La II República Española
La proclamación de la 2ª República es el punto final del proceso de deterioro de la monarquía de Alfonso XIII. Tras la Dictadura de Primo, el rey pretende volver al régimen establecido por la Constitución de 1876. Ante la creciente agitación, el Presidente del Gobierno, Juan Bautista Aznar, convocó elecciones municipales para el 12 de abril de 1931, dando un carácter de plebiscito a favor o en contra de la monarquía. Aunque en el medio rural predominaron los concejales de candidaturas monárquicas, el triunfo de las candidaturas republicanas en las ciudades fue considerado como un apoyo al establecimiento de la República. El 14 de abril, se proclamó la República en medio del entusiasmo popular, el comité de coalición republicano-socialista se hizo con el poder y el rey suspendió su autoridad. El nuevo régimen nació en un contexto problemático, en el plano económico impactó la crisis del 29 y en el plano político afectó el período de entreguerras y el ascenso de los totalitarismos.
El día 14, se asumió el poder del Gobierno provisional por los firmaron el Pacto de San Sebastián y se proclamó a Alcalá Zamora, Presidente del Gobierno. Se adoptaron las primeras medidas como amnistía general, libertades públicas y sindicales y se promulgaron decretos que luego se ratificarían como leyes en las Cortes. Pronto surgieron las primeras: el nacionalismo catalán, Macía proclamó un Estado catalán dentro de la Rep. Federal que rompía el Pacto de San Sebastián, varios ministros acordaron con Macía un programa de desenvolvimiento de la autonomía y el reconocimiento de la Generalitat, el órgano del gobierno autónomo; conflictos sociales alentados por anarquistas; animadversión de propietarios y clases medias que veían agredidos sus intereses por los decretos del Gobierno; oposición de la Iglesia Católica que estalló en violentos conflictos.
La Rep. originó actividades de apoyo y rechazo que dividieron a la sociedad española hasta desencadenas la Guerra Civil. Los trabajadores y las clases medias querían reformas y desbancar al grupo dominante pero estos no aceptaban ninguna que limitase sus beneficios y adoptaron una actitud de boicot contra los cambios. Aparecieron diversas corrientes de opinión en numerosos partidos políticos que subsistieron en la Dictadura y en la monarquía y, se fragmentaron o se reagruparon en la 2ª República. El centrismo no se ocasionó debido al proceso de bipolarización del quinquenio republicano ya que esta posibilidad desapareció en las elecciones de 1936. Se diferenciaron cuatro grupos políticos: los autoritarios (fusión entre las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista y la Falange Española: FEJONS con su dirigente Primo de Rivera en 1934, Comunión Tradicionalista en 1932, Bloque Nacional con Calvo Sotelo en 1933), las derechas (Acción Nacional o CEDA con Gil Robles en 1931, Lliga Catalana en 1933, Partido Nacionalista Vasco en 1895), los republicanos (Partido Republicano Radical con Alejandro Lerroux en 1908, Acción Republicana con Manuel Azaña en 1925, Organización Republicana Galega Autónoma con Casares Quiroga en 1929, Partido Galeguista en 1931, Esquerra Republicana de Catalunya en 1931, Izquierda Republicana con Manuel Azaña en 1934) y las izquierdas ( Partido Socialista Obrero con Indalecio Prieto en 1879, Partido Comunista de España en 1921, Partido Obrero de Unificación Marxista en 1935, Unión general de Trabajadores en, Confederación Nacional del Trabajo y Federación Anarquista de Ibérica).
Las nuevas Cortes, presididas por Julián Basteiro, referendaron los decretos del Gobierno Provisional e iniciaron un proceso de elaboración de una nueva Constitución, cualificada como democrática, reformista y de izquierdas con unos principios como soberanía popular, derechos individuales, laicismo, autonomía de los municipios y regiones, economía mixta. Esta Constitución se aprobó el 9 de diciembre de 1931 pero sin ser sometida a referendo para saber el grado de identificación ciudadana, fue establecida en ella, una Rep. parlamentaria y unas Cortes unicamerales.
Aprobada la Constitución fue elegido presidente de la Rep. Alcalá Zamora y jefe del Gobierno Manuel Azaña. Este primer período republicano fue el Bienio Reformista (abril 1931- noviembre 1933) se caracterizó por su actividad reformista a través de leyes que pretenden democratizar la política, modernizar sus estructuras y mejorar el nivel de vida de los desfavorecidos. Hubo cinco grandes reformas en diferentes campos como:
En la reforma religiosa, la Rep. estableció unos principios fueron llevados a la práctica en leyes promulgadas en las Constitución como la disolución de la Compañía de Jesús y nacionalización de sus bienes, el decreto de secularización, ley del divorcio y matrimonio civil, ley de congregaciones religiosas. Contribuyó a que una parte se desvinculase de la Const. y de los republicanos (república atea), sería un motivo clave para el estallido de la Guerra Civil.
En la reforma del ejército, sólo se consiguió la disminución de los gastos pero dificultó la modernización del material, y fue recibida por los africanistas como una agresión a la tradición militar. Entre las medidas de la ley de Azaña, destacaron la reorganización general, exigencia de juramento de fidelidad a la Rep. y ley de retiro de la oficialidad, supresión de la ley de jurisdicciones.
En la reforma agraria, se comenzó un proyecto teniendo en cuenta el papel de la agricultura: la mitad de la población activa eran jornaleros, arrendatarios, propietarios con condiciones de vida duras y los salarios escasos, debido a esto las tendencias en el campo español solían ser republicanas. Sus objetivos eran incrementar la productividad de las explotaciones agrarias y transformar la desigualdad distribución de la propiedad de la tierra mediante la expropiación de los grandes propietarios. El 9 de septiembre de 1932 las Cortes aprobaron la Ley de Bases de la Reforma Agraria que establecía la expropiación sin indemnización del 50% de las tierras de monocultivo de un grupo reducido, se creó el Instituto Nacional Agraria y se estableció la Ley de intensificación de cultivos. Los resultados fueron limitados y con una gran tensión social, como la creación de la Agrupación Nacional de Propietarios de Fincas Rústicas que formaron un bloque de oposición y los campesinos decepcionados causaron grandes agitaciones.
En la reforma educativa, se intentaba disminuir el analfabetismo, mejorar el nivel cultural con enseñanza obligatoria, gratuito y laico, mediante Misiones Pedagógicas y La Barraca.
En la reforma del estado centralista o autonomía de Cataluña, la Rep. tuvo que abordar la organización territorial del Estado, donde se formó un Estado integral constituido por provincias y regiones en régimen de autonomía, los cuales decidieron elaborar sus estatutos de autonomía: Cataluña, el País Vasco y Galicia, donde entro en vigor el primero.
Las reformas polarizaron la vida política y el régimen republicano se encontró con la resistencia y la oposición que fueron reorganizando la derecha monárquica y creando organizaciones autoritarias, la Rep. tuvo que dotarse de instrumentos legales de defensa contra actos de agresión, como la Ley de Defensa de la Rep. La derecha la consideró una dictadura porque permitía actuar con rapidez contra sus enemigos al margen del sistema judicial. La oposición parlamentaria estuvo encabezada por el PRR de Lerroux, diputados agrarios, monárquicos y católicos. Nació la Unión Económica Nacional, en la CNT se enfrentaron los trentistas más moderados que apoyaban la Rep. y los más radicales que eran partidarios de una presión continua. La dirección de la CNT, fomentó la conflictividad laboral como la Federación Nacional de Trabajadores de la Tierra y el PCE, aunque este último no colaboró en la Rep.
Algunos sectores del ejército recogieron el descontento entre los conservadores, haciéndose eco del malestar, el general Sanjurjo protagonizó un golpe de Estado con la pretensión de forzar un giro hacia la derecha pero fracasó y en 1933 se creó la Unión Militar Española. La conflictividad social aumentó y entre estos acontecimientos surgió el de Casas Viejas que consistía en tomar la casa del Concello, quemar el registro de la propiedad, colectivizar la propiedad y declarar el comunismo libertario, y terminaban con la llegada de la Guarda de Asalto, con fuerte represión posterior.
Con la Rep. aparecieron nuevos grupos fascistas que rechazaban bases políticas y empleaban la violencia, fundaron partidos como las Juntas Ofensivas Nacional Sindicalistas, la Falange Española y la CEDA.
El Gobierno de Azaña se fue debilitando debido al deterioro de las relaciones entre los mismos partidos, la presión de la oposición, la pérdida de apoyos populares. Azaña dimitió y Alcalá Zamora convocó las Cortes para el 19 de septiembre de 1933 que ganaron las fuerzas de derecha, segundo período de la Rep. que se llamaría Bienio de Derechas (Noviembre 1933- Febrero 1936), Alcalá Zamora nombró a Lerroux jefe del Gobierno. Las medidas que se toman en ese período son contrarreformistas, la reforma agraria fue desmantelada, el sistema de autonomías fue paralizado, los créditos para la educación disminuyeron y la Ley de Azaña no se modificó; las izquierdas se radicalizaron y formaron la Alianza Obrera.
El enfrentamiento con los nacionalistas llevaron a la CEDA a exigir participar en el Gobierno, bajo la amenaza de retirarle su apoyo parlamentario, Lerroux accede y le otorga tres ministerios. Y las izquierdas interpretaron la entrada de la CEDA como la caída de la Rep. en manos del fascismo, y el día 5 iniciaron un movimiento revolucionario capitaneado por los socialistas llamaron al país a la huelga general y a la insurrección armada aunque eran conscientes de que se estaban sublevando contra un Gobierno elegido democráticamente. Surgieron numerosos conflictos entre ellos el de Cataluña donde fue suspendido el estatuto y, la revolución de Asturias que fue una insurrección obrera que pretendía controlar los medios de producción y hacerse con el poder político.
La revolución de Octubre fue marcada por una fuerte represión de derechas, aunque el presidente de la Rep. defendió la amnistía y estos sucesos harían unirse a las izquierdas. Mientras la CEDA incrementó su poder y Gil Robles nombró a Franco Jefe del Estado Mayor. Durante 1935, la CEDA, intensificó su programa de rectificación pero en ese mismo otoño se produjo una crisis de Gobierno, la PRR se vio implicada en el caso de corrupción del estraperlo. Lerroux tuvo que dimitir, Gil Robles aprovechó la ocasión para acceder la jefatura pero Alcalá Zamora por temor a que el poder significase la aparición de una dictadura, decidió nombrar a republicanos, más tarde este disolvió las Cortes y convocó elecciones para el 16 de febrero de 1936. Las fuerzas políticas tanto de derechas como de izquierdas se radicalizaron y mientras algunos querían la implantación de un sistema autoritario, corporativo y regido por una monarquía tradicional, otros se centraban en un programa de amnistía como la del primer bienio reformista.
En las elecciones de 1936, la Frente Popular obtuvo más votos que las derechas y las fuerzas de centro, esta diferencia era escasa pero la ley electoral favorecía las mayorías, el reparto de escaños fue muy desigual, las dos Españas estaban definidas e irreconocibles.
El Gobierno del Frente Popular reanudó las reformas e inicio la tramitación parlamentaria de los Estatutos: el del País Vasco discutido en las Cortes y aprobado en junio de 1936, y el de Galicia no se discutió como consecuencia de la guerra.
El Frente Popular tuvo fisuras, ya que estaban los defensores del reformismo democrático y los partidarios de iniciar un proceso revolucionario su confluencia electoral fue un hecho conjetural para contener el fascismo. Tras las elecciones, Largo Caballero impuso la estrategia revolucionaria en el PSOE, en la UGT y en las Juventudes Socialistas, apartándose del reformismo defendido por Indalecio Prieto. El Partido Comunista, defendía el apoyo del Gobierno republicano para consolidar las transformaciones democráticas y manifestándose contra los desordenes públicos.
En el Congreso de Zaragoza, la CNT revolucionaria y antirrepublicana con un programa de acción radical proponía la supresión de la religión pública y la desaparición del Estado.
Los conservadores se alarmaron ante la reanudación de las reformas pero apoyaron a la CEDA ya al Bloque Nacional que representaban sus intereses, su estrategia consistía en la provocación deliberada y la conspiración contra el Gobierno electo.
Durante la primavera del 36, se produjo un deterioro de la orden pública, generando una represión que se manifestó con violencia y conflictos y los de derechas empezaron a pensar que la única solución era un golpe de estado militar. El primer intento fue el del general Sanjurjo en 1932 y en 1936 tras las elecciones, Franco intento una declaración del estado de guerra y las derechas presionaron a Valladares, jefe del Estado para que dimitiera y le entregase el poder al ejército. En marzo, los ultraderechistas planificaron diversas tentativas que no tuvieron éxito. Pero en abril, Mola tomo el mando de la conspiración, donde se incorporaron militares como Franco.
Este alzamiento aglutinó diferentes intereses como poner fin las reformas económicas y sociales del Frente Popular, acabar con la orden pública, defender los valores católicos, concepción unitaria del Estado, evitar una revolución proletaria. Sus objetivos eran acabar con el Gobierno, suspender la Constitución y disolver las Cortes.
Mola pretendía establecer una dictadura militar transitoria y la CEDA deseaba la restauración de la monarquía. Pero el fracaso del golpe de Estado dio lugar una larga guerra civil que duraría hasta el 39. Los conjurados fueron concretando el papel de cada uno: el ejército de África sería el primero es sublevarse y una vez asegurado el Protectorado se trasladaría a la Madrid para hacerse con el control y establecer un Directorio militar encabezado por el general Sanjurjo, los militares se harían con el control de diferentes zonas proclamando el Estado de guerra, si triunfaban organizarían columnas, está rebelión debía ser rápida y violenta.
El golpe militar se precipitó por el asesinato, el 12 de julio de José Castillo, teniente socialista de la Guardia de Asalto por unos falangistas. La Guardia de Asalto tomó cartas en el asunto y secuestro y asesino a Calvo Sotelo el día 13. Franco decidió iniciar la sublevación que comenzó en Marruecos el 17 de julio.