La Ilustración y la Revolución Francesa: Un Resumen Histórico
La Ilustración (1680-1730)
Características del Pensamiento Ilustrado
Las características esenciales del pensamiento ilustrado fueron:
- Predominio de la razón como criterio de verdad.
- Crítica como instrumento de censura.
- Defensa de la autonomía del poder civil.
- Tolerancia religiosa.
- Elevado interés por la economía y el progreso material como medio para alcanzar la felicidad.
- Educación como instrumento para difundir la razón.
- Interés por las ciencias experimentales.
Kant creía en la ilustración como medio de emancipación del ser humano. La Ilustración, aunque se difundió principalmente en Francia, nació en Inglaterra.
Pensadores Clave
- John Locke: Filósofo inglés que influyó en el pensamiento político, social y religioso. Su obra fue el fundamento del liberalismo político. Criticó el absolutismo y defendió el derecho de rebelión frente a la tiranía. Pensaba que el poder debía dividirse y que, si se usaba mal, los súbditos tenían derecho a rebelarse. Opinaba que los hombres son libres e iguales por naturaleza.
- Montesquieu: De origen noble, Montesquieu distinguió tres tipos de gobierno: republicano, monárquico y despótico. Criticó el despotismo por su falta de leyes y reglas, basado en el temor. Defendió la división de poderes: legislativo (parlamentos), ejecutivo (rey) y judicial (independiente).
- Voltaire: El pensador más genuino de la Ilustración francesa. Enemigo del fanatismo, la intolerancia y la superstición religiosa. La Iglesia católica condenó sus obras en 1753.
- Rousseau: Sus teorías sociales, políticas y educativas se hallan en cinco trabajos. Consideraba la sociedad en la que vivía como corrupta, dominada por la sed de riqueza, la competitividad y la injusticia, lo que lo alejó de Voltaire y los enciclopedistas. Defendió que el ser humano es bueno por naturaleza, pero la sociedad lo corrompe. El gobierno tiene la obligación de legislar y gobernar para el bien común; de lo contrario, las personas pueden rebelarse.
La Revolución Francesa
Problemas de la Hacienda Real
Francia atravesaba una grave crisis económica que afectaba a la hacienda real de Luis XVI. Ministros como Turgot plantearon reformas económicas y sociales basadas en las ideas de la Ilustración, proponiendo que los privilegiados pagaran impuestos. Estos se negaron, lo que supuso la destitución de Turgot. Calonne y Lomenie de Brienne llegaron a la misma conclusión, pero la nobleza exigió la reunión de los Estados Generales para aprobar cualquier nuevo impuesto. La intervención de Francia en la Guerra de Independencia de Estados Unidos agravó la crisis. Necker sustituyó a Lomiene.
Convocatoria de los Estados Generales
El monarca convocó los Estados Generales para el 5 de mayo de 1789, en medio de una grave crisis de subsistencia. La subida de los precios del pan obligó a la población a comprar menos, cerrando muchos talleres artesanos. Antes de la reunión, los estamentos elaboraron cuadernos de quejas con sus peticiones. El tercer estado reclamaba libertad de expresión, reunión y comercio, la supresión del régimen feudal y la igualdad civil.
Las causas profundas de la Revolución fueron la combinación de factores económicos, políticos, sociales e ideológicos.
La Asamblea Nacional (1789-1799)
La disputa sobre el voto por estamentos en los Estados Generales desencadenó la Revolución. El tercer estado, dirigido por Sieyès, pidió la igualdad de voto, pero el rey y los nobles se negaron. El 10 de junio, el tercer estado se autoproclamó Asamblea Nacional, depositaria de la soberanía. El rey anuló sus decisiones. El 20 de junio, se les cerró la sala de reunión y se reunieron en la sala del Juego de Pelota, pasando a llamarse Asamblea Nacional Constituyente.
La Asamblea Nacional Constituyente
Juró no disolverse hasta dar a Francia una constitución. La destitución de Necker por el rey provocó la toma de la Bastilla el 14 de julio de 1789. La firmeza revolucionaria obligó al rey a reconocer la Asamblea, reponer a Necker y aceptar sus decisiones. En el verano de 1789, la revuelta campesina El Gran Miedo llevó a la abolición del sistema feudal y la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Se expropiaron los bienes de la Iglesia y se decretó la Constitución Civil del Clero, estableciendo que los religiosos dependían del Estado. Los clérigos que aceptaron fueron llamados juramentados y los que se negaron, refractarios. Se reorganizó el territorio, con ayuntamientos, y se redactó la Constitución de 1791, que establecía la soberanía nacional y la separación de poderes.
La Asamblea Legislativa
El intento de fuga del rey en junio de 1791, detenido en Varennes, aceleró el juramento de la Constitución. Tras el juramento, la Asamblea Nacional Constituyente se disolvió y se eligió la Asamblea Legislativa, dominada por moderados y monárquicos. Las monarquías europeas ayudaban a los nobles exiliados para evitar la expansión de la revolución.
La Convención
Ante la amenaza prusiana, los sans-culottes asaltaron el Palacio de las Tullerías. La Asamblea suprimió la monarquía y eligió la Convención para redactar una nueva constitución. En 1792, Francia derrotó a Prusia en Valmy, abolió la monarquía y proclamó la república. Los girondinos (moderados), los jacobinos (radicales) y la Llanura (centristas) dominaron la vida política. Los jacobinos ejecutaron al rey. Se adoptaron medidas represivas, control de precios y la Ley del Máximo General. Se suprimió el culto y se creó un nuevo calendario. Robespierre fue guillotinado el 9 de Termidor.
La Convención Termidoriana
La burguesía moderada instauró una república conservadora y censitaria con la Constitución del Año III (1795), con sufragio restringido y un Directorio como poder ejecutivo.
El Directorio
En 1799, Sieyès, director del Directorio, preparó un golpe de Estado con Napoleón. El 18 de Brumario, Napoleón fue nombrado comandante y se detuvo a los diputados opuestos al golpe. Se nombraron tres cónsules provisionales.
El Congreso de Viena
El Congreso de Viena, dirigido por Metternich, buscaba restablecer el equilibrio entre las potencias europeas. Se rediseñó el mapa político de Europa y se formó la Cuádruple Alianza (Austria, Rusia, Prusia y Gran Bretaña), que luego se convirtió en la Quíntuple Alianza con Francia.
La Santa Alianza
La Santa Alianza buscaba mantener el absolutismo y defenderse del liberalismo. Envió a los Cien Mil Hijos de San Luis a España para restaurar el poder absoluto de Fernando VII.
Oleada Revolucionaria
Comenzó en España con el pronunciamiento del general Riego, dando inicio al Trienio Liberal. Se extendió por Portugal, países mediterráneos y América española. Las causas fueron el antiabsolutismo, el nacionalismo, las sociedades secretas, la importancia del ejército y el fracaso de las revoluciones previas.
Las Revoluciones de 1830 y la Independencia de Bélgica
La revolución liberal de 1830, con un componente nacionalista, comenzó en Francia con las Cuatro Ordenanzas, iniciando el reinado de Luis Felipe de Orleans. En Bélgica, el levantamiento, apoyado por Reino Unido y Francia, logró la independencia en 1831. En Polonia, Rusia derogó la constitución, rusificó la sociedad y persiguió el catolicismo. Las revoluciones de 1848, con causas económicas, políticas y sociales, comenzaron en Francia, con medidas revolucionarias y el apoyo a Napoleón.