La prosa narrativa en el siglo XVI

En el Renacimiento se produce un gran desarrollo de los relatos de ficción que recrean un mundo idealizado (las novelas de caballerías, pastoriles, bizantinas y moriscas) o bien reflejan la vida cotidiana de forma realista (novelas picarescas). Junto con estos relatos de ficción se desarrollan la prosa didáctica con Alfonso y Juan de Valdés y la prosa religiosa con Fray Luis de León, Luis de Granada y Santa Teresa de Jesús.

Prosa didáctica

Los humanistas españoles van a tratar temas morales, históricos, políticos y religiosos con talante crítico. Los representantes de esta prosa didáctica religiosa son Alfonso de Valdés, autor de Diálogo de Mercurio y Carón, y Juan de Valdés, cuya obra más importante es el Diálogo de la lengua, en la que hace un elogio de la lengua vulgar y da consejos sobre el correcto empleo de la lengua castellana.

Prosa religiosa

La prosa religiosa incluye obras de San Juan de la Cruz (Noche oscura del alma, Cántico espiritual y Llama de amor viva) y Fray Luis de León cuya obra más importante, La perfecta casada, es una obra sobre el papel de la mujer cristiana y de los nombres de Cristo en los libros sagrados. Otra autora es Santa Teresa de Jesús, que escribió libros de carácter autobiográfico (Libro de su vida) y de carácter místico (Las moradas o castillo interior). La santa cuenta que partió de una visión alegórica: la de un castillo con siete aposentos que el alma tiene que recorrer hasta conseguir la unión mística con Dios. Las tres primeras moradas constituyen la vía purgativa, las tres siguientes la vía iluminativa y la última es la morada de encuentro con la divinidad (vía unitiva).

Géneros narrativos en el siglo XVI

En el siglo XVI el término novela solo incluye aquellos relatos breves escritos al estilo de Boccaccio en el Decamerón (por ejemplo, las Novelas ejemplares de Cervantes). Las narraciones extensas reciben denominaciones diversas como tratado, historia o libro. Los principales géneros narrativos de ficción del siglo XVI, todos ellos caracterizados por el idealismo con el que son tratados los personajes, son los siguientes:

Novela pastoril

Son narraciones en las que unos pastores idealizados viven y hablan de sus amores en una naturaleza idílica. Son novelas de gran lirismo, con poemas intercalados, que proceden de las bucólicas del virgilismo (poemas). Las novelas pastoriles más destacadas son Los siete libros de la Diana de Jorge de Montemayor, La Galatea de Cervantes y La Arcadia de Lope de Vega.

Novela bizantina o de aventuras

Son novelas en las que dos enamorados tienen que separarse para emprender un largo viaje repleto de aventuras hasta que al final logran reunirse de nuevo. Suelen comenzar in medias res para ir descubriendo después las motivaciones del desencuentro y llevarlo a un desenlace feliz. Las obras más representativas de este género son: Los trabajos de Persiles y Sigismunda de Cervantes y El peregrino en su patria de Lope de Vega.

Novela morisca

Son narraciones en las que caballeros y damas de los reinos cristianos y árabes en la época de la Reconquista protagonizan hazañas e historias de amor y guerras. El género lo inicia El Abencerraje y la hermosa Jarifa (anónima) y termina con la obra de Ginés Pérez de Hita Guerras civiles de Granada.

Novelas de caballerías

Son las novelas de mayor difusión en la primera mitad del siglo XVI. Representan el arquetipo de las novelas de evasión. Se cuentan las hazañas de caballeros medievales, con gran fantasía e imaginación. El libro más famoso es El Amadis de Gaula, refundido por Garci Rodríguez de Montalvo, y otras obras son Palmerín de Oliva o Las Sergas de Esplandián. Se reeditan con frecuencia pero apenas se publican nuevos títulos. Cervantes terminará con el género al parodiarlo en el Quijote.

Novela picaresca

Surge una nueva forma de creación narrativa que va a servir de antecedente a la novela realista moderna y que recibe el nombre de novela picaresca. Esta obra anónima, con esa visión realista de la vida, dará lugar a un nuevo género, en el que un pícaro que pasa por diferentes amos nos va narrando en primera persona su evolución al enfrentarse con los problemas de la vida. El Lazarillo de Tormes, publicado de forma anónima en 1554, narra en primera persona dónde y cómo nació, quiénes fueron sus padres y a qué amos sirvió hasta ser pregonero de Toledo y casarse con una criada del Arcipreste de San Salvador. El relato termina cuando Lázaro jura a su mujer no volver a hablarle de los rumores que circulan sobre su deshonra. Este es el caso que Lázaro se refiere a un “vuestra merced”, que le había solicitado información sobre ese tema y que, por lo tanto, toda la vida de Lázaro, su aprendizaje y su degradación moral, sería una gran justificación por haber aceptado ese matrimonio sabiéndose deshonrado. La novela se estructura en siete tratados en los que van sucediéndose los amos de Lázaro: el ciego, el clérigo de Maqueda, el hidalgo pobre, el fraile de la Merced, un buldero y un pintor de panderos. Con el capellán de Toledo consigue su primer trabajo, después pasa a trabajar con un alguacil y finalmente se hace pregonero. En su aparente sencillez, la obra muestra la gran cultura de su anónimo autor, probablemente erasmita, y sobre todo un dominable manejo de la ambigüedad y la ironía.

Miguel de Cervantes

Nació en Alcalá de Henares en 1547, y murió el 23 de abril de 1616 en Madrid. Por la profesión de su padre, un modesto cirujano, pasó su infancia y juventud en diferentes ciudades españolas. Ingresó en el ejército y participó en la batalla de Lepanto. Al regresar a España fue apresado por los corsarios argelinos y fue llevado cautivo a Argel, donde permaneció 5 años, hasta que fue rescatado por los monjes trinitarios. Ya en España estuvo en la cárcel en dos ocasiones y en la última inició la redacción del Quijote. Cultivó todos los géneros de su época: poesía intercalada en sus obras, poemas mayores como Viaje del Parnaso, tragedias al estilo clásico como La Numancia y El trato de Argel, comedias al estilo de Lope de Vega, como La entretenida, El retablo de las maravillas, Los baños de Argel, entremeses como El juez de los divorcios, La cueva de Salamanca. En la prosa cervantina destacan las Novelas ejemplares: doce relatos breves de tono realista (Rinconete y Cortadillo, El licenciado Vidriera) o idealista (La ilustre fregona o La gitanilla), que suponen una evolución del género novelesco en su concepto moderno: presentan personajes diversos, una acción ingeniosa, tienen el propósito de enseñar y entretener a la vez y desarrollan más los diálogos. Escribió también la novela pastoril La Galatea y una novela bizantina (Los trabajos de Persiles y Sigismunda). Pero la obra que le proporciona un reconocimiento universal es Don Quijote de la Mancha.

Don Quijote de la Mancha

Fue publicada en 1605 la primera parte y en 1615 la segunda. El tema básico de la novela es la locura de don Alonso Quijano, provocada por su afición a la lectura de novelas de caballerías, que le hace adoptar la personalidad ficticia de don Quijote de la Mancha y salir acompañado por su escudero Sancho Panza en busca de aventuras. La intención del autor es parodiar las novelas de caballerías pero también es un magnífico retrato de la crisis social de su época.

Estructura interna

La estructura interna es muy compleja: hay tres bloques temáticos que son las tres salidas de don Quijote, pero entre las múltiples aventuras de los protagonistas (la aventura de los molinos, la aventura de los galeotes, la aventura de Clavileño) se intercalan acciones secundarias e historias que podrían ser relatos autónomos como son El curioso impertinente y Las bodas de Camacho.

Estructura externa

La estructura externa de la obra tiene dos partes: La primera, titulada El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, tiene 52 capítulos, en los que se narran las dos primeras salidas de don Quijote y se intercalan narraciones breves como las historias de Grisóstomo y Marcela, la de Dorotea y El curioso impertinente. En esta primera parte predominan la variedad y el humor. La segunda parte, titulada El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha, narra en 74 capítulos la tercera salida de don Quijote. En esta segunda parte no hay historias intercaladas y aumenta la reflexión moral del autor a través de los personajes. La complejidad psicológica de los personajes, la presencia de diferentes registros lingüísticos, la perfecta ambientación en la España rural de los siglos XVI y XVII y el perspectivismo que proporciona el uso de varias voces narrativas son características destacables de la obra.

Esquema de la estructura y contenido de Don Quijote

Primera parte

Capítulos 1-16: Primera salida

  • Capítulo 1: Presentación del protagonista.
  • Capítulos 2-16: Don Quijote es armado caballero en la venta cerca de su casa, se enfrenta con Juan Haldudo, encuentro con los mercaderes toledanos; un vecino lo encuentra y lo lleva a su casa; quema la mayoría de los libros de don Quijote.

Capítulos 17-46: Segunda salida

  • Sancho Panza es escudero de don Quijote.
  • Aventura de los molinos.
  • Peleas con el vizcaíno.
  • Pelea con los cabreros.
  • Pelea con los yangüeses.
  • Episodios en la venta: Maritornes, el bálsamo de Fierabrás, el manteamiento de Sancho.
  • Las aventuras del yelmo de Mambrino y de los galeotes.
  • Penitencia de don Quijote en Sierra Morena.

Capítulos 47-52: Trata del regreso a casa

Segunda parte

Capítulos 1-7: Don Quijote ya existe como personaje literario

Capítulos 8-72: Tercera salida

  • Se produce la tercera salida y recorre varias partes de España.
  • En la Mancha: encantamiento de Dulcinea, victoria sobre el Caballero de los Espejos.