La Nacionalización del Canal de Suez: Un Punto de Inflexión en el Conflicto Árabe-Israelí

El Surgimiento del Estado de Israel y el Conflicto Árabe-Israelí

Un factor crucial en las relaciones entre Oriente y Occidente fue el fin del mandato británico en Palestina y la fundación del Estado de Israel en 1948. Este evento, impulsado por el sionismo y la promesa de un territorio para el pueblo judío, desencadenó un conflicto duradero con la población árabe de la región.

La ONU propuso una partición de Palestina en dos estados, uno árabe y otro judío, con Jerusalén bajo control internacional. Sin embargo, el plan fue aceptado por los judíos y rechazado por los árabes, lo que condujo a enfrentamientos violentos. La creación de Israel causó la expulsión de muchos árabes, creando uno de los conflictos más graves del siglo XX.

La primera guerra árabe-israelí estalló inmediatamente después de la proclamación de Israel, con Egipto, Líbano, Siria, Irak y Transjordania atacando al nuevo estado. Israel salió victorioso, consolidando su posición y obteniendo más territorio del previsto por la ONU. Esta derrota generó un sentimiento de traición entre los árabes hacia Occidente y sus propios líderes, alimentando movimientos revolucionarios y el panarabismo.

La Nacionalización del Canal de Suez y la Guerra de 1956

En 1956, el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser, con una orientación nacionalista y revolucionaria, nacionalizó el Canal de Suez. Esta acción, motivada por la necesidad de financiar la construcción de la presa de Asuán, alarmó a Gran Bretaña y Francia, que temían la interrupción del suministro de petróleo. En respuesta, estos países, junto con Israel, atacaron Egipto, dando inicio a la segunda guerra árabe-israelí.

La ONU, ante la gravedad de la situación, exigió la retirada de las fuerzas invasoras. Bajo presión internacional y sin el apoyo de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia se retiraron. La Unión Soviética aprovechó la situación para brindar apoyo a Egipto, fortaleciendo la posición de Nasser. Estados Unidos respondió con la Doctrina Eisenhower, un programa de asistencia económica y militar para países de Oriente Medio, buscando contrarrestar la influencia soviética.

Las Guerras de 1967 y 1973

El conflicto se intensificó nuevamente en la década de 1960, culminando en la Guerra de los Seis Días de 1967. Israel obtuvo una victoria decisiva, ocupando el Sinaí, Gaza, los Altos del Golán y Cisjordania. Esta guerra marcó un punto de inflexión, con la creación de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) bajo el liderazgo de Yasser Arafat.

En 1973, estalló la Guerra del Yom Kippur, con Egipto y Siria atacando a Israel. Aunque Israel logró repeler el ataque, la guerra tuvo repercusiones económicas negativas para los países industrializados importadores de petróleo. Este conflicto marcó un retroceso para la URSS y un aumento de la influencia estadounidense en la región.

El Legado del Conflicto

El conflicto árabe-israelí ha tenido un impacto duradero en Oriente Medio y en el mundo. La lucha por la tierra, los recursos y la identidad nacional ha generado décadas de violencia y desconfianza. A pesar de los esfuerzos de paz, el conflicto sigue siendo un punto crítico en la política internacional.

Conclusión

La nacionalización del Canal de Suez fue un momento crucial en el conflicto árabe-israelí, intensificando las tensiones entre las naciones árabes e Israel, y marcando el comienzo de una nueva era de inestabilidad en la región. El conflicto continúa hasta el día de hoy, recordándonos la importancia de la diplomacia y la búsqueda de soluciones pacíficas a los conflictos internacionales.