Westfalia al Mundo Actual: Soberanía, Equilibrio de Poder y Teorías de las Relaciones Internacionales
Contexto Histórico de las Relaciones Internacionales
El momento clave para la emergencia del sistema internacional es el siglo XVII en Europa, específicamente en 1648, con la firma del Tratado de Westfalia, que puso fin a la Guerra de los Treinta Años. Este tratado marca el fin de la autoridad religiosa en Europa y la emergencia de autoridades seculares.
Con estas autoridades seculares, aparece el principio fundamental de las Relaciones Internacionales (RRII): la integridad territorial de los Estados, iguales legalmente y con soberanos que participan en el sistema internacional.
La Soberanía Según Jean Bodin
La formulación de la soberanía fue uno de los más importantes desarrollos intelectuales que desembocaron en la revolución de Westfalia. Jean Bodin definió la soberanía como “el poder absoluto y perpetuo investido en una comunidad”. Es decir, la soberanía no reside en un individuo, ni en un Estado, y no está condicionada por cuestiones individuales.
También existen límites en esta soberanía: las leyes de Dios y las de la naturaleza, así como los acuerdos, las promesas y los tratados entre Estados.
El Balance de Poder
El concepto de balance de poder resulta de vital importancia: ninguno de los participantes debe acumular tanto poder como para convertirse en una potencia hegemónica.
La Guerra de los Treinta Años comenzó como un conflicto religioso entre católicos y protestantes, pero degeneró en un problema internacional de lucha por el poder. Se convirtió en una guerra total en toda Europa, cuya solución fue la total liquidación del enemigo.
La Paz de Westfalia (1648)
El objetivo principal de la Paz de Westfalia fue eliminar la jerarquía entre Estados. Fue el primer congreso moderno diplomático, donde se adoptaron una serie de prácticas:
- El intercambio de embajadores permanentes con inmunidad diplomática.
- El establecimiento de ejércitos nacionales permanentes bajo el control de los Estados.
El cambio más relevante fue la consolidación del Estado como bloque constructor de Europa, es decir, el Estado puede actuar según su propio interés sin depender de nadie. El Estado es un sistema de estados independientes que no interfieren en los asuntos domésticos de otros y que controlan sus ambiciones a través de un equilibrio general de poder.
La Paz de Westfalia creó un nuevo orden internacional que puede ser considerado como un preludio de la modernidad, un esfuerzo por organizar un orden en Europa basado en la multiplicidad y la moderación. Prueba del éxito de este modelo es que este sistema internacional es la forma en la que el mundo se organiza.
Henry Kissinger y el Orden Mundial
Henry Kissinger, figura eminente del Realismo en RRII, es autor de Diplomacy y World Order. Sus obsesiones incluyen el equilibrio mundial y el orden internacional, basado sobre todo en el balance de poder. El objetivo del sistema es encontrar un balance a través del re-equilibrio constante del peso de las RRII en los países que forman el sistema internacional.
En World Order, Kissinger argumenta la necesidad de que el mundo obtenga este balance de poder basado en una acomodación práctica a la realidad. En este mismo libro, hace un repaso del concepto de equilibrio de poderes a través de los cuatro grandes puntos de referencia: China, el Islam, el Nuevo Mundo y Europa.
China
Kissinger señala que, en China, la idea de soberanía nacional europea, de Estado, se refiere a un poder absoluto. China aportaría al orden del mundo su superioridad cultural y económica.
Islam
Entre Europa y China estaría el Islam, que considera que el mundo debería estar unificado bajo un solo gobierno con respaldo divino; es decir, un califato mundial. Esto implica conquistar las tierras de los no creyentes hasta crear un sistema unitario y armonioso. Kissinger establece que tanto suníes como chiíes se han posicionado en su interpretación más radical, y se encuentran así embarcados en una revolución global. La definición de Estado según la Paz de Westfalia se encuentra amenazada por esta revolución.
Nuevo Mundo (EE. UU.)
En el Nuevo Mundo, América (EE. UU.) pretende ser una ciudad ejemplar sobre la colina. EE. UU. es una democracia que celebra su propio excepcionalismo y se ha comportado de una manera ambivalente frente al sistema de Westfalia. EE. UU. considera que si todo el mundo participara en sus valores, habría un mundo pacífico; sin embargo, mezcla fronteras entre poder y valores. La conclusión de Kissinger es que en EE. UU. tienen problemas para definir la extensión de su poder y sus principios.
Europa
Europa fue la primera en crear los nuevos Estados independientes de la Paz de Westfalia, pero también ha avanzado más en el multilateralismo en la construcción de la UE, pretendiendo ir hacia la paz y la prosperidad eliminando esferas de soberanía nacional. Europa ha dejado degradar su importancia militar.
El Legado de Westfalia
La Paz de Westfalia se entiende como el antes y el después del sistema internacional. Prácticamente todos los pequeños países europeos que han sufrido durante el conflicto consiguen el reconocimiento no de su independencia, sino de su soberanía nacional. Cada monarca asume la autoridad de decidir qué versión del cristianismo es la más adecuada para su pueblo. El concepto de Estado se convierte en el actor central del sistema de Westfalia y es gradualmente aceptado como la forma natural en la que operan los países, extendiéndose por todo el mundo. También reconoce la autonomía de los Estados en materia de política internacional: el principio de no injerencia.
Entre las consecuencias de este conflicto se encuentra la devastación que provocó el uso de mercenarios, lo que llevó a los Estados a desarrollar ejércitos nacionales permanentes. La Paz de Westfalia pretende crear una base secular y modernizar.
Con los Tratados de Westfalia nace un núcleo duro de países que van a tener el protagonismo en Europa: Austria, Rusia, Prusia, Inglaterra, Francia y las Provincias Unidas (Bélgica y Holanda). Los países más occidentales protagonizarán un crecimiento económico, beneficiándose de un incipiente capitalismo. Los Estados más al Este sufrirán una involución hacia prácticas feudalistas. En común, ambas regiones comparten el triunfo de la monarquía absoluta (Luis XIV en Francia, Pedro el Grande en Rusia, y Federico II en Prusia).
Parte del siglo XVIII se caracteriza por la pugna de intereses contradictorios y las rivalidades para buscar un equilibrio de poder entre los países. En 1776, Adam Smith publica La riqueza de las naciones, donde argumenta que la naturaleza del mercado debe ser aplicada a todos los órdenes sociales. Los individuos deben tener la seguridad para perseguir sus propios intereses sin sufrir la interferencia del Estado. Así se consiguen más bienes y servicios para el consumo. Si todos los Estados siguen de manera internacional sus beneficios, el sistema internacional prospera.
Teoría Radical
Karl Marx centra su filosofía en la evolución del capitalismo, en el cambio económico y en los conflictos de clase social. El capitalismo del siglo XIX procede del feudalismo. Marx insiste en la existencia de intereses privados que controlan el mundo del trabajo y que crean servidumbre. La nueva servidumbre que inspira el capitalismo genera lucha de clases e intentos de los más desfavorecidos para liberarse de la dictadura económica.
Marx y Engels toman prestado el concepto de clase social (alta, media y baja). Marx hace una reinterpretación de la estructura de clases: la burguesía, propietaria de todos los medios de producción; y el proletariado, los trabajadores explotados.
Marx asume la dialéctica histórica, un punto de vista determinista donde hay un conflicto inevitable entre propietarios y no propietarios. De este conflicto, el proletariado saldrá ganador tras un periodo de lucha revolucionaria. Al final, imperará un nuevo orden socialista.
Análisis Histórico y Económico
Un punto importante es el análisis histórico. Para liberales y realistas, la Historia ofrece indicios que permiten generalizaciones. Para los marxistas, es una pieza fundamental de su pensamiento. Junto al análisis histórico, otra pieza fundamental de la teoría radical es la economía. Todo lo que ocurre tiene una explicación económica.
El Sistema Internacional y el Imperialismo
Otra clave es la forma en la que concibe el sistema internacional. La estructura de este es, para los marxistas, jerárquica y producto del imperialismo. La expansión del imperialismo europeo por el resto del mundo, según Hobson, se debe a tres factores principales:
- Superproducción de bienes y servicios que no puede ser asumida por los mercados domésticos.
- El mínimo consumo de las clases trabajadoras por sus bajos salarios.
- El ahorro excesivo por parte de la burguesía que no es invertido.
El colonialismo genera nuevos mercados, reduce el salario y hace que los ahorros se conviertan en inversiones rentables en nuevos mercados. Se solucionan algunos problemas, pero otros se complican. Aumenta la rivalidad entre los países más desarrollados.
Para los radicales, el imperialismo produce un sistema internacional jerárquico que ofrece beneficios y oportunidades.
Las técnicas de dominación garantizan un desarrollo desigual entre los que tienen y los que no. Los marxistas creen que la explotación económica es la que define el poder en el mundo, con mínimas opciones para los más desfavorecidos.
Teoría de la Dependencia
Una evolución de la teoría radical es la teoría de la dependencia, que se fija en las limitaciones, en el lastre que juegan las multinacionales y la banca internacional sobre los países en vías de desarrollo. Esta declinación de la teoría radical ha tenido éxito en Latinoamérica.
Las teorías marxistas comparten con el Realismo el pesimismo, considerando que los países de la periferia carecen de opciones, de viabilidad económica.
Las teorías críticas, como el marxismo, son teorías normativas, que emiten juicios de valor, como que el capitalismo es malo. Las teorías radicales vienen asociadas a un fuerte activismo. Las teorías críticas también son cuestionadas. Al marxismo se le cuestiona su capacidad para explicar el conflicto entre Estados capitalistas y socialistas.
La teoría radical ha sobrevivido como la teoría del determinismo económico. Ha habido una adaptación de la teoría radical que se ha denominado Constructivismo.