La Transición Española: Del Franquismo a la Democracia
La Transición Española: Alternativas Políticas Tras la Muerte de Franco
El Papel del Rey y el Gobierno de Adolfo Suárez
Se conoce como Transición al periodo comprendido entre la muerte de Franco en 1975 y la victoria electoral del PSOE en 1982. Esta etapa, marcada por un cambio pacífico, vio la restauración de la democracia y las libertades tras una dictadura restrictiva.
Tras la muerte de Franco y la proclamación de Juan Carlos I como rey, se presentaron tres proyectos políticos principales:
- El Inmovilismo: Defendido por el búnker franquista, este sector controlaba varios medios de comunicación y apoyaba el terrorismo, así como movimientos golpistas que culminaron en el fallido golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.
- El Reformismo: Encabezado por Manuel Fraga, este proyecto buscaba implementar reformas superficiales sin un reconocimiento real de los derechos y libertades fundamentales, manteniendo la influencia franquista.
- El Rupturismo: Este sector abogaba por la formación de un gobierno provisional para restablecer las libertades y elaborar una nueva Constitución.
El rey Juan Carlos I desempeñó un papel fundamental durante la Transición. A pesar de jurar lealtad a los Principios del Movimiento Nacional y a las Leyes Fundamentales franquistas al asumir la Jefatura del Estado el 22 de noviembre de 1975, Juan Carlos I presionó para la dimisión de Carlos Arias Navarro, presidente del Gobierno heredado del franquismo. Finalmente, el rey impuso a Adolfo Suárez como nuevo presidente.
Adolfo Suárez formó un gobierno con políticos jóvenes y anunció una reforma constitucional y la convocatoria de elecciones generales. Su proyecto de Ley para la Reforma Política estableció la soberanía popular y unas Cortes bicamerales con carácter constituyente. Se legalizaron los partidos políticos, aunque la legalización del Partido Comunista encontró resistencia en el ejército.
En este contexto, surgieron numerosos partidos políticos, entre los que destacaron:
- Alianza Popular (AP): Derecha.
- Unión de Centro Democrático (UCD): Centro, liderada por Adolfo Suárez.
- Partido Socialista Obrero Español (PSOE): Izquierda, liderado por Felipe González.
- Partido Comunista de España (PCE): Izquierda, liderado por Santiago Carrillo.
Además de estos partidos principales, también existían otros de menor importancia, así como partidos nacionalistas.
Las Elecciones de 1977 y la Constitución de 1978
En junio de 1977, se celebraron las primeras elecciones democráticas desde la Guerra Civil para formar unas Cortes constituyentes. La UCD resultó vencedora, con el PSOE como principal fuerza de oposición.
El rey encargó a Suárez la formación del primer gobierno democrático con el objetivo de elaborar una nueva Constitución, construir el Estado de las Autonomías y gestionar la crisis del petróleo y los efectos de la crisis mundial de los años 70. En este contexto, se firmaron los Pactos de la Moncloa.
Tras las elecciones, se aprobaron la Ley de Amnistía y se establecieron algunos regímenes preautonómicos, como en Cataluña y el País Vasco.
En 1978, se aprobó una nueva Constitución en el Congreso, refrendada posteriormente en referéndum. La Constitución de 1978 define a España como un Estado social y democrático de derecho y una monarquía parlamentaria con soberanía nacional. Entre sus principios fundamentales se encuentran:
- El rey como Jefe del Estado con el mando supremo de las Fuerzas Armadas.
- La separación de poderes: legislativo (Congreso y Senado), ejecutivo (Gobierno) y judicial (juzgados y tribunales).
- El Estado aconfesional.
- Una amplia declaración de derechos y libertades.
- El castellano como idioma oficial del Estado, reconociendo la cooficialidad de otras lenguas.
El Estado de las Autonomías y el Terrorismo Durante la Transición
La Constitución de 1978 define a España como un Estado unitario, pero reconoce las diferentes comunidades autónomas a las que se concede un amplio margen de autonomía. Se estableció un régimen especial para el País Vasco y Navarra, y se reconocieron las comunidades históricas que habían tenido autonomía en el pasado mediante el artículo 151 (vía rápida). El resto de territorios accedieron a la autonomía acogiéndose al artículo 143 (vía lenta).
Este proceso autonómico, con la elaboración de estatutos y su aprobación en Cortes y referéndum, dio lugar al mapa actual de 17 comunidades autónomas y dos ciudades autónomas. Posteriormente, se convocaron elecciones autonómicas para configurar los Parlamentos en cada territorio.
Mientras los partidos políticos apostaban por el diálogo pacífico y el consenso, sectores como el inmovilismo, el golpismo y el terrorismo de extrema derecha buscaban desestabilizar el país y obstaculizar la construcción del sistema democrático. La extrema derecha organizó manifestaciones contra el Gobierno y el proceso democrático, y se crearon numerosos grupos armados, como la Triple A. Se produjeron intentos de golpes de Estado militares, como la Operación Galaxia en 1978 y el 23-F en 1981.
Paralelamente, surgió un terrorismo de extrema izquierda que, además de atentados, protagonizó numerosos secuestros. ETA y GRAPO fueron los grupos terroristas más activos, llevando a cabo numerosos atentados contra las fuerzas armadas, los cuerpos de seguridad y personalidades vinculadas al franquismo.
Las Etapas Políticas de la Democracia
Los Gobiernos de la UCD (1977-1982)
Los gobiernos de la UCD, en minoría, afrontaron los retos de la nueva etapa democrática. Tras la reelección de la UCD en las elecciones de marzo de 1979, Adolfo Suárez formó su tercer gobierno. Sin embargo, el partido entró en crisis, reflejada en la pérdida de votos en las elecciones municipales de abril. La oposición ganó fuerza y el gobierno sufrió una moción de censura en 1980.
Suárez se enfrentó a la crisis económica y el desempleo, la actividad terrorista de ETA, la amenaza de un golpe de Estado y el acoso de los socialistas. Ante esta situación, dimitió en enero de 1981, siendo sucedido por Leopoldo Calvo Sotelo.
El gobierno de Calvo Sotelo aprobó la Ley del Divorcio y formalizó el ingreso de España en la OTAN, a pesar de la oposición socialista y comunista. Las divergencias ideológicas internas llevaron a Calvo Sotelo a disolver las Cortes y convocar elecciones anticipadas en octubre de 1982.
El Golpe de Estado del 23 de Febrero de 1981
La amenaza golpista se materializó el 23 de febrero de 1981, cuando el teniente coronel Antonio Tejero, al frente de un grupo de guardias civiles, irrumpió en el Congreso durante la votación de investidura de Leopoldo Calvo Sotelo. La falta de apoyo de los altos mandos militares frustró el intento golpista.
Los Gobiernos Socialistas (1982-1996)
El PSOE ganó las elecciones de octubre de 1982, gobernando con mayoría absoluta bajo el liderazgo de Felipe González hasta 1996. Esta etapa estuvo marcada por el fracasado golpe de Estado, el terrorismo de ETA y la crisis económica.
Las reformas socialistas buscaron consolidar el Estado de bienestar con medidas como la Ley General de Sanidad. Se impulsó la economía y se redujo la inflación. La entrada de España en la Comunidad Económica Europea (CEE) en 1986, tras la firma del Tratado de Adhesión en 1985, trajo consigo un proceso de reconversión industrial.
En el ámbito educativo, se promulgaron la Ley de Reforma Universitaria y la LOGSE. Se universalizó la asistencia sanitaria gratuita y se fortaleció la protección del desempleo y las pensiones. Se completó el mapa autonómico y se transfirieron competencias a las comunidades autónomas, descentralizando el gasto público.
Las divisiones internas en el PSOE, algunos casos de corrupción, el terrorismo y la crisis económica de 1992 desgastaron al gobierno socialista, dando paso a la victoria del Partido Popular en las elecciones de 1996.
Los Gobiernos del Partido Popular (1996-2004)
El gobierno de José María Aznar (1996-2004) tuvo que buscar el apoyo de los grupos nacionalistas al no alcanzar la mayoría absoluta, adoptando inicialmente una postura más centrista. Se cumplieron las condiciones para la entrada del euro como moneda de España en 1999. Se aplicó una política económica neoliberal y se intensificó la concentración empresarial.
Tras lograr la mayoría absoluta en las elecciones de 2000, el PP impulsó políticas recentralizadoras. Se suprimió el servicio militar obligatorio y se creó un ejército profesional. La decisión de Aznar de apoyar la invasión de Irak en 2003, junto a Estados Unidos, resultó impopular y contribuyó a la victoria del PSOE en las elecciones de 2004.
Los Gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011)
El gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011) promulgó leyes modernizadoras en materia de violencia de género, agilización de los trámites de divorcio y matrimonio homosexual. La crisis económica de 2007 marcó la última etapa de su gobierno.
Los Gobiernos de Mariano Rajoy (2011-2018)
Tras la dimisión de Zapatero, el PP ganó las elecciones de noviembre de 2011 con Mariano Rajoy como presidente. Su gobierno aplicó medidas de austeridad para afrontar la crisis, subiendo los impuestos e incrementando los recortes en gastos sociales, lo que llevó a un aumento del desempleo.
El gobierno de Rajoy se enfrentó a casos de corrupción, como el caso Bárcenas, y al desafío independentista catalán, con la formación de un gobierno independentista liderado por Carles Puigdemont.
El Fin del Bipartidismo (2015-2016)
Las elecciones de diciembre de 2015 marcaron el fin del bipartidismo en España con la aparición de nuevas fuerzas políticas como Podemos y Ciudadanos. El PP ganó las elecciones sin mayoría absoluta, lo que llevó a una repetición electoral en junio de 2016, en la que el PP volvió a ganar, aunque sin mayoría absoluta.