El panorama político francés se ha caracterizado por la evolución y adaptación de sus partidos a lo largo de la historia. A continuación, se presenta una breve descripción de algunos de los partidos más relevantes:

Partidos de Centro-Derecha

Estos partidos han experimentado transformaciones significativas a lo largo del tiempo:

  • El Partido Republicano, heredero del Centro Nacional de los Independientes de la IV República, adoptó su nombre actual en 1977. Nueve años después, François Léotard y un grupo de jóvenes defensores del ultraliberalismo económico tomaron la dirección del partido.

  • Fuerza Democrática, sucesora del Centro Democrático y Social, partido democristiano que se oponía al laissez-faire ultraliberal, defiende la economía social de mercado y apoya las conquistas del Estado social.

  • El Partido Radical, históricamente vinculado a la masonería, ha superado la división entre laicismo y clericalismo.

Las exigencias del sistema electoral han unido a estos partidos al RPR, más allá de la coalición UDF.

Parti Socialiste (PS)

El Parti Socialiste (PS) nació en el congreso de Epinay en 1971, de la fusión de la antigua Sección Francesa de la Internacional Obrera (SFIO) y de pequeñas asociaciones reformadoras. Su primer secretario, François Mitterrand, impulsó una reforma estratégica e institucional que llevó al partido al poder en 1981.

Antes de Epinay, la SFIO, partidaria del parlamentarismo, se oponía al régimen presidencialista de la V República. Mitterrand dirigió el nuevo partido con propuestas de realismo político, buscando una mayor influencia en la sociedad. Imprimió un estilo presidencialista al partido, permitiendo el enfrentamiento de corrientes internas, pero manteniendo un grupo homogéneo en la cima. El partido presentó candidatos en todas las circunscripciones electorales y se abrió a todas las tendencias sociales progresistas.

En 1981, Mitterrand ganó las elecciones presidenciales, y el PS las legislativas. Convertido en partido gobernante, el PS abandonó el programa común con los comunistas y se convirtió en un partido reformista. Las victorias electorales de los años 80 no solo provocaron el cambio ideológico, sino que también el partido acusó los efectos del desgaste del poder. El programa electoral de 1988 no se parecía en nada al de 1981. Esta situación se agravó tras el congreso de Rennes de 1990. En 1991, presentaron un proyecto que dio lugar a un programa ultrarreformista para las elecciones de 1993 (incluyendo propuestas ecologistas), pero no obtuvo el respaldo electoral esperado.

Las elecciones presidenciales de 1995 encontraron al PS en una situación de larga y profunda crisis interna, que condujo a una falta de liderazgo. Lionel Jospin propuso que todos los militantes del partido eligieran al candidato para Presidente de la República, siendo él el elegido por 2/3 de los votos frente al candidato oficial. En las presidenciales, Jospin consiguió vencer en la primera vuelta y poner en aprietos a Chirac en la segunda. Tras las elecciones, se inició una profunda renovación del partido, eligiéndose los cargos del mismo mediante sufragio universal. El liderazgo de Jospin ha dado buenos resultados, venciendo en 1997 y ocupando el cargo de Primer Ministro, abriendo el nuevo periodo de cohabitación. Posteriormente, ha sido el partido más votado en las europeas de 1999 y, coaligándose con otras fuerzas de izquierda, ha conseguido la alcaldía de París en 2001. A pesar de ello, no ha conseguido pasar a la segunda vuelta en las presidenciales de 2002, convirtiéndose en oposición en la Asamblea Nacional tras las legislativas de ese mismo año.

Parti Communiste Français (PCF)

El Parti Communiste Français (PCF) ha sido uno de los partidos comunistas más importantes de occidente y el primer partido de Francia en las legislativas de 1946 con el 28,5% de los votos. Durante la IV República se mantuvo en torno al 26%, y en la V descendió al 20%, para en los años 80 comenzar a bajar en torno al 10% y se convirtió en un partido pequeño.

La crisis del PCF se produce dentro de la crisis general de los partidos comunistas. Dos factores han influido en ello: el cambio progresivo del movimiento obrero tradicional a partir de la II Guerra Mundial y la desaparición del referente soviético, al que se mantuvo fiel hasta la caída de la URSS. La llamada lógica monista de la V República favorece esta crisis. En primer lugar, el cambio del comportamiento electoral francés, concediendo mayorías sólidas a los partidos ganadores, disminuye la importancia de la oposición. En segundo lugar, el escrutinio mayoritario a dos vueltas no crea problemas a los partidos radicales en la primera vuelta, pero sí en la segunda porque hay que buscar electores fuera de los afines al partido. A partir de 1994, coincidiendo con el relevo en la dirección, se produjo un cambio de orientación y una táctica más abierta al exterior. Tanto la ideología como la estructura le han impedido evolucionar hacia la democratización y presentar un proyecto convincente para una parte significativa de la sociedad.