La Era de las Revoluciones y el Camino a la Gran Guerra: Restauración, Liberalismo, Nacionalismo y Conflictos Europeos (1815-1914)
BLOQUE 4: La dominación europea del mundo y la Primera Guerra Mundial
Paz Armada: Período previo a la Primera Guerra Mundial caracterizado por una intensa carrera armamentística entre las grandes potencias europeas, lo que aumentó las tensiones y la probabilidad de conflicto.
Realpolitik: Doctrina política que enfatiza el pragmatismo y el interés nacional por encima de consideraciones ideológicas o morales al tomar decisiones políticas o diplomáticas.
Weltpolitik: Política exterior agresiva impulsada por el canciller alemán Otto von Bismarck en la década de 1890, buscando asegurar el lugar de Alemania como potencia mundial.
Imperios Centrales: Coalición militar durante la Primera Guerra Mundial compuesta por Alemania, Austria-Hungría, el Imperio Otomano y Bulgaria.
Aliados: Coalición militar opuesta a los Imperios Centrales durante la Primera Guerra Mundial, integrada por países como Francia, el Reino Unido, Rusia, Italia y, más tarde, Estados Unidos.
Economía de Guerra: Transformación de la economía de un país para satisfacer las necesidades de producción y suministro durante tiempos de conflicto armado.
Gripe Española: Epidemia de gripe que ocurrió a nivel mundial entre 1918 y 1919, causando millones de muertes, aunque su nombre es engañoso ya que no se originó en España.
Belle Époque: Período de relativa paz y prosperidad en Europa y América del Norte, que abarca aproximadamente desde finales del siglo XIX hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914.
Cultura y Arte del Siglo XIX y Principios del XX
Arquitectura del Hierro: Estilo arquitectónico que emplea el hierro como material principal de construcción, prominente en la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX, especialmente en la construcción de estaciones de tren, pasarelas y mercados.
Exposiciones Universales: Eventos internacionales que muestran los logros culturales, industriales y tecnológicos de las naciones participantes. La primera se celebró en 1851 en Londres.
Escuela de Chicago: (Nota: Originalmente se menciona como corriente económica, pero se refiere a una escuela de arquitectura) Corriente arquitectónica surgida en Chicago a finales del siglo XIX, pionera en el diseño de rascacielos y en el uso de nuevas técnicas y materiales de construcción.
Modernismo: Movimiento cultural y artístico que abarcó fines del siglo XIX y principios del XX, caracterizado por la experimentación, la ruptura con las tradiciones y la búsqueda de nuevas formas de expresión en literatura, arte y música.
Imperialismo: Política de expansión territorial y dominación económica y política por parte de una nación sobre otras regiones o países, típicamente a través de la colonización o la influencia económica.
Neoimpresionismo: Movimiento artístico surgido a finales del siglo XIX, que busca representar la luz y el color mediante la aplicación de pequeños puntos de colores puros en la pintura.
Postimpresionismo: Movimiento artístico que surge como reacción al impresionismo, caracterizado por la experimentación con la forma y el color, y la búsqueda de expresión personal del artista.
Primeras Vanguardias: Movimientos artísticos y literarios surgidos a principios del siglo XX, caracterizados por la experimentación, la ruptura con las normas tradicionales y la búsqueda de nuevas formas de expresión.
BLOQUE 5: Periodo de Entreguerras
Conceptos Clave de la Revolución Rusa y la URSS
Kulaks: Campesinos acomodados en la Rusia zarista y la Unión Soviética, a menudo vistos como enemigos de la revolución comunista.
Bolcheviques: Facción del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, liderada por Lenin, que tomó el poder en la Revolución de Octubre de 1917 y estableció el gobierno comunista en Rusia.
Mencheviques: Otra facción del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, que se oponía a los bolcheviques y abogaba por una revolución liderada por la clase obrera industrial.
Socialrevolucionarios: Grupo político ruso que abogaba por una revolución social agraria y representaba los intereses de los campesinos.
Kadetes: Partido político liberal en Rusia, activo durante el período zarista y en los primeros años de la Revolución Rusa.
Sóviet: Consejo de trabajadores y soldados que surgió durante la Revolución Rusa y se convirtió en una forma de gobierno local en la Rusia soviética.
Duma: Parlamento ruso establecido en 1906 como parte de las reformas del zar Nicolás II.
Comunismo de guerra: Política económica aplicada por los bolcheviques durante la Guerra Civil Rusa, que implicaba la nacionalización de la industria y la requisición de alimentos para apoyar al ejército rojo.
Cheka: Policía secreta y agencia de seguridad creada por Lenin durante la Guerra Civil Rusa, precursora de la KGB.
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS): Estado formado por la unión de varias repúblicas soviéticas bajo el control del Partido Comunista de la Unión Soviética.
Nueva Política Económica (NEP): Política económica implementada por Lenin en la Rusia soviética después de la Guerra Civil Rusa, que permitió cierta liberalización económica y la reintroducción de elementos capitalistas para revitalizar la economía.
Ideologías y Políticas en la URSS
Revolución permanente: Concepto marxista que aboga por la continuación de la lucha revolucionaria a nivel internacional hasta la creación de una sociedad comunista global.
Socialismo en un solo país: Doctrina promovida por Stalin que enfatiza la construcción del socialismo en la Unión Soviética en lugar de priorizar la revolución mundial.
Planes Quinquenales: Series de planes económicos implementados en la Unión Soviética para la industrialización y modernización de la economía, establecidos por el gobierno central.
Sovjós: Granjas estatales en la Unión Soviética donde la tierra y los recursos eran propiedad del estado.
Koljós: Granjas colectivas en la Unión Soviética donde la tierra y los recursos eran propiedad colectiva de los campesinos.
NKVD: Agencia de seguridad soviética responsable de la aplicación de la ley, la seguridad nacional y la represión política, especialmente durante el régimen de Stalin.
GULAG: Sistema de campos de trabajo forzado en la Unión Soviética donde fueron enviados disidentes políticos y prisioneros de guerra, conocido por sus duras condiciones y altas tasas de mortalidad.
Purgas estalinistas: Períodos de repres
Realismo socialista: Estilo artístico y literario promovido por los regímenes comunistas, especialmente bajo Stalin, que enfatiza la representación idealizada de la vida bajo el socialismo, glorificando la figura del líder y retratando los logros del régimen mientras denigraba a sus enemigos.
Restauración absolutista, revoluciones liberales y nacionalismo (1815-1870)
LA EUROPA DE LA RESTAURACIÓN. EL CONGRESO DE VIENA.
El período histórico de Europa conocido como La Restauración comienza en 1814-1815 con la derrota de Napoleón y la vuelta al Antiguo Régimen, y llega a su fin en 1848, cuando tras varias oleadas de revoluciones, el Antiguo Régimen es ya insostenible: nuevas ideologías, liberalismo y nacionalismo, se han afianzado entre la sociedad europea. Una vez derrotado Napoleón, las grandes potencias europeas, Austria, Rusia, Prusia y Gran Bretaña, junto con la nueva Francia de Luis XVIII, España, Portugal y Suecia se reunieron en el Congreso de Viena, cuyo fin fue: restablecer las fronteras de Europa y el equilibrio entre las potencias (Francia volvería a sus fronteras de 1789, se restablece el reino de Cerdeña, Austria ocupa Toscana, el Milanesado y Venecia, Prusia la parte izquierda del Rhin y el Sacro Imperio Romano Germánico fue sustituido por la Confederación Germánica) garantizar el orden, la jerarquía social, el equilibrio entre las potencias vencedoras, la solidaridad entre los Estados y la defensa de la religión y la monarquía absoluta. Es decir, el Congreso cuya alma fue Metternich diseño una nueva Europa conservadora, una vuelta al Antiguo Régimen y eliminar las huellas de la revolución francesa de 1789. Para ello se firmaron acuerdos como la Santa Alianza (Rusia, Prusia, Austria) o la Cuádruple Alianza (entre las tres anteriores y Gran Bretaña). Sin embargo, dos fuerzas se opondrán a estas decisiones: el liberalismo y el nacionalismo, que serán los pilares de las transformaciones sociales, culturales, políticas y económicas del siglo XIX.
– El liberalismo. En el ámbito social y político, influidos por de Locke, Montesquieu y Rousseau, defenderán:
1. Libertad individual, religiosa y de expresión.
2. La soberanía nacional,
3. La limitación de los poderes del rey a través de una Constitución.
4. La separación de poderes, con un parlamento bicameral
En el ámbito económico, el liberalismo será fundamento doctrinal del capitalismo. El interés individual es el que guía al hombre, por eso sus principios serán la riqueza y la propiedad. Defenderá la no intervención del Estado en asuntos económicos (laissez-faire). Algunos de los principales representantes fueron Benjamin Constant, Alexis de Tocqueville (Francia), y John Stuart Mill y Adam Smith (Gran Bretaña). El liberalismo surge como movimiento unitario anti-absolutista, y que decía defender los intereses de los burgueses, intelectuales, campesinos y obreros, sin embargo, en la realidad solo defendía los intereses de la burguesía, por eso a partir de las revoluciones de 1830 frente a este “liberalismo doctrinario o moderado”, surgirá el “liberalismo democrático o progresista”, cuyas diferencias serán: 1. Sufragio censitario frente a sufragio universal masculino 2. Soberanía nacional frente a soberanía popular. 3. Monarquía Constitucional con superioridad del rey sobre el Parlamento, frente a Monarquía Constitucional con superioridad del Parlamento, o República.
El Nacionalismo. Las reivindicaciones liberales aparecen asociadas a las reivindicaciones nacionales que surgieron durante las guerras de Napoleón ya que la simplificación territorial había favorecido la toma de conciencia nacional. El nuevo mapa europeo surgido tras el Congreso de Viena (1815), favorecerá el surgimiento con fuerza del nacionalismo, puesto que las nuevas fronteras se trazaron ignorando los sentimientos nacionales apoyados en las distintas lenguas, y culturas. Tuvo un carácter doble: Centrípeto: que tenderá a la unificación en los países divididos en varios estados como la Confederación Germánica e Italia como veremos en el apartado 4. Centrifugo: con tenencia disgregadora en estados plurinacionales como: 1) El Imperio Austriaco en el que existían un mosaico de pueblos que convivían y rivalizaban (austriacos, checos, polacos…), y que para reprimir los nacionalismos el emperador Francisco José I desde 1848 se vio obligado a conceder reformas y liberalizar su régimen, convirtiéndolo en una Monarquía “dual” de Austria-Hungría. 2) El imperio Otomano (“el enfermo de Europa”), cuya desarticulación estuvo marcada por: Independencia de Grecia, Guerra Ruso-Turca (Rusia es derrotada), y Guerra de Crimea (finalizada con el Congreso de Berlín, 1878, donde se reorganizan los Balcanes). 3) Rusia contaba con fuertes minorías nacionales (finlandeses, bálticos, alemanes y polacos) y era un enorme y atrasado país campesino que permaneció inmune al liberalismo. Además, existen nacionalidades sometidas como: Irlanda al reino Unido, Noruega a Suecia, y Polonia a Rusia, y todos aspiran a la independencia. El nacionalismo surgido en el siglo XIX, dos vertientes, aparentemente opuestas, pero que convivieron en multitud de movimientos nacionalistas: 1. Vertiente progresista, para quienes el concepto de nación era subjetivo y voluntarista, es decir, cualquier comunidad si lo deseaba podía convertirse en nación. Sus defensores fueron sobre todo franceses e italianos como Giuseppe Mazzini. 2. Vertiente tradicionalista, consideraba que el concepto de nación era objetivo y orgánico, es decir, una comunidad formaba una nación cuando su historia, su cultura, su tradición y su lengua así lo determinaba. Fue defendida por románticos y filósofos alemanes como Fichte. 3 El nacionalismo será una ideología de minorías, se convertirá en un movimiento de masas en 1848 y adquirirá gran fuerza a partir de 1851 como consecuencia de las “doble revolución”, política y económica, tal y como afirma Hobsbawm. El nacionalismo, en principio, estará ligado al liberalismo porque se enfrenta a la legitimidad de la Restauración y al igual que éste propugnaban las libertades de los ciudadanos y de los pueblos, sin embargo, tras el proceso revolucionario de 1848, se convierte en un movimiento conservador y en una de las ideologías básicas en la expansión imperialista
LAS REVOLUCIONES LIBERALES: Entre 1815 y 1851 Europa conoció tres oleadas revolucionarias sucesivas (1820-1830-1848), cuyos antecedentes estuvieron en la Revolución Francesa y la Norteamérica y tuvieron como causas: el descontento popular debido a los problemas sociales causados por la revolución industrial y las aspiraciones liberales y nacionales, que acabaran calando en el sentir popular.
3.1. Las Revoluciones de 1820. Los principales exponentes fueron: 1) Las agitaciones universitarias en Alemania contra el absolutismo y reclamando el establecimiento de constituciones, fue el precedente para el resto de las revueltas. 2) En España, en 1820, las tropas acuarteladas en Cádiz al mando del teniente coronel Riego se sublevaron, la revolución triunfó y Fernando VII se vio obligado a restablecer la Constitución de Cádiz de 1812, dando lugar al período conocido como Trienio Liberal (1820-1823). Este llegó a su fin en 1823 cuando, los Tres Mil Hijos de San Luis, un cuerpo del ejército francés, enviado por el Congreso de Verona, restablecieron el absolutismo en España. 3) Casi al mismo tiempo estalló una revuelta en Nápoles, y en Piamonte, que consiguieron su constitución. Sin embargo, las tropas austriacas consiguieron restablecer el absolutismo. 4) En Francia fue asesinado el duque de Berry pero el movimiento fracasó. 5) En Rusia, la muerte de Alejandro I llevó a la insurrección decembrista protagonizada por los oficiales del ejército (a favor de Constantino), pero fracasó cuando Nicolás fue proclamado zar. 6) En Grecia, bajo dominio otomano, los liberales y nacionalistas, organizados en sociedades secretas, con el apoyo de la Iglesia ortodoxa y de una poderosa burguesía comerciante, emprendieron la agitación. En 1822 una Asamblea Nacional Griega elaboró una Constitución. El movimiento nacional griego, que contó con la simpatía de Rusia, Francia y Gran Bretaña, derrotó a la flota turca (victoria aliada de Navarino, 1827). Grecia se declaró primero autónoma y después, en 1830, en la Conferencia de Londres, fue reconocida su independencia y la de Serbia. El poeta inglés Lord Byron colaboró en el movimiento independentista griego.
La mayoría de las revueltas de 1820 fueron de carácter liberal-político, y adoptaron la forma de pronunciamiento, fueron promovidas por un jefe militar apoyado por oficiales del ejército y secundadas por sociedades secretas a las que, muchas veces, pertenecían (como la “liga de los justos” en Alemania y los carbonario en Italia). Todas ellas fracasaron menos aquellas que estaban acompañadas de revueltas nacionales 4 como en Grecia, Serbia y en las colonias españolas y portuguesas en América que consiguieron su emancipación, a excepción de Cuba y Filipinas.
Las Revoluciones de 1830.
El proceso revolucionario de 1830, continuación de las luchas anti-absolutistas y nacionalistas, sustituye la forma de pronunciamiento por la jornada revolucionaria en la que intervienen los liberales, los nacionalistas, la burguesía y las masas populares, muy afectadas por sus condiciones sociales y económicas, y por la crisis agrícola de 1827. Sus principales manifestaciones fueron:
1) Francia, donde se inicia con un levantamiento burgués en 1830 conocido como “Revolución de julio” o “Tres gloriosas”. Carlos X disolvió la Cámara de los Diputados, impuso la censura de prensa y disminuyó el sufragio (Ordenanzas de Julio), lo que junto con la crisis agraria, y financiera, provocó la sublevación del pueblo de París. Tras varios días de revueltas y barricadas, Carlos X abdicó y se estableció la monarquía burguesa y constitucional de Luis Felipe de Orleans (propuesto por Lafayette). Los beneficiarios fueron la alta burguesía.
2) En Bélgica, unida a los holandeses por el Congreso de Viena, tras varias jornadas de manifestaciones y barricadas en Bruselas, se constituyó un gobierno provisional que proclamó la independencia en 1830 y una constitución de carácter liberal. Sin embargo, Holanda no reconocerá dicha independencia hasta 1839.
Hubo otra serie de revoluciones pero que fracasaron como:
– En Polonia donde la sublevación contra Rusia, fracasó y perdió su autonomía (se disolvió la Dieta) y tanto la administración como el ejército fueron rusificados.
– En Italia central (ducados de Parma, Módena y Romaña) estallan revueltas contra el Papado que son reprimidas por Austria, aunque el nacionalismo se extiende y va preparando el “Risorgimiento” (Mazzini funda la sociedad “Joven Italia”).
– En Alemania, los soberanos de varios Estados se vieron forzados a conceder constituciones liberales. Pero la falta de coordinación de los movimientos hizo que se restableciera el orden.
En Portugal y España, triunfan sus respectivos movimientos liberales: En España, tras la muerte de Fernando VII se abre un período de transformaciones liberales y de guerra civil (Guerras Carlista).
Las Revoluciones de 1848 (Primavera de los Pueblos) Las revoluciones de 1848 son una continuación de las de 1830 pero con algunas diferencias. Sus causas fundamentales fueron: 1. Crisis económica: provocada por las malas cosechas, la crisis de los cereales, de la industria textil y la siderurgia, y una crisis financiera debido a la falta de liquidez de los bancos. 2. Crisis política y social: la burguesía ve disminuir sus ingresos, al igual que los obreros y campesinos, que son despedidos, y culpan de ello a la introducción de maquinaria. Por otro lado, los liberales progresistas o demócratas, representados por la pequeña burguesía y los obreros, que reivindican el establecimiento del sufragio universal, la soberanía popular, y libertad de prensa, la reducción de las desigualdades entre las diferentes clases sociales, libre sindicación, y verán la república como forma política más idónea, se enfrentaran a los liberales moderados o doctrinarios, representados por la alta burguesía y la aristocracia, que ante el temor de dichas reivindicaciones pactarán con los sectores más conservadores. En FRANCIA, la negativa a reformas sociales provocó una revuelta en Paris (febrero de 1848), la huida de Luis Felipe de Orleans, y el surgimiento de varias alternativas: republicanos demócratas (Lamartine), republicanos moderados (Blanc) y Republicanos radicales (Blanqui). Se constituyó un gobierno provisional que declaró la II República y abordó reformas sociales (Talleres Nacionales, jornada laboral de 10 hora, derecho de huelga, sufragio universal masculino…), pero poco a poco evolucionó hacia posiciones más conservadoras hasta que Luis Napoleón Bonaparte fue elegido presidente de la Republica y tras un golpe de Estado se proclamó emperador del Segundo Imperio. El IMPERIO AUSTRIACO, agrupaba multitud de pueblos, por lo que la oleada revolucionaria provoca la huida de Metternich. El rey de Prusia prometió una Constitución en Berlín, la Dieta húngara promulga leyes independentistas, Milán expulsa a los austriacos y en Venecia y Toscana se proclama una república independiente. Sin embargo, la oposición de la alta burguesía, la poca conciencia política obrera y el escaso interés revolucionario campesino, facilitó que las tropas imperiales aplastaran a los nacionalistas. El emperador Fernando I abdicó y subió al trono Francisco José I quien acabaría promulgando la “monarquía dual” de Austria-Hungría. En Italia Nápoles consigue una Constitución y en Roma se proclama la republica de Mazzini, sin embargo, ambos movimientos fracasan. Y en Alemania el Parlamento de Frankfort plantea el pangermanismo pero Prusia reacciona, disuelve el Parlamento y se vuelve a la Confederación Germánica. En definitiva, las revoluciones de 1848 sentaron las bases del proceso unificador, analizado en los apartados 4. Las consecuencias de estas revoluciones fueron importantísimas: En Europa fueron abolidos los últimos vestigios del régimen feudal. Excepto en Rusia. Supone el triunfo del liberalismo sobre el absolutismo. Surgirá un nuevo movimiento: el socialismo, que representado sobre todo por obreros urbanos, reivindicará derechos políticos y sociales. Algunos pensadores fueron Marx y Engels que publican “El Manifiesto Comunista”, y Fourier y Louis Blanc, socialistas utópicos. Los movimientos nacionalistas en Italia y Alemania sentaron las bases para su unificación. Por otro lado, no podemos dejar de mencionar el caso de GRAN BRETAÑA que permaneció inmune a las revoluciones del 48. Aquí, la segunda mitad del siglo XIX es conocida como Era Victoriana (1837-1901) y se caracteriza por la prosperidad económica, y la estabilidad política con la alternancia en el gobierno del partido Conservador y el Liberal.