El Proceso de Transición a la Democracia y la Constitución de 1978

Periodo histórico que abarca desde la muerte de Franco (20-XI-1975) hasta la victoria electoral del PSOE en 1982. Se produce un cambio de régimen, de la dictadura a la democracia, mediante un proceso de transición pacífica, partiendo desde la legalidad franquista y con un amplio consenso. Recuperación de las libertades y del pluralismo político, valores que serán recogidos en la Constitución de 1978.

Proclamación del Rey Juan Carlos I y Gobierno de Arias Navarro

El 21-XI-1975, Juan Carlos I juró su cargo como Rey de España ante las Cortes franquistas. Su discurso combina “la herencia recibida” con un “espíritu nuevo” de reconocimiento de derechos y libertades. El rey mantiene en la jefatura de gobierno a Arias Navarro. Creciente movilización social en demanda de amnistía y libertad reprimidas por las fuerzas del orden o los ultras en mayo de 1976. Vuelven los primeros exiliados. La reacción de los poderes fácticos: inmovilismo militar, predominio de la línea reformista en la Iglesia, y poderes económicos partidarios de reformas liberales pero proteccionistas.

Alternativas Políticas al Franquismo

  • Continuismo: El “bunker”, sector inmovilista del franquismo, aspira a la continuidad de las instituciones franquistas sin Franco. Las limitadas reformas de Arias Navarro solo reconocen un régimen de partidos dentro del “Movimiento”, excluyendo partidos “separatistas” y comunistas.
  • La Reforma: Sector aperturista del franquismo. Partidarios de la vía democrática desde la legalidad franquista, liderado por el presidente de las Cortes y del Consejo del Reino, Torcuato Fernández Miranda.
  • La Ruptura: Engloba a toda la oposición antifranquista, sobre todo de izquierdas. En marzo de 1976 se unen la Junta Democrática con la Plataforma de Convergencia Democrática (PSOE), formando la Coordinación Democrática o “platajunta”. La ruptura democrática combinaba la movilización social con la negociación con los reformistas del franquismo para acabar con dicho régimen, pidiendo amnistía para los presos políticos, legalización de partidos y sindicatos, libertades y elecciones libres que abrieran un proceso constituyente. Líderes de prestigio: Ruiz Jiménez, Tierno Galván, Sánchez Mintero y Felipe González.

El Papel del Rey: Sustitución de inmovilistas por aperturistas como Fernández Miranda. El nuevo gobierno de Arias Navarro se vio incapaz de llevar a cabo reformas democráticas. En julio de 1976, el Rey forzó su dimisión y nombró presidente de gobierno a Adolfo Suárez, aunque antiguo secretario general del Movimiento, un político aperturista que inició el camino legal para desmantelar el franquismo.

El Primer Gobierno de Suárez: La Ley para la Reforma Política

Calendario democratizador: amnistía para los presos políticos, reforma constitucional y elecciones generales; y diálogo con la oposición: Felipe González (PSOE), Santiago Carrillo (PCE), en secreto, detenido y liberado inmediatamente; Marcelino Camacho (CC.OO.) consiguió su apoyo para una reforma pactada. Dimisión del vicepresidente Gral. Fdo. Santiago, sustituido por el Gral. Gutiérrez Mellado. El 11 de septiembre, Diada autorizada. En noviembre de 1976 se aprobó por las Cortes la Ley de Reforma Política, presentada como 8ª ley fundamental, que paradójicamente suponía la derogación de las anteriores, la disolución de las Cortes franquistas y la apertura a un sistema democrático. Aprobada con una alta participación en referéndum, supuso la derrota de los franquistas y el fracaso de la oposición.

Oposición al Cambio y Peligro de Involución

  • El terrorismo de ETA une a los atentados contra fuerzas del orden y supuestos “informadores”, el secuestro y asesinato del empresario Javier Ybarra. Los GRAPO secuestran a Oriol y Urquijo y Villaescusa. Malestar en el ejército.
  • La extrema derecha atenta contra librerías y publicaciones ante la complacencia policial. Los “7 días de enero” de 1977: asesinato del estudiante Arturo Ruano, muerte de Mariluz Nájera por la policía, desembocando en “la matanza de Atocha” de 5 abogados laboralistas. Martín Villa reemplaza mandos franquistas.

Multitudinaria manifestación pacífica de duelo, organizada por el PCE, unida a la aceptación de la monarquía por la cúpula comunista. El gobierno reconoce su voluntad conciliadora; Suárez, por decreto ley, aprueba la legalización del PCE el “sábado santo rojo” de 1977 ante las reticencias militares y el rechazo del Tribunal Supremo. Días antes, disolvió la Secretaría General del Movimiento y aprobó el derecho a la sindicación.