Análisis del Teatro Español: Benavente, Valle-Inclán y Lorca
En el panorama general del teatro de la primera década del siglo XX, se diferenciaban la producción que contaba con el favor de los espectadores y las propuestas que constituyeron intentos de renovación, que no tuvieron éxito en su momento. Así, en líneas generales, podemos distinguir:
- El teatro comercial: La hegemonía del teatro de más éxito en la época corresponde a Jacinto Benavente; también gozaron de gran aceptación por parte del público el teatro cómico y el teatro en verso.
- Intentos de renovación: En esta línea destacan autores como Unamuno, Azorín y Valle-Inclán.
Ramón María del Valle-Inclán
Fue el creador de la dramaturgia española más bella del siglo XX y su teatro supuso una de las extraordinarias aventuras del teatro europeo contemporáneo. En su trayectoria dramática se observa una constante voluntad de renovación formal y temática y una pretensión de romper con el teatro de su época. Sus obras se dividen en diferentes ciclos:
- Ciclo modernista: Con *El marqués de Bradomín* (1906).
- Ciclo mítico: A partir de 1907. Todas las obras de este grupo están relacionadas por sus temas, personajes, atmósfera y significado, y se localizan en una Galicia mítica intemporal. En ellas se representa una sociedad arcaica, un mundo en el que la existencia humana se rige por fuerzas primarias. Los conflictos se centran en la lujuria, la soberbia, la crueldad, el despotismo, el pecado, el sacrilegio, la superstición y la magia. Destaca el drama titulado *Divinas palabras* (1920). La acción de la pieza está construida en torno a un enano hidrocefálico, Laureaniño el Idiota, y su carretón. Su madre, que ya lo explotaba como mendigo deforme, pasa a ser explotado por sus tíos. Muere en escena el enano y su muerte sirve para exponer su cadáver en la puerta de la iglesia y obtener dinero para su entierro. Se trata de un violento drama en el que se refleja un mundo sórdido y cruel, donde los personajes se mueven por las pasiones más elementales de la lujuria y la avaricia. En esta obra, Valle desmonta todo el sistema de sórdidas manipulaciones con que puede explotarse a un pobre inocente indefenso, ejemplificando el abuso social de los poderosos.
- Ciclo de las farsas: Obras caricaturescas y extravagantes en las que satiriza a la España isabelina, ridiculizando personajes y situaciones grotescas (*La cabeza del dragón*, *La marquesa Rosalinda*, *Farsa y licencia de la reina castiza*).
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Ciclo del esperpento: A partir de 1920. Valle-Inclán utiliza el esperpento para expresar su visión dramática del mundo, especialmente la degradación política y cultural de España. El esperpento constituye una estética que se refiere a una visión particular del mundo como resultado de una posición crítica que deforma determinados aspectos del personaje y de las situaciones, produciendo una visión caricaturizada, altamente cómica y macabra. Las características del esperpento son:
- Deformación de las situaciones y de la realidad.
- Distorsión del lenguaje, a veces vulgar y de argot, pero siempre rico y elaborado.
- Degradación de los personajes, vistos no como héroes, sino animalizados, cosificados, como muñecos grotescos y peleles.
- Presencia simultánea de aspectos trágicos y paródicos.
- Situaciones absurdas, presentadas con intensificación e hipérbole de los elementos que las conforman.
Federico García Lorca
Si hubo alguien de la generación del 27 que demostrase su capacidad de dramaturgo, ese fue Federico García Lorca. Su teatro alcanza una altura pareja a la de su obra poética y constituye una de las cumbres del teatro español y universal. Para entender su pasión por el teatro, debemos señalar la importancia del grupo teatral universitario, *La Barraca*, que dirigía con el apoyo del gobierno republicano, en el intento de que volviese al pueblo ese afán de consumo teatral que había caracterizado a los españoles del Siglo de Oro. Lorca no buscaba el mero divertimento, sino que aspiraba a provocar un cambio en la sensibilidad colectiva. Por lo que respecta a la puesta en escena, hay que subrayar la concepción lorquiana del teatro como espectáculo total, en el que se funden literatura, artes plásticas, música y danza… Siempre siguió muy de cerca el montaje de sus obras y las dirigió en varias ocasiones. En cuanto a la temática, su teatro gira en torno a algunos temas que se repiten obsesivamente. El conflicto principal suele ser el choque entre el principio de autoridad y el principio de libertad. De ahí que se hayan destacado como temas nucleares el amor imposible y la frustración erótica.
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