Introducción

A modo de introducción, la Segunda República fue un ambicioso intento de modernización política y el primer ensayo real de democracia de masas en la Historia de España, abriendo la vida política a grupos hasta entonces relegados.

Sin embargo, tuvo que afrontar adversidades y obstáculos tanto en el ámbito internacional, con la situación de inestabilidad en Europa debido al auge de los fascismos y una crisis económica mundial, como en el ámbito nacional, con la oposición tanto de las élites españolas, al negarse a colaborar con cualquier tipo de reforma, como de los sindicatos, con escasa paciencia y nula comprensión al gobierno.

Esto, junto a un sistema de partidos muy fragmentado, provocó que este período destacase por la inestabilidad política y la formación de gobiernos de coalición, considerándose uno de los períodos más complicados de la historia de nuestro país.

La Proclamación de la República y el Período Constituyente

En el segundo punto explicaré la proclamación de la República y el período constituyente. El 12 de abril de 1931 se celebraron elecciones municipales en España con sufragio universal masculino, que se entendieron como un plebiscito a Alfonso XIII. La victoria republicana en las grandes ciudades provocó la renuncia al trono de este, su posterior exilio y la proclamación de la Segunda República el 14 de abril de 1931.

Tras esto se formó un gobierno provisional formado por republicanos, socialistas y autonomistas catalanes del Comité Revolucionario que surgió el Pacto de San Sebastián. Este gobierno provisional convocó elecciones a cortes constituyentes, pero tuvo que hacer frente a dos graves problemas.

El Problema Catalán

El primero fue el problema catalán con la proclamación del Estat Catalá. Para solucionar este conflicto, miembros del gobierno provisional se dirigieron a Barcelona para negociar con el presidente catalán Francesc Macià, consiguiendo el freno al Estado Catalán a cambio del estatuto de autonomía para Cataluña.

La Reacción de la Iglesia

El segundo problema fue la reacción de la Iglesia que, a pesar de las recomendaciones del Papa de colaborar con las nuevas autoridades, la oposición a las políticas republicanas de algunos sectores de la Iglesia y las acciones anticlericales como la quema de iglesias provocó la nula colaboración con la República.

Las elecciones a cortes constituyentes fueron convocadas para el día 28 de junio de 1931 en la que obtuvieron la victoria los partidos de la coalición gobernante, que aprobaron la Constitución de 1931 sin unanimidad debido a la oposición de los sectores conservadores.

Esta constitución destaca por su carácter democrático y progresista al definir a España como una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de libertad y de justicia. Los aspectos más destacados son:

  • Los poderes, en el que la soberanía reside en el pueblo, el poder legislativo residía en el Congreso de los Diputados, el ejecutivo en el gobierno y el presidente de la República y el judicial en los tribunales.
  • El sufragio universal para mayores de 23 años y el femenino también a partir de 1933.
  • Una amplia declaración de derechos sociales y laborales.
  • La separación Iglesia-Estado.
  • El estado de las autonomías que, aunque España era un estado único, admitía autonomías regionales

El gobierno también aprobó varias medidas de urgencia como la amnistía para los presos políticos, la libertad de culto o medidas laborales para la mejora del campesinado y obreros.

El Bienio Reformista

En el tercer punto, explicaré el bienio reformista. El 15 de diciembre de 1931 se constituyó el primer gobierno ordinario con Alcalá Zamora como Presidente de la República y Azaña como presidente del gobierno, formado por socialistas y republicanos. Las reformas más destacadas fueron:

La Reforma Agraria

La reforma agraria, que pretendía poner fin al latifundismo y mejorar las condiciones de vida de los jornaleros. Primero se impulsaron medidas como la jornada laboral de 8 horas en el campo. Pero la verdadera reforma fue la Ley de Reforma Agraria, desarrollada por la Instituto de Reforma Agraria, que introducía medidas como la expropiación sin indemnización a una parte de la nobleza. Sin embargo, no tuvo el éxito esperado por la lentitud en su aplicación, falta de presupuesto y la resistencia de los propietarios. Esto provocó que los grandes propietarios se aliaran con los enemigos de la República y la decepción de los campesinos, que tomaron posturas más revolucionarias, ocupando fincas.

La Reforma Laboral

La reforma laboral llevada a cabo por Largo Caballero desde el Ministerio de Trabajo con medidas como La ley de Contratos de Trabajo y la Ley de Jurados Mixtos para solucionar los conflictos laborales, la ley de Laboreo Forzoso y de Accidentes de Trabajo en el Campo.

La Reforma Militar

La reforma militar para profesionalizar y democratizar el ejército, reduciendo los efectivos militares, poner fin al fuero especial de los militares, cerrar la Academia General de Zaragoza dirigida por Franco y la creación de la Guardia de Asalto, una fuerza de orden público fiel a la República. Esto provocó que varios sectores vieran estas medidas como una agresión a la tradición militar y la derecha aprovechó ese descontento para animar a una revuelta militar contra la República.

La Reforma Eclesiástica

La reforma eclesiástica limitó la influencia de la Iglesia y secularizó la sociedad española. Con la Ley de Congregaciones (1933) se limitaron las posesiones de bienes de órdenes religiosas y la posibilidad de disolución de estas si eran un peligro para el Estado, como la Compañía de Jesús. Una buena parte de católicos vieron esto como una agresión al catolicismo y provocó su antagonismo a la República.

La Reforma Educativa y Cultural

La reforma educativa y cultural consistió en crear un sistema educativo unificado, público, laico y gratuito, con coeducación de niños y niñas, la creación de 13000 plazas de docentes y escuelas primarias, unas 5000 bibliotecas y las Misiones Pedagógicas para llevar la cultura a las zonas rurales como La Barraca promovida por Federico García Lorca.

Las Autonomías Regionales

En cuanto a las autonomías regionales destacamos la aprobación del Estatuto de autonomía de Cataluña en 1932, con oposición de la derecha, con un gobierno y parlamento propios con competencias en materia económica, social, educativa y cultural y la cooficialidad del catalán. Sin embargo, el Estatuto de Autonomía del País Vasco no fue aprobado por su carácter antidemocrático hasta 1936. La oposición a este gobierno fue tanto de la derecha antiliberal como de la izquierda.

De la derecha destacamos el golpe de Estado fallido dirigido por el general Sanjurjo, condenado a pena de muerte, pero conmutado al exilio en Portugal, los fascistas que fundaron las JONS y usaron la violencia contra el movimiento obrero y la República, los monárquicos alfonsinos liderados por Calvo Sotelo y la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) que pretendían reformar la Constitución y restablecer el poder político y económico de la Iglesia.

De la izquierda, debido a la lentitud de las reformas y la impaciencia de los trabajadores, destacamos al PCE, POUM y CNT que promovieron huelgas generales e insurrecciones, como la de Casas Viejas, llegando a matar a los agricultores insurrectos, provocando la caída de Azaña.

El Bienio Radical

En el cuarto punto explicaré el bienio radical. En otoño de 1933, el jefe de gobierno Manuel Azaña dimite y Alcalá-Zamora disuelve las Cortes y convoca elecciones generales. Estas fueron la primera vez que votaron las mujeres y tuvieron una alta abstención. La izquierda acudió desunida, mientras que la derecha fue unida, provocando la victoria de esta. El nuevo gobierno estuvo presidido por Alejandro Lerroux que paralizó el proyecto reformista, frenando la reforma agraria y el proyecto de estatuto de autonomía del País Vasco. Restableció las relaciones con la Iglesia con un presupuesto de culto y clero y amnistió a Sanjurjo. Esto provocó la radicalización del PSOE y de la UGT, desarrollando huelgas y conflictos. Ante esto la CEDA pidió medidas para reprimir levantamientos y solicitó la participación directa en el gobierno. Todo esto provocó la revolución de octubre de 1934.

Las huelgas y manifestaciones de esta revolución para defender las reformas sociales fracasaron a nivel nacional por la falta de coordinación y dura represión del gobierno y fueron especialmente graves en Asturias, con la revolución social iniciada por los mineros por un acuerdo entre anarquistas, socialistas y comunistas. Esto fue duramente reprimido por la Legión con ejecuciones y detenciones. En Cataluña Lluís Companys, presidente de la Generalitat declaró la República Catalana dentro de la República Federal de España que contó con el apoyo de la izquierda, aunque fue reprimida y hubo un gran número de detenidos.

La CEDA aumentó su influencia en el gobierno para desmantelar la legislación progresista con medidas como la suspensión del Estatuto de Autonomía catalana o un anteproyecto para modificar la Constitución con medidas como la abolición del divorcio. Aunque no llegó a ser votado por los escándalos del Partido Radical y que Alcalá Zamora se negó a nombrar al líder de la CEDA, Gil Robles, como presidente del gobierno y convocó elecciones en febrero de 1936.

El Frente Popular

En el quinto punto explicaré el Frente Popular. Estas elecciones tuvieron alta participación y fueron ganadas por el Frente Popular, plataforma electoral de republicanos de izquierda (Izquierda Republicana y Unión Republicana) junto al PSOE, UGT, PCE y POUM, defendiendo medidas como la concesión de una amplia amnistía para los encarcelados de la Revolución de octubre de 1934 o la recuperación de la legislación del primer bienio. Azaña fue declarado presidente de la República y se formó un gobierno de republicanos que aplicaron medidas como el restablecimiento del Estatuto de Autonomía de Cataluña y se iniciaron negociaciones para la elaboración de los estatutos vasco y gallego. El movimiento sindical se lanzó a una movilización popular dirigida por la CNT y la UGT, ocupando tierras y numerosas huelgas.

Los militares “golpistas” fueron alejados de los centros de poder, se incrementó el clima de violencia social y terrorismo. Falange Española y grupos de extrema derecha iniciaron acciones violentas hacia líderes de izquierda, que respondieron del mismo modo.

El 18 de julio de 1936 otra fracasada conspiración militar derivó en guerra civil y puso fin al primer intento real de democracia en España, que no retornaría hasta 40 años después. En conclusión, el trágico final de la II República puso de manifiesto la profunda división de la sociedad y política española. El intento de democratización real que supuso la Segunda República se encontró de frente con los sectores conservadores de la sociedad española y que, tras una cruenta guerra civil, dio paso a un gobierno dictatorial hasta 1975.

La Muerte de Franco y el Inicio de la Transición

A modo de introducción, el 20 de noviembre de 1975 murió Franco. En la etapa final de su régimen había sido muy complicada: la crisis económica del 73, aumento de la conflictividad social, asesinato de Luis Carrero Blanco, presidente del gobierno, en un atentado de la ETA, aumento de los apoyos de la oposición política y el aperturismo de algunos sectores políticos y del a Iglesia.

El nuevo presidente, Carlos Arias Navarro, intentó resolver los problemas con más represión y se añadió la Marcha Verde en la que Marruecos ocupó el Sahara Occidental en la que España iba a preparar un referéndum, pero con Franco en el hospital abandonó a los saharauis.

La dictadura permaneció firme hasta el final, aunque después de tres años de la muerte del dictador, España se convirtió en una verdadera democracia.

La Transición Política

En el segundo punto explicaré la transición política, que fue el proceso de restablecimiento de las instituciones democráticas que tuvo lugar en España tras la muerte de Franco. Tras el fallecimiento de Franco se presentaron tres alternativas:

  • El continuismo del sistema franquista defendido por los inmovilistas.
  • La ruptura democrática con la formación de un gobierno provisional que pondría fin a las instituciones franquistas y convocaría elecciones, defendido por los grupos políticos opuestos al franquismo.
  • La reforma del sistema político y de las leyes franquistas hasta alcanzar una democracia plena.

La posición de Juan Carlos I, que optó por la vía reformista, fue fundamental y supuso que el proceso de transición no fuese una ruptura entre la dictadura y la democracia, sino una reforma del sistema sin remplazar a quienes ostentaban el poder en la legalidad franquista, gracias a un pacto entre los gobiernos de la monarquía y la oposición política dando respuesta a la opinión pública que reclamaba cambios sustanciales.

Además de esto, los factores claves que hicieron posible la transición fueron:

  • La nueva realidad social española que en los últimos diez años había experimentado profundos cambios sociales y políticos como el aumento del nivel de vida además de que la separación entre la política oficial y la sociedad real era abismal en 1975.
  • La actitud del rey, que fue nombrado por las Cortes franquistas y tuvo poderes ejecutivos reales y jefe del ejército, dándole capacidad para maniobrar el cambio político.
  • El fracaso político del franquismo que, con Arias Navarro, fue incapaz de hacer frente a una situación social y política convulsa.
  • La habilidad de Adolfo Suárez, que, como el rey, estaba convencido de la necesidad de cambio. El rey nombró a Torcuato Fernández Miranda presidente de las Cortes y Consejo del Reino y cuando dimitió Arias Navarro, Adolfo Suárez, a propuesta del Consejo del reino, fue nombrado presidente del Gobierno
  • El contexto internacional ya que España estaba rodeada de países democráticos con los que cada vez había más relaciones comerciales como las Comunidades Europeas.
  • La voluntad del ejército de no intervenir, manteniéndose fiel al rey y siendo controlado por el que fue ministro de Defensa el general Gutiérrez Mellado.
  • El papel de los partidos políticos de la oposición con voluntad de llegar a un acuerdo, siendo el que más cedió el Partido Comunista de España, liderado por Santiago Carrillo. Esta oposición formó dos alianzas, la Junta Democrática por el PCE y la Plataforma de Convergencia Democrática por el PSOE y la Democracia Cristiana. En 1976 ambas se fundieron dando lugar a la llamada Platajunta.

La Evolución Política de la Transición (1975-1978)

En el tercer punto explicaré la evolución política de la transición desde 1975 hasta 1978 (el periodo entre 1979-1982 corresponde al siguiente tema, “Los gobiernos democráticos”). Tras el nombramiento de Juan Carlos I como rey de España, Carlos Arias Navarro fue confirmado como presidente del gobierno, lo que decepcionó a la oposición democrática y al sector aperturista del régimen que lo consideraban incapaz de llevar a cabo la necesaria renovación política, pues intentaba aplicar reformas limitadas y excluyendo a grupos de ideologías separatista o comunista. Durante los primeros meses de 1976 se produjeron una serie de manifestaciones en las principales ciudades españolas dando apoyo a la renovación política, como huelgas organizadas por Comisiones Obreras o conflictos continuos en la Universidad. También se añadieron atentados terroristas de distinto signo. También se incrementó la actividad de la oposición que se aglutinó formando Coordinación Democrática, exigiendo la ruptura con el franquismo y la instauración de un sistema democrático, agrupando desde la Derecha liberal hasta el Partido Comunista. Finalmente, Arias Navarro dimitió y fue nombrado Adolfo Suárez presidente del Gobierno. A partir de este momento los cambios democráticos alcanzaron un ritmo acelerado. Se iniciaron pasos hacia la democratización como la Amnistía para los presos políticos, permisividad para la prensa o diálogo con la oposición. Destaca en especial el proyecto de Ley para la Reforma Política con la que se modificaba el sistema político vigente y regular la convocatoria de elecciones libres, aprobada por las Cortes franquistas el 15 de diciembre de 1976.

En los meses siguientes hubo una escalada terrorista, de distinto signo, buscando desestabilizar la situación del país, como el terrorismo de extrema derecha activado por fuerzas ligadas al aparato represivo franquista y aletadas por Fuerza Nueva. Destacamos en enero de 1977 el atentado de los abogados de Atocha, con la muerte de cinco abogados vinculados a CCOO o al PCE en la calle Atocha por pistoleros de extrema derecha. Esto fue respondido por con una manifestación pacífica, mostrando la madurez de la izquierda democrática. También hubo atentados de extrema izquierda y de ETA.

Otra medida muy importante fue la promulgación de la ley sobre el derecho de asociación política que legalizaba a todos los partidos excepto del PCE por miedo a la represión franquista, a pesar de ser el que más había luchado por la democracia y la Reconciliación nacional. Finalmente fue legalizado por sorpresa el sábado santo de ese mismo año. Tras esto comenzaron a llegar exiliados comunistas como Dolores Ibárruri, presidenta del partido y el 15 de junio de 1977 se celebraron las primeras elecciones democráticas desde 1936. En estas se aplicó el método D’Hondt y se aplicó un sistema claramente bipartidista. La victoria fue de la UCD, seguida del PSOE y de lejos por AP.

Tras esto se formó el primer gobierno democrático en España tras la Guerra Civil a pesar de no tener mayoría absoluta. Su principal objetivo fue la formación de una Constitución. En esta fase predomina la política de acuerdos (el consenso) en cuestiones clave para constituir la nueva democracia.

La Crisis Económica y los Pactos de la Moncloa

La Transición coincidió con una crisis internacional por la subida del precio del petróleo que en España tuvo muchas repercusiones como el descenso de ingresos por el turismo, aumento del paro o disparo de la inflación. Para abordar la situación se buscó un amplio consenso político y social que se concretó en los Pactos de la Moncloa para la reforma y el saneamiento de la economía con un programa de modificaciones jurídicas y políticas como un nuevo modelo de relaciones laborales o la reforma de la Seguridad Social.

La reforma tributaria permitió recaudar muchas más y de manera más justa, que se basó en el Impuesto sobre las rentas de las personas físicas (IRPF) y el impuesto de patrimonio para abordar los altos costes sociales y construir el estado del Bienestar.

El Problema de las Autonomías

En cuanto a los buenos resultados electorales de las formaciones nacionalistas catalanas y vascas, el gobierno tuvo que afrontar el problema de las autonomías históricas. Por tanto, hasta el establecimiento de la Constitución, se restablecieron como preautonomías las instituciones establecidas en la II República y disueltas por el franquismo como el Generalitat de Cataluña o el Consejo General Vasco.

La Constitución de 1978

En el cuarto punto explicaré la Constitución de 1978, que fue redactada por una comisión de 7 diputados y fue aprobada por las Cortes y en referéndum el 6 de diciembre de 1978. Se basa en los siguientes principios:

  • España es un Estado social y democrático de derecho.
  • La soberanía nacional reside en el pueblo español.
  • La forma del Estado es la monarquía parlamentaria.
  • El Estado español es unitario pero autonómico.
  • El castellano es el idioma oficial de todo el Estado y el resto de lenguas existentes oficiales en sus respectivas comunidades.
  • El rey es el jefe del Estado y mando supremo de las Fuerzas Armadas.
  • El poder legislativo reside en el Congreso de los Diputados y el Senado, elegidas por sufragio universal, siendo el Congreso el que controla al gobierno y ratifica o rechaza al presidente designado por el rey.
  • El poder ejecutivo reside en el Gobierno y depende del legislativo.
  • El judicial corresponde a los juzgados y tribunales, siendo la cúspide del sistema judicial el Tribunal Supremo.
  • Se recoge una amplia declaración de derechos y libertades muy avanzada y se establecen cauces para la protección estatal de creencias religiosas y su promoción a través de la educación.

La Constitución creó un Tribunal Constitucional y establece la figura del Defensor del Pueblo. También permite la formación de Comunidades Autónomas y admite la diferencia entre nacionalidades.

Conclusión

En conclusión, la Transición consiguió desmantelar desde dentro mediante cambios progresivos la legalidad e instituciones franquistas hasta aunarlas por completo. A pesar de la oposición de una minoría, se instauró la democracia, en gran medida por la labor de los responsables políticos y, sobre todo, por la madurez de un pueblo con afán de protagonizar su propia historia.