La Europa de la Restauración (1815-1848)

El Congreso de Viena (1815)

Tras la derrota de Napoleón, se restauraron las viejas monarquías europeas. Este período, conocido como la Restauración, buscó regresar a la situación internacional anterior a la Revolución Francesa. Fue una etapa de reacción, defendiendo la desigualdad social y la alianza Iglesia-Estado para garantizar los derechos de los monarcas absolutos.

El sistema de la Restauración se diseñó en el Congreso de Viena con el objetivo de restablecer el equilibrio entre las potencias europeas. Se dibujó un nuevo mapa político de Europa:

  • Se creó la Confederación Germánica tras la extinción del Sacro Imperio Romano Germánico.
  • Prusia y Rusia incrementaron sus territorios.
  • Polonia continuó bajo dominio ruso.
  • Se creó el Reino de los Países Bajos, unificando las Provincias Unidas y Bélgica.
  • Suecia se anexionó Noruega y Finlandia.
  • Austria amplió sus posesiones en Italia.
  • Francia volvió a sus fronteras de 1790.

Se formó la Cuádruple Alianza (1815) entre Austria, Rusia, Prusia y Gran Bretaña para defender el orden creado. En 1818, Francia se unió, formando la Quíntuple Alianza.

La Santa Alianza

La Santa Alianza, formada por Austria, Rusia y Prusia, buscaba mantener el absolutismo y defenderse de la amenaza liberal. Defendía el derecho de intervención para sofocar cualquier movimiento revolucionario, como en España con los Cien Mil Hijos de San Luis, que restauraron el poder absoluto de Fernando VII.

Liberalismo y Nacionalismo

La oleada revolucionaria de 1820-1825

El intento de perpetuar el absolutismo estaba condenado al fracaso. La vuelta al Antiguo Régimen ya no era posible. La oleada revolucionaria de 1820-1825, iniciada con el Pronunciamiento de Riego en España, se extendió por el Mediterráneo, Portugal y la América española. Esta oleada tuvo características peculiares:

  • Causas: antiabsolutismo y nacionalismo.
  • Nuevas formas de lucha: sociedades secretas liberales.
  • Importancia del ejército.
  • Fracaso generalizado por la reacción interna o la intervención de la Santa Alianza.

La Constitución de Cádiz se convirtió en un modelo para otros países. En la América española, los criollos, con apoyo de Reino Unido y Estados Unidos, lograron la independencia en 1824. Cuba y Puerto Rico permanecieron bajo soberanía española.

Grecia, sometida al Imperio Otomano, logró su independencia en 1829 con el Tratado de Adrianópolis. El Protocolo de Londres (1830) impuso una monarquía autoritaria, abriendo un período de inestabilidad.

Las revoluciones de 1830

Iniciada en París, la revolución de 1830 se extendió a Bélgica y Polonia. De carácter liberal y nacionalista, se desencadenó por las cuatro ordenanzas de Carlos X. Las Tres Gloriosas jornadas de julio obligaron a Carlos X a exiliarse, dando inicio al reinado de Luis Felipe de Orleans (1830-1848).

Bélgica, con diferencias religiosas y económicas con Holanda, logró su independencia en 1831 con apoyo de Reino Unido y Francia. La revolución en Polonia fracasó debido a la inacción del clero, campesinado y burguesía, y la neutralidad de Reino Unido y Francia.

En otras zonas de Europa, los movimientos revolucionarios, principalmente nacionalistas, no tuvieron éxito. En Alemania, Italia y Suiza, las sociedades secretas tuvieron un papel importante, logrando algunas constituciones liberales en ciertos estados.

Las Revoluciones de 1848

Las revoluciones de 1848, con causas económicas, políticas y sociales, comenzaron en Francia. La abdicación de Luis Felipe llevó a la proclamación de la II República, que adoptó medidas revolucionarias como el sufragio universal masculino, talleres nacionales y derecho a la huelga.

En Italia, se buscaban constituciones liberales, sufragio universal y el fin de la ocupación austriaca. En los Estados alemanes, las revueltas llevaron a la convocatoria de un parlamento que discutió la unificación. El Imperio austriaco enfrentó movimientos nacionalistas húngaros y checos.

Estas revoluciones cerraron el ciclo revolucionario liberal. Aunque fracasaron en sus objetivos principales, lograron avances como el sufragio universal masculino en Francia y la abolición de la servidumbre en Austria, además de fortalecer el nacionalismo en Italia y Alemania.

La Unificación Italiana (1848-1870)

1ª fase (1848-1860): Victor Manuel II, con ayuda de Cavour, lideró el proceso. La alianza con Francia contra Austria llevó a las victorias de Magenta y Solferino. El Piamonte se anexionó Lombardía, Parma, Módena y Romaña.

2ª fase (1860-1865): Con apoyo de Garibaldi, Cavour anexionó Sicilia, las Marcas y Umbría. Victor Manuel fue proclamado rey de Italia.

3ª fase (1865-1870): Prusia e Italia derrotaron a Austria, que cedió Venecia. Roma se convirtió en la capital.

La Unificación Alemana

Prusia, liderada por Bismarck, impulsó una unificación conservadora y unitaria.

1ª fase (1859-1865): Se creó una unión aduanera. Bismarck, defensor de la autoridad del rey, intervino en la crisis de los ducados daneses.

2ª fase (1866-1869): La victoria prusiana en Sadowa sobre Austria llevó a la creación de la Confederación de la Alemania del Norte.

3ª fase (1870-1871): La alianza de Prusia con los estados del sur y la victoria sobre Francia en Sedán, con la anexión de Alsacia y Lorena, culminó en el nacimiento del II Reich.