1.5. Las Fases de la Segunda República Española

1.5.1. El Bienio Reformista (1931-1933)

Durante este período, también conocido como Social-Azañista, Manuel Azaña lideró un gobierno de izquierdas con republicanos y socialistas, impulsando importantes reformas:

  • Reforma del Ejército: Se redujo el número de oficiales con la Ley de Retiro de la Oficialidad y se cerró la Academia Militar de Zaragoza.
  • Reforma Religiosa: Se secularizó el Estado, suprimiendo la financiación de la Iglesia y disolviendo órdenes como la de los Jesuitas.
  • Reforma Agraria: Se expropiaron latifundios para repartirlos entre campesinos sin tierras, incluyendo propiedades de la nobleza y tierras mal cultivadas.
  • Reforma del Estado Centralista: Se impulsó la creación de autonomías regionales, como la Generalitat de Cataluña y el estatuto vasco.
  • Reformas Sociales: Se mejoraron las condiciones laborales con la Ley de Contratos de Trabajo, la jornada de 40 horas y el aumento de salarios. Se promovió la educación laica.

Resistencia y Conflictos: Las reformas encontraron oposición en la Iglesia, el ejército y la patronal. La clase obrera, por su parte, se desilusionó por la lentitud de los cambios. Grupos monárquicos y fascistas (Renovación Española, JONS, Falange Española) se opusieron a la República. La CEDA y la UME representaron corrientes autoritarias. El general José Sanjurjo lideró un fallido golpe de Estado en 1932 (la “Sanjurjada”).

El movimiento obrero, con la CNT (Confederación Nacional del Trabajo) superando el millón de afiliados en 1936, se dividió entre moderados y radicales. Estos últimos, con figuras como Buenaventura Durruti, protagonizaron huelgas, insurrecciones y la creación de comunas libertarias. La represión gubernamental, como en los sucesos de Casas Viejas (Cádiz), generó gran descontento.

1.5.2. El Bienio Conservador (1933-1936)

Tras la dimisión de Azaña, las elecciones de 1933 dieron la victoria a la centro-derecha. El gobierno de Lerroux paralizó las reformas, devolviendo tierras a la nobleza y permitiendo la libertad de contratación, lo que redujo los salarios y provocó huelgas campesinas. Se detuvo la reforma religiosa y se buscó un acuerdo con la Santa Sede. Se amnistió a los implicados en la “Sanjurjada” y a colaboradores de la dictadura de Primo de Rivera.

La radicalización de la CNT y la UGT culminó en la Revolución de Octubre de 1934. La entrada de la CEDA en el gobierno provocó huelgas generales. En Asturias, mineros, anarquistas, socialistas y comunistas protagonizaron una revolución social, reprimida por las tropas de los generales Goded y Franco, con un saldo de aproximadamente 1.000 mineros y 450 militares y guardias civiles fallecidos. En Cataluña, Companys proclamó la República Catalana dentro de una España Federal, lo que llevó a una huelga general y a la detención de 3.500 personas por parte del general Batet.

El gobierno radical de Lerroux se vio afectado por escándalos de corrupción, lo que llevó a la caída de la coalición radical-cedista. El intento de Gil Robles (CEDA) de presidir el gobierno fracasó, y Alcalá Zamora convocó nuevas elecciones.

1.5.3. El Triunfo del Frente Popular (1936)

En febrero de 1936, el Frente Popular (republicanos, socialistas y comunistas) ganó las elecciones. Alcalá Zamora fue destituido y Manuel Azaña asumió la presidencia, con Casares Quiroga como jefe de gobierno. Se amnistió a 30.000 presos políticos y se obligó a la readmisión de obreros despedidos. Se restableció el gobierno de la Generalitat y se iniciaron negociaciones para nuevos estatutos regionales. Se retomaron las reformas de 1931. Para prevenir un golpe de Estado, se trasladó a generales sospechosos a puestos periféricos, generando la oposición de terratenientes e Iglesia.

La violencia política se intensificó. El golpe de Estado, liderado por el general Mola, se precipitó tras el asesinato del teniente Castillo y de José Calvo Sotelo. El 17 de julio de 1936, tropas del ejército de África se sublevaron. El golpe fracasó en su intento de controlar las principales ciudades, dando inicio a la Guerra Civil Española (18 de julio de 1936 – 1 de abril de 1939).