La Ilustración y el Despotismo Ilustrado en España: Reformas y Economía en el Siglo XVIII
La Ilustración en España: Contexto, Características y Figuras Clave
Definición y Características de la Ilustración
La Ilustración fue un movimiento cultural, filosófico y científico que se desarrolló en el siglo XVIII, conocido también como el “Siglo de las Luces”. Este movimiento buscaba modernizar la cultura y transformar la sociedad, otorgando a la razón un papel central. Sus características principales fueron:
- Fe ilimitada en la razón y la ciencia.
- Impulso de reformas orientadas al progreso.
- Énfasis en lo útil y pragmático.
- Valoración de la naturaleza como referente de lo correcto.
- Auge del escepticismo, laicismo y materialismo.
- Búsqueda de la felicidad, entendida como riqueza y bienestar social.
- Tolerancia como valor fundamental, reconociendo la diversidad de opiniones.
La Llegada de la Ilustración a España
La Ilustración llegó a España con ciertas dificultades, principalmente debido al control de las autoridades, como la Inquisición. Los primeros focos de pensamiento ilustrado surgieron en ciudades portuarias como Cádiz, Barcelona, Bilbao y Valencia. Inicialmente, estas ideas fueron acogidas por críticos de la Iglesia, profesionales liberales y militares.
La difusión de las nuevas ideas se canalizó a través de las Sociedades Económicas de Amigos del País. Estos espacios fomentaban el debate sobre las ideas ilustradas, las representaciones culturales, el análisis de reformas políticas y la promoción de iniciativas para el desarrollo económico y educativo. La prensa también jugó un papel crucial como medio de divulgación.
Los Ilustrados Españoles
Entre las figuras destacadas de la Ilustración española se encuentran José del Campillo, el Marqués de la Ensenada (quien ocupó diversos cargos políticos durante el reinado de Fernando VI) y Fray Benito de Feijoo. A partir de 1750, sobresalen figuras como Campomanes, Olavide, Cabarrús y Jovellanos.
En el ámbito científico, destacaron Antonio de Ulloa (fundador del Museo de Ciencias Naturales de Madrid), Jorge Juan (creador del Real Observatorio Astronómico), José Celestino Mutis (importante botánico) y Alejandro Malaspina (líder de una expedición por América y el Pacífico).
El Despotismo Ilustrado y las Reformas de Carlos III
El Despotismo Ilustrado fue un sistema de gobierno que intentó conciliar las ideas de la Ilustración con el absolutismo monárquico. En España, su máximo representante fue Carlos III.
La Llegada al Trono de Carlos III y el Motín de Esquilache
Carlos III inició su reinado con una política reformista, apoyado por ministros italianos como Esquilache. Esta política generó oposición en parte de la aristocracia, culminando en el Motín de Esquilache. Este motín fue provocado por el descontento hacia los ministros italianos y la desconfianza de la nobleza, así como por medidas de saneamiento y orden público que afectaban a la vestimenta y el uso de armas.
Durante su reinado, también se decretó la expulsión de los jesuitas.
Las Medidas Reformadoras de Carlos III
Las reformas de Carlos III abarcaron diversos ámbitos:
- Educación: Se fundaron nuevas instituciones educativas, como los Reales Estudios de San Isidro, y se reformaron otras. Se promovió la enseñanza primaria.
- Agricultura: Se liberalizó el precio del grano, se redujeron los privilegios de la Mesta y se impulsó la colonización de nuevas tierras, especialmente en Sierra Morena. Se desarrolló una importante política hídrica para ampliar las zonas de regadío y se sentaron las bases para futuras reformas agrarias.
- Industria: Se limitaron los privilegios de los gremios y se establecieron numerosas Reales Fábricas.
- Comercio: Se fomentó la libre circulación de mercancías mediante la supresión de aduanas interiores y la progresiva liberalización del comercio colonial. Esto se vio favorecido por la mejora de las infraestructuras de transporte, como el Canal de Castilla y el proyecto del Canal Imperial de Aragón.
Sociedad y Economía en la España del Siglo XVIII
El Impulso de la Industria
Aunque el sector manufacturero seguía dominado por el modelo artesanal gremial, surgieron nuevas iniciativas. Los Cinco Gremios Mayores de Madrid destacaron como una élite industrial con actividad en los mercados internos y relaciones comerciales con América.
La reducción de los privilegios gremiales incentivó la creación de talleres de manufactura privados. En Cataluña, las mejoras agrícolas y el comercio con América generaron excedentes de capital que impulsaron un potente sector algodonero. Este sector se benefició de la abolición de aduanas interiores, la liberalización del comercio americano y la existencia de un mercado interior más favorable debido a la mejor situación del campesinado catalán.
El Estado también participó en el desarrollo industrial a través de las Reales Fábricas, dedicadas a la producción de artículos de lujo. Además, Carlos III promulgó un decreto de dignificación de los oficios para combatir el rechazo social hacia las actividades manufactureras.
La Liberalización del Comercio
- Comercio interior: La eliminación de aduanas internas gracias a los Decretos de Nueva Planta, junto con el aumento de la producción y la mejora de las infraestructuras, dinamizó el comercio.
- Comercio colonial: Inicialmente, el comercio ultramarino se mantenía bajo la estructura establecida por los Austrias, con la Casa de Contratación trasladada de Sevilla a Cádiz. Se establecieron las compañías comerciales, destacando la Guipuzcoana de Caracas. Carlos III liberalizó el comercio con América, primero autorizando a varios puertos peninsulares y luego decretando la libertad absoluta. Esto benefició especialmente a ciudades como Barcelona, que exportaba manufacturas catalanas.
Causas del Despegue Económico de Cataluña en el Siglo XVIII
Cataluña experimentó un notable despegue económico en el siglo XVIII, convirtiéndose en la región más avanzada y preparada para iniciar la Revolución Industrial en España. Este desarrollo se debió a varios factores:
- La existencia de los censos enfitéuticos desde la Edad Media, un sistema de arrendamiento de tierras a largo plazo con rentas fijas, que incentivaba a los campesinos a invertir en mejoras.
- El aumento de la producción agraria, que impulsó la producción industrial y el comercio, orientando la producción al mercado.
- La inversión de los beneficios en nuevas industrias, especialmente en el sector textil.
- La prohibición de la importación de ciertos productos extranjeros, como las telas asiáticas, por parte de la Corona.
Los comerciantes y fabricantes catalanes desarrollaron una industria no agremiada, utilizando la producción fabril. Destacó la producción de tejidos de algodón estampados (indianas), destinados principalmente al mercado colonial español. Esta industria alcanzó un alto grado de mecanización con la introducción de máquinas de hilar inglesas a partir de 1780.
La liberalización del comercio con América y la apertura de nuevos puertos beneficiaron especialmente a ciudades como Barcelona, incrementando significativamente sus exportaciones de vinos, aguardientes y textiles.