1. De Al-Ándalus a los Reinos Cristianos (Siglos XI-XV)

El predominio musulmán en la Península Ibérica fue gradualmente sustituido por el cristiano. Tras la conquista de Toledo por Alfonso VI en 1085, el territorio de Al-Ándalus quedó bajo el control de las siguientes dinastías:

  • Almorávides: Bereberes nómadas del norte de África que formaron un imperio en el siglo XI. En 1086, fueron llamados por los reyes de taifas y entraron en la península. Tras derrotar a los cristianos en la batalla de Sagrajas (1086), impusieron su dominio en Al-Ándalus e instauraron un fuerte radicalismo religioso. En 1145, su imperio se desintegró en nuevos reinos de taifas.
  • Almohades: Sustituyeron a los almorávides en el norte de África. Entre 1146 y 1172, se impusieron en Al-Ándalus e implantaron un radicalismo religioso aún mayor. Vencieron en la batalla de Alarcos, paralizando temporalmente la Reconquista. Sin embargo, la victoria cristiana en la batalla de las Navas de Tolosa (1212) marcó el inicio de la decadencia almohade, que se fragmentaron en reinos de taifas hasta quedar reducidos al reino de Granada.
  • Reino Nazarí de Granada: Sobrevivió más de dos siglos gracias a las ayudas de los musulmanes del norte de África y a la compra de la paz a Castilla mediante el pago de parias (tributos). Finalmente, en 1492, los Reyes Católicos conquistaron Granada, aprovechando los enfrentamientos internos y la debilidad de los aliados norteafricanos.

2. La Reconquista

(Este apartado se puede ampliar con más información sobre las etapas y el desarrollo de la Reconquista)

3. Organización Política de los Reinos Cristianos

Monarquía: La institución principal de los reinos peninsulares. Los reyes tenían más poder que en otros países europeos. Los monarcas creían que su poder provenía de Dios y ejercían numerosas funciones: dictaban leyes, administraban justicia, dirigían el ejército, controlaban la acuñación de moneda y nombraban funcionarios. Se distinguían dos modelos:

  • Castilla: Monarquía unitaria, con un solo estado y una mayor autoridad del rey.
  • Corona de Aragón: Monarquía federativa, compuesta por varios reinos, cada uno con sus propias leyes, instituciones y costumbres. El rey tenía menos poder y se basaba en la teoría pactista: el poder proviene de Dios a través de los súbditos, a quienes el rey debía respeto.

Curia Regia y Cortes: Instituciones que asistían al rey en el ejercicio de su poder.

  • Curia Regia: Asamblea formada por la alta nobleza y el alto clero, que aconsejaba al rey en asuntos de gobierno.
  • Cortes: Asambleas que surgieron cuando el rey convocó a representantes de algunas ciudades (1188 en León, siglo XIII en el resto de reinos). Estaban formadas por representantes de los tres estamentos. Su función principal era aprobar las ayudas solicitadas por el rey y votar impuestos. La Curia Regia pasó a denominarse Consejo Real.

Administración territorial: Era compleja. El rey controlaba sus propios territorios (realengos). Los nobles laicos y eclesiásticos tenían autonomía para gobernar sus señoríos.

Ciudades: Poseían gobierno propio, inicialmente en manos de una asamblea de vecinos. Posteriormente, el poder recayó en un grupo de nobles ganaderos en Castilla y en grandes comerciantes y artesanos en Aragón.

4. La Repoblación: Un Nuevo Comienzo

La repoblación consistió en volver a poblar los territorios reconquistados, que habían quedado despoblados por el miedo a la guerra. Se distinguen tres tipos:

  • Repoblación concejil: Se llevó a cabo entre el Duero y el Tajo, y en el valle del Ebro. El territorio reconquistado se dividía en concejos o municipios, formados por una villa (ciudad amurallada) y un alfoz (término municipal). Los repobladores recibían una casa y tierras en función de su capacidad para la guerra. El concejo recibía un fuero que recogía los derechos y deberes de los ciudadanos y del rey.
  • Repoblación por órdenes militares: Se desarrolló entre el Tajo y Sierra Morena, y en los valles del Turia y Júcar. La repoblación se encomendó a órdenes militares, que recibían extensos señoríos (maestrazgos) a cambio de defender las tierras.
  • Repoblación por repartimiento: Se aplicó en la costa mediterránea. El territorio se repartía entre los participantes en la reconquista según sus méritos.

5. Economía y Sociedad en la Península Ibérica Medieval

La propiedad de la tierra se basaba en los señoríos, procedentes de donaciones reales como pago por la participación en la Reconquista o la repoblación.

  • Agricultura: Era la base económica. Se cultivaban cereales, vid y olivo en secano, y hortalizas y frutales en regadío.
  • Ganadería: Especialmente importante en Castilla, destacando la oveja merina por su lana de excelente calidad. Los rebaños eran propiedad de los estamentos privilegiados. El Honrado Concejo de la Mesta era una asociación reconocida y privilegiada por Alfonso X que defendía los intereses de los ganaderos.
  • Artesanía:
    • Castilla: Predominaban los talleres familiares, y los artesanos se agrupaban en cofradías para la ayuda mutua. Se trabajaba la lana, la piel, el hierro y el vino. La construcción naval se concentraba en los puertos del Cantábrico y Sevilla.
    • Aragón: Existían gremios que regulaban la producción. Se trabajaba la lana, el algodón, el lino, el cuero, el vidrio y la orfebrería. La construcción naval se desarrollaba en Barcelona, Valencia y Palma.
  • Comercio: Se realizaba en tiendas urbanas permanentes, mercados semanales y ferias anuales.
    • Castilla: Inicialmente, el comercio se centró en el Camino de Santiago. Posteriormente, se desarrolló el comercio atlántico a través de los puertos cantábricos (Bilbao y Santander), desde donde se exportaba vino y hierro vasco y lana castellana, y se importaban tejidos de lujo. Andalucía occidental exportaba cereales, aceite, vino y cuero, e importaba tejidos de calidad, ámbar, pieles, esclavos, oro y productos de lujo orientales.

Sociedad:

  • Nobleza y clero (privilegiados): No pagaban impuestos, poseían señoríos, tenían derecho de mando en algunos territorios y desempeñaban cargos en la corte y la administración. Existían diferencias económicas: alta nobleza (ricos hombres) y baja nobleza (hidalgos, caballeros-hidalgos); alto clero (obispos, abades) y bajo clero (sacerdotes y monjes).
  • Tercer estado (no privilegiados):
    • Campesinado: El grupo social más numeroso. Incluía propietarios libres y campesinos dependientes que trabajaban en señoríos.
    • Ciudades: Se distinguía una oligarquía urbana, cuya riqueza se basaba en la posesión de rebaños (Castilla) o en el comercio y los gremios (Cataluña). Por debajo se encontraba el común, que incluía la clase media y la clase baja.

6. Cultura, Arte Gótico y Mudéjar

Cultura: En la Península Ibérica convivieron las culturas musulmana, cristiana y judía. La Escuela de Traductores de Toledo tradujo textos de gran interés cultural del árabe a distintos idiomas. En literatura, destacan el Mester de Juglaría, con el Poema de mío Cid, y el Mester de Clerecía, con Gonzalo de Berceo. En el ámbito científico, sobresalieron los mapas. Las universidades experimentaron un notable desarrollo, como la de Valladolid.

Arte Gótico: Llegó desde Francia.

  1. Arquitectura: Destaca la catedral, como la de Burgos en Castilla y la de Barcelona en la Corona de Aragón. También se construyeron edificios civiles como castillos, palacios y lonjas.
  2. Escultura: Se concentra en las portadas de las catedrales, como la de León.
  3. Pintura: Se desarrolló la pintura de retablos y la miniatura, destacando ejemplos en León.

Arte Mudéjar: Estilo original de la Península Ibérica, que mezcla influencias cristianas (románicas y góticas) con musulmanas. Se caracteriza por el uso del ladrillo, un material de bajo coste y ampliamente conocido por la población. Los edificios adoptaban formas románicas y, posteriormente, góticas, con decoraciones de atauriques de yeso. Un ejemplo destacado son las iglesias mudéjares.