir dictando leyes fundamentales sin necesidad de referéndum.

1.La Ley de Sucesión  a la Jefatura del Estado (1947), el Estado pasaba a configurarse oficialmente como una monarquía. Franco y se reservaba el derecho a elegir un sucesor.

2.La Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958) que reproducía y afirmaba los valores teóricos del régimen.