El Islam: Orígenes y Primeros Siglos

Contexto Geográfico y Social en Arabia Preislámica

La doctrina islámica nació en la península de Arabia, una región ubicada entre el mar Rojo, el golfo Pérsico y el extremo occidental del océano Índico. Este vasto territorio se dividía en tres zonas principales:

  • Septentrional: Con influencias sirias y mesopotámicas.
  • Central: Dominada por el desierto y habitada por nómadas, incluyendo pastores beduinos y mercaderes de caravanas. Aquí se encontraban las ciudades clave de La Meca y Medina.
  • Meridional: La zona más fértil, gracias a la influencia del monzón.

En la región central, específicamente en La Meca, nació Mahoma. Esta ciudad presentaba una menor fragmentación social y religiosa en comparación con otras áreas. Poseía creencias complejas, destacando la veneración a la piedra negra o Kaaba, que establecía una jerarquía en el panteón de dioses preislámicos. Además, las influencias del cristianismo y el judaísmo eran notables debido a la presencia de mercaderes.

Mahoma y el Nacimiento del Islam

Alrededor de los cuarenta años, Mahoma comenzó a mostrar una especial sensibilidad por las diferencias sociales en La Meca, generadas por el enriquecimiento de unos pocos a través del comercio. Empezó a denunciar las injusticias y, en esta época, recibió la llamada de la divinidad a través del arcángel Gabriel. Inició su predicación primero entre familiares y luego entre amigos. Gradualmente, se transformó de predicador en profeta y, hacia el año 619, fundó su primera comunidad, de carácter igualitario y revolucionario. En ella, Mahoma se reconocía como el último de los profetas enviados por Dios, entre los que se incluían Abraham, Moisés y Jesús.

Sus ideas encontraron resistencia entre los ricos mercaderes de La Meca. Por temor a su reacción, en el año 622, Mahoma huyó a Medina en un evento conocido como la Hégira, que marca el inicio del calendario islámico. En Medina, se convirtió en el primer magistrado, uniendo el poder político y religioso, un rasgo que aún caracteriza a los gobernantes de muchos países musulmanes. Allí se definieron algunos rasgos esenciales del Islam:

  • La comunidad estaría unida por la sumisión (significado de la palabra Islam) a la voluntad de Alá.
  • El poder procedía de Dios, y quien lo ejercía era el destinatario de la sumisión debida a Alá.
  • Se estableció una cierta militarización de la primera comunidad islámica como instrumento para la difusión de la doctrina.

Mahoma inició campañas contra los infieles en la península de Arabia. En el año 628, peregrinó a la Kaaba en La Meca como símbolo de reconciliación. Medina se convirtió en la capital política del naciente estado islámico, y La Meca en su centro religioso.

La doctrina islámica se basa en la sumisión a Dios. Se caracteriza por el monoteísmo y la igualdad de todos los creyentes.

Los Primeros Califas y la División del Islam

Califa significa sucesor de Mahoma, un cargo político y la máxima autoridad religiosa. Tras la muerte de Mahoma en el 632, se eligieron cuatro califas electivos u ortodoxos: Abu Bakr (632-634), Omar (634-644), Otman (644-656) de la familia Omeya, y Alí (656-661), primo y yerno de Mahoma.

Estas sucesiones no fueron pacíficas. Tras la muerte del tercer califa, se inició un enfrentamiento entre Alí y los Omeyas. Los Omeyas ganaron, estableciendo un califato hereditario con capital en Damasco. Los seguidores de Alí no se sometieron, dividiendo al Islam en dos ramas:

  • Sunnitas: Mayoritarios, creyentes en la Sunna o tradición.
  • Chiítas: Creían que el legítimo sucesor de Mahoma era Alí y esperaban la llegada de un Imán, verdadero sucesor de Alí.

La Dinastía Abbasí y la Expansión del Islam

A mediados del siglo VIII, el descontento con el dominio de unas pocas familias bajo el Califato Omeya llevó a una revuelta. Los Abbasíes vencieron a los Omeyas, trasladando la capital a Bagdad. La expansión del Islam fue rápida:

  • A la muerte de Mahoma, el Islam se había extendido por casi toda la Península Arábiga.
  • Durante el período de los cuatro califas electivos, se conquistó el Imperio Persa y parte del Imperio Bizantino, así como el norte de África.
  • Bajo el Califato Omeya, se conquistó el reino visigodo de la Península Ibérica y se completó la conquista del norte de África. La expansión hacia el reino franco fue detenida en la Batalla de Poitiers en el 732.
  • Por Oriente, la expansión sobrepasó el río Indo.

Esta rápida expansión se debió a la debilidad interna de los imperios Persa y Bizantino, el mandato de la Yihad, el reparto del botín entre los soldados y la tolerancia religiosa hacia judíos y cristianos (diminíes) a cambio de un tributo.

Debilidades, Adversarios y la Llegada del Imperio Otomano

El vasto imperio islámico pronto enfrentó debilidades y adversarios:

  • Luchas internas por la creciente independencia de los gobernadores provinciales. En el siglo X, había tres califas: en Bagdad, Córdoba y Egipto.
  • Ataques externos de los cruzados, que conquistaron Tierra Santa a finales del siglo XI, y de los mongoles, que atacaron Bagdad.
  • Los turcos, otro pueblo de Asia central convertido al Islam, conquistaron territorios del imperio musulmán y fundaron el Imperio Otomano. Conquistaron Constantinopla en 1453 y dominaron parte de Oriente Próximo, el norte de África y parte de Europa Oriental hasta los siglos XIX y XX.

Mientras tanto, el Islam continuó extendiéndose por Asia central, China, India, las islas del Índico y África oriental.