La Guerra de la Independencia Española (1808-1814)

Antecedentes

El antecedente más inmediato a la Guerra de la Independencia Española es la ruptura por parte de Portugal del bloqueo continental a Inglaterra, impuesto por Napoleón. El Tratado de Fontainebleau, firmado entre Francia y España, estipulaba la invasión conjunta de Portugal y su posterior reparto: el norte para la reina de Etruria (hija de Carlos IV), el centro para el mariscal Junot y el sur para Godoy, quien pasaría a ser rey del Algarbe.

La Invasión Francesa y el Motín de Aranjuez

En 1808 se produce la invasión francesa. Previamente, en España, el descontento contra Carlos IV y Godoy se intensifica. El 19 de marzo de 1808, el pueblo de Aranjuez se amotina en favor de Fernando VII y en contra de su padre, Carlos IV. El motín provoca la abdicación del rey y la destitución de Godoy. En mayo de 1808, ambos, padre e hijo, son forzados por Napoleón a abdicar en Bayona en favor de José I, hermano del emperador.

El 2 de Mayo y el Inicio de la Guerra

El 2 de mayo, tropas francesas entran en Madrid coincidiendo con la huida de los últimos miembros de la familia real. Esto provoca la reacción del pueblo de Madrid y de las tropas del cuartel de Monteleón, que protagonizan la primera resistencia a Napoleón. La lucha es encarnizada, como también la represión francesa, con la carga de los mamelucos en la Puerta del Sol y los fusilamientos del 3 de mayo en la Moncloa. Estos acontecimientos marcan el inicio de la Guerra de la Independencia Española, que durará hasta 1814, con la derrota de Napoleón en Europa.

La Guerra de Guerrillas

Durante la guerra, el vacío de poder lleva al pueblo español a organizarse espontáneamente, dando lugar a una revolución. No se trata de una guerra convencional entre ejércitos, sino de una guerra total con un marcado carácter popular, en la que destaca la guerra de guerrillas. La unidad básica de la guerrilla es la partida, inicialmente desorganizada, pero que luego se une formando pequeños ejércitos. Los líderes populares de las guerrillas se convertirán en los líderes del nuevo ejército: Espoz y Mina, el Cura Merino, Juan Martín Díez «El Empecinado», entre otros.

  • La guerrilla evita las batallas campales, donde sería fácilmente vencida. Ataca en superioridad de condiciones, aprovechando el conocimiento del terreno y el apoyo de la población civil.
  • Es una guerra de desgaste que, si bien no produce victorias abiertas, hostiga y desmoraliza al enemigo, obligándole a mantener un ejército permanente de ocupación.
  • La Guerra de la Independencia es una guerra destructiva, llena de represiones y venganzas por ambas partes. Provoca destrucciones e incendios por parte francesa, junto con el expolio de obras de arte.

Desarrollo de la Guerra

Desde el principio, el ejército francés, hasta entonces invencible, contaba con una clara superioridad de fuerzas. Sin embargo, Napoleón subestimó la resistencia española. La alta moral de los restos del ejército español, la acción de la guerrilla y el apoyo de los ejércitos portugués e inglés reforzaron la defensa española.

Primera Fase (1808): Reveses Franceses

En la primera fase, el ejército francés sufre varios reveses. El heroico sitio de Zaragoza, organizado por el general Palafox, y la humillante derrota francesa en Bailén obligan a Napoleón a replantear la invasión.

Segunda Fase (1808): Napoleón en España

Napoleón, al frente de sus mejores unidades, entra en España, cosechando victorias desde la frontera hasta Madrid y de regreso al norte. Tiene lugar el segundo sitio de Zaragoza. Una nueva guerra en Austria le obliga a retirarse precipitadamente.

Tercera Fase (1809-1812): Guerra de Desgaste

Esta fase se caracteriza por el desgaste, con la guerrilla hostigando continuamente al ejército francés y colaborando con los ejércitos regulares español e inglés. Las campañas del mariscal francés Soult culminan con la conquista de Andalucía, excepto Cádiz, donde se refugia la Junta Central y que el ejército inglés protege desde el mar, y Torres Vedras en Portugal, donde se refugia del ejército francés.

Cuarta Fase (1812-1814): Superioridad Aliada

En esta fase, los ingleses, recluidos en Torres Vedras desde 1809, lanzan una ofensiva al mando de Wellington, expulsando a los franceses de Portugal. La retirada de tropas francesas por parte de Napoleón para la campaña de Rusia resulta decisiva para la victoria española. La victoria de Los Arapiles abre el camino hacia Madrid, desde donde huye José I. Las victorias de Vitoria y San Marcial fuerzan la retirada de las tropas francesas, que incendian San Sebastián. Napoleón firma el Tratado de Valençay, por el que restituye la corona a Fernando VII. En 1814, Fernando VII regresa a España.