De la Prosperidad a la Crisis: La Economía de Estados Unidos en los Años Veinte y Treinta

Los Felices Años Veinte: Una Época de Bonanza Económica

El período conocido como los Felices Años Veinte abarca desde 1922 hasta 1929, y se caracterizó por una notable prosperidad económica en Estados Unidos. Este auge formó parte de un ciclo económico expansivo que benefició a gran parte de la sociedad, impulsando un crecimiento económico sin precedentes. Sin embargo, este rápido crecimiento también generó una burbuja especulativa que, eventualmente, estallaría.

El aumento del consumo y la popularización de la venta a plazos llevaron a un endeudamiento masivo de los consumidores. La radio se consolidó como un medio de comunicación masivo, accesible y económico para la población. En el ámbito industrial, la fábrica Ford revolucionó la producción con la implementación de la cadena de montaje, reduciendo costos y tiempos de producción. Este modelo se extendió a otros sectores como la siderurgia y la industria del vidrio.

El Crack del 29 y el Inicio de la Gran Depresión

En 1929, el capitalismo experimentó la mayor crisis económica de su historia. El 24 de octubre de ese año, conocido como el Jueves Negro, la Bolsa de Nueva York sufrió un desplome espectacular. La excesiva confianza generada por la prosperidad de los años anteriores llevó a muchas empresas a invertir sus beneficios en la compra de acciones, inflando su valor artificialmente. Los inversores, a su vez, compraban acciones con dinero prestado por los bancos. Cuando la Bolsa comenzó a caer, los bancos exigieron la devolución de los créditos, provocando una caída aún mayor.

Consecuencias de la Crisis de Nueva York

  • Económicas: El comercio mundial se contrajo drásticamente. Los estados incrementaron su intervención en la economía, fijando precios, y se generó un clima de desconfianza en los sistemas de pago.
  • Políticas: La crisis desacreditó al liberalismo y favoreció el auge de ideologías extremas, tanto de ultraderecha como de izquierda, que se presentaban como soluciones a la crisis.

La Gran Depresión: Un Hundimiento Económico Global

La Gran Depresión se caracterizó por el colapso de varios sectores económicos. La producción industrial mundial descendió un 40%, afectando especialmente a la industria siderúrgica y a la producción de bienes de consumo. En el sector agrario, los precios se hundieron y la demanda disminuyó. Las imágenes de campesinos destruyendo sus cosechas contrastaban con la escasez de alimentos que sufrían millones de familias. La disminución de la actividad económica y del consumo provocó la quiebra general del comercio mundial.

Inicialmente, se pensó que la crisis sería breve. Los estados recurrieron al proteccionismo para defender la producción nacional frente a la competencia externa.

La Propuesta Keynesiana: Una Nueva Perspectiva Económica

Según la teoría keynesiana, la variable clave en la economía es la demanda agregada. Si la demanda total supera a la producción, se produce un aumento en el nivel de precios. La incidencia de un incremento de la demanda agregada sobre los precios depende de la situación económica, es decir, del grado en que la demanda de bienes y servicios supere a la oferta.

En una situación de pleno empleo, un aumento de la demanda agregada provocará un aumento de los precios. Sin embargo, en una situación de alto desempleo, la relación entre demanda agregada y precios no es tan directa, ya que un aumento de la demanda podría ser compensado por un aumento de la oferta, dependiendo de la disponibilidad de mano de obra y capital.

El New Deal: La Respuesta de Estados Unidos a la Crisis

La política más exitosa para enfrentar la crisis fue el New Deal, implementado en Estados Unidos por el presidente Franklin D. Roosevelt. Esta política, que incluía medidas económicas y sociales, buscaba reactivar la producción y estimular la demanda. Al ser adoptadas desde el gobierno, estas medidas rompían con la tradicional no intervención del Estado en el liberalismo económico clásico.

Medidas del New Deal

  • Reforma del sistema bancario, reforzando el control estatal y mejorando la protección de los clientes.
  • Contratación de obreros desempleados por parte del gobierno, llegando a emplear a siete millones de personas.
  • Garantía de precios para los campesinos y convenios colectivos para los trabajadores, con salarios mínimos y reducción de la jornada laboral.
  • Inversión pública en grandes obras de infraestructura.
  • Supervisión de la actividad bursátil y establecimiento de cuotas de producción para empresas y campesinos.
  • Creación del primer sistema federal de seguro de desempleo y pensiones, con establecimiento de salario mínimo y jornada laboral máxima.

El New Deal mejoró significativamente la coyuntura económica y alivió los dramas sociales causados por la Gran Depresión. Sin embargo, la recuperación total no se alcanzó hasta la Segunda Guerra Mundial, con el relanzamiento de la demanda que generó el conflicto bélico. A finales de la década de 1930, la economía mundial seguía sumida en la depresión.