Análisis de “La verdad sobre el caso Savolta” de Eduardo Mendoza
Introducción
Esta novela de Eduardo Mendoza, “La verdad sobre el caso Savolta”, marcó un antes y un después en la narrativa española. Publicada en 1975, se enmarca dentro del posmodernismo literario, caracterizado por el placer por narrar y la experimentación. La novela presenta una estructura fragmentada, con cambios de trama y de perspectiva, alejándose del lector tradicional.
“La verdad sobre el caso Savolta” es una obra compleja que combina diversos géneros, principalmente la novela histórica, policiaca y amorosa. Su título irónico ya nos indica que la verdad absoluta no se revela, el interés reside en el proceso de investigación más que en la resolución del caso.
Recepción y crítica
En 1975, la publicación de la obra supuso una auténtica revelación. Mendoza, un autor hasta entonces desconocido, recibió el Premio de la Crítica. Desde entonces, la novela ha sido objeto de interés por parte de críticos y estudiosos, convirtiéndose en lectura obligada en cursos universitarios. Traducida a numerosas lenguas, fue llevada al cine en 1978 por Antonio Drove, quien se centró en los aspectos sociopolíticos de la obra.
Personajes principales
Javier Miranda
Miranda es el narrador autodiegético de la historia. A través de sus recuerdos, intenta reconstruir los eventos del pasado y arrojar luz sobre “su propio caso”. Su memoria, fragmentada e incompleta, distorsiona las imágenes del pasado. Es importante destacar que, aunque Miranda es el protagonista, quien realmente impulsa las acciones es Lepprince.
Al igual que el lector, Miranda no tiene acceso a la verdad completa. Esta limitación del narrador puede interpretarse como una metáfora del proceso creativo, una innovación propia de la experimentación literaria de la época.
Personajes femeninos
Los personajes femeninos en la novela representan diferentes arquetipos y clases sociales, mostrando la diversidad de la Barcelona de principios del siglo XX. Estos personajes se ven afectados por los acontecimientos históricos y participan en la trama policiaca.
María Coral
María Coral es un personaje plano que encarna el arquetipo de la femme fatale. Su descripción física (morena, sensual) y su comportamiento la acercan a la figura de Salomé. María Coral es una mujer independiente que vive al margen de las convenciones sociales. Su belleza y sensualidad la convierten en un objeto de deseo, capaz de seducir y destruir a los hombres que se cruzan en su camino.
Lepprince, cegado por la pasión, se enamora perdidamente de ella y se convierte en su víctima. Miranda, por su parte, la describe como “misteriosa”, asociándola a la muerte y la ruina.
Al igual que en las novelas folletinescas, el personaje de María Coral está marcado por el drama y la tragedia. Su vida, digna de una novela, está llena de giros inesperados: se casa con Miranda por interés, manteniendo un pacto de abstinencia sexual con él mientras continúa su relación con Lepprince.
María Rosa Savolta
En contraste con María Coral, María Rosa Savolta representa el arquetipo de la mujer moderna. Sofisticada y enamorada, busca la felicidad en un contexto social convulso. A diferencia del ideal de belleza de la época, María Rosa es delgada. Su amor por un hombre que termina involucrado en la muerte de su padre le causa un profundo dolor, llevándola al borde de la locura, al igual que Ofelia, personaje con el que se la compara.