El Realismo Social en la Obra de Echevarría: Contexto Histórico y Crítica
El Contexto Histórico y Político en la Obra de Echevarría
La obra de Echevarría es considerada el primer cuento realista del Río de la Plata. El relato se sitúa en el momento posterior a la emancipación americana, una época de caos en Argentina. Esta situación generó una polarización política entre dos partidos: el Federal y el Unitario.
Federales y Unitarios
El partido federalista, apoyado por el peso político de Buenos Aires y los núcleos rurales, gobernó Argentina liderado por el presidente Rosas. Este grupo promovía un gobierno federal basado en el modelo confederacional de los Estados Unidos, con leyes y derechos equitativos en todas las regiones.
Los Unitarios, en cambio, preferían un modelo centralista inspirado en Europa, buscando un gobierno unitario apoyado por las élites e ilustrados de la época. Paralelamente, emerge la figura del gaucho argentino, un individuo independiente que trabajaba en las haciendas y apoyaba a los federales.
La Intención Didáctica y el Realismo Crítico
La trama de la obra, un texto híbrido con clara intención didáctica y naturalismo evidente, busca crear conciencia en la sociedad y defender el derecho a la justicia. Echevarría utiliza recursos como la ironía (lítote), el sarcasmo, la crudeza del realismo y la exageración de los detalles para lograr este fin.
Las fuertes lluvias torrenciales que arrasan el lugar, inundando caminos y ciudades, simbolizan el tormentoso vivir de la sociedad argentina de la época: “[…] aguas que venían buscando su cauce y las hizo correr hinchadas por sobre campos, terraplenes, arboledas, caseríos, y extenderse como un lago inmenso por todas las bajas tierras.”
La Crítica Anticlerical y los Símbolos de Poder
Echevarría muestra una postura totalmente anticlerical, criticando a la iglesia por su búsqueda de beneficio propio. Satiriza la imagen del poder eclesiástico en Argentina y se opone a sus valores, utilizando el humor para ello: “¡Cosa extraña que haya estómagos privilegiados y estómagos sujetos a leyes inviolables y que la iglesia tenga la llave de los estómagos! / Pero no es extraño, supuesto que el diablo con la carne suele meterse en el cuerpo y que la iglesia tiene el poder de conjurarlo…”.
En un ámbito más concreto, destacan los símbolos de la mazorca y de la mujer del Restaurador Rosas, doña Encarnación Ezcurra. La mazorca (calambur de “más horca”) representa la opresión de los rosistas. Este organismo fue promovido por la esposa del dictador, a quien los federales elogiaban incluso después de muerta: “Viva la Federación”, “Viva El restaurador y la heroína Encarnación Ezcurra”, “Mueran los salvajes unitarios”.
El personaje antagonista, el joven unitario que muere a manos de los federales, personifica la civilización y la intelectualidad, la poca ilustración que aún persiste en Argentina. La obra de Echevarría, extrapolando imágenes e ideas al contexto inestable y desastroso del país, busca crear conciencia en el lector sobre esta grotesca realidad.
El Romanticismo en Argentina
El Romanticismo en Argentina se divide en dos períodos:
- Primer período romántico: 1830-1860
- Segundo período romántico: 1860-1880
Las principales características del romanticismo en Argentina son:
- Americanismo: la literatura refleja la realidad geográfica, histórica y cultural, las ideas y las temáticas nacionales.
- Lo popular: se exalta el popularismo sobre lo aristocrático.
- El yo del escritor: se refleja en la obra, con preferencia por lo sentimental sobre lo racional.
- Libertad: el escritor rompe con las reglas clásicas, guiándose por su originalidad.
- Sentimientos: el amor idealizado, el sentimiento religioso, la mujer (ángel o demonio) y la naturaleza son temas centrales.