Proclamación y Reformas

La Segunda República, proclamada el 14 de abril de 1931, trajo consigo la democracia a España. El primer período republicano se caracterizó por su actividad reformista, con leyes innovadoras que pretendían democratizar la vida política, modernizar las estructuras y mejorar el nivel de vida de las clases menos favorecidas.

Cuestión Religiosa

La mayoría de la jerarquía eclesiástica era conservadora, mientras que existía una fuerte corriente anticlerical que pedía leyes restrictivas para la Iglesia. El gobierno defendía un Estado laico, lo que provocó un enfrentamiento con la Iglesia tras la aprobación de la Constitución. Las medidas de secularización incluyeron la separación de la Iglesia y el Estado, la extinción del presupuesto del clero, la libertad de cultos, la secularización de los cementerios, el divorcio, el matrimonio civil y la imposición de diversas limitaciones a la Iglesia.

Reforma Militar

Manuel Azaña, como ministro de Guerra, emprendió la reforma del ejército para eliminar el poder político de los militares, reducir el número de oficiales y unidades, y aumentar su eficacia. La Ley Azaña establecía que todos los mandos juraran fidelidad a la República, reorganizaba las unidades del ejército y suprimía la Ley de Xurisdicións de 1906. También se inició la reforma y modernización de la marina.

Reforma Agraria

España era un país rural con una gran cantidad de jornaleros agrícolas sin tierras. El gobierno republicano-socialista propuso una reforma de la propiedad de la tierra, que encontró resistencia entre los propietarios y latifundistas. Las primeras medidas incluyeron:

  • Decreto de términos municipales, que obligaba a los patrones a contratar jornaleros residentes en el municipio.
  • Decreto de prolongación automática de los contratos de arrendamiento agrario.
  • Decreto de laboreo forzoso, que obligaba a los propietarios a cultivar sus tierras.
  • Establecimiento de jurados mixtos para solucionar problemas entre obreros y patrones.
  • Seguros para trabajadores (accidentes, retiro, maternidad).
  • Implantación de la jornada de ocho horas en el campo.

En septiembre de 1932 se aprobó la Ley de bases de la reforma agraria, que autorizaba la expropiación de tierras mediante indemnización y su concesión en usufructo a los campesinos asentados en ellas. También se aprobó la Ley de intensificación de cultivos, que permitía la cesión de tierras no cultivadas a los jornaleros.

Educación

El gobierno de Azaña desarrolló una intensa actividad educativa para disminuir el analfabetismo y mejorar el nivel cultural de la población. La Constitución establecía la enseñanza obligatoria, gratuita y laica. Se crearon numerosas escuelas, se mejoró la formación de los maestros, aumentó el número de institutos y se desarrollaron clases para adultos. Las Misiones Pedagógicas y La Barraca llevaron la instrucción y la cultura a todos los rincones de España.

Autonomías

La Constitución republicana establecía la compatibilidad del Estado integral republicano con la autonomía de los municipios y regiones. Los catalanes fueron los primeros en elaborar su Estatuto de Autonomía, que fue aprobado en referendo popular en agosto de 1931. El Estatuto establecía un Parlamento, un presidente de la Generalitat y un Consejo ejecutivo, con facultades legislativas y ejecutivas en diversas áreas.

Oposición y Conflictos

Las reformas contaron con gran oposición. El 10 de agosto de 1932, José Sanjurjo encabezó un levantamiento militar contra la República, pero el gobierno pudo controlar la situación. Las medidas reformistas fueron obstaculizadas por los grandes y medianos propietarios, lo que provocó huelgas y manifestaciones. Los anarquistas desarrollaron diferentes insurreccións, siendo el acontecimiento más trágico el de Casas Viejas, donde los campesinos sublevados fueron acorralados y fusilados sin juicio previo.

Crisis Política

Azaña dimitió y Lerroux formó un nuevo gobierno, pero no consiguió los apoyos parlamentarios necesarios. Ante esta situación, el presidente de la República, Alcalá Zamora, convocó elecciones generales para noviembre de 1933, en las que por primera vez votaron las mujeres.

Golpe de Estado y Guerra Civil

La derrota de las derechas y el temor a la revolución social estimularon la elaboración de proyectos golpistas de carácter militar. Los grupos conservadores vieron en el ejército el único medio para hacer frente a la amenaza comunista. Bajo la dirección de Emilio Mola, los militares golpistas concretaron las acciones y el papel de cada uno de ellos.

La Guerra Civil Española, que tuvo lugar entre el 18 de julio de 1936 y el 1 de abril de 1939, fue un conflicto cruento entre españoles enfrentados en dos bandos: azules (nacionales o fascistas) contra rojos (comunistas). El Gobierno de la República logró resistir durante casi tres años, pero finalmente el triunfo fue para los militares sublevados.

Ideología y Apoyos

Los dos bandos enfrentados entendían de modo diametralmente opuesto su participación en el conflicto. Para los sublevados, era un Alzamiento Nacional de apoyo espontáneo, popular y cívico-militar, protagonizado por los defensores de la religión, la unidad de la patria y la propiedad privada. Para el Gobierno de la República, era una rebelión contra el orden legalmente establecido y las reformas.

Los apoyos a un bando y otro fueron:

  • A Favor de la República: la mayoría de los generales del ejército de Tierra, la marinería, la aviación, la Guardia de Asalto, las masas obreras urbanas, los jornaleros del sur de la Península y la pequeña burguesía urbana.
  • A Favor de los sublevados: oficiales intermedios del ejército de Tierra, la Guardia Civil, las masas católicas y conservadoras, los pequeños y medianos propietarios agrícolas.

Antecedente de la Segunda Guerra Mundial

La guerra civil española se considera un antecedente de la Segunda Guerra Mundial por ser:

  • Una guerra ideológica, presentada como una guerra entre el fascismo y la democracia.
  • Una guerra que implicó a toda la población.
  • Una guerra que presenta rasgos de combate social y lucha de clases.
  • Una guerra que militarmente mezcla formas de combate arcaicas con otras nuevas.