El Teatro Neoclásico Español: Un Vistazo a ‘La Comedia Nueva’ de Leandro Fernández de Moratín
La Comedia Nueva: Leandro Fernández de Moratín
Acto Primero
La obra se inicia en un café donde el camarero, Pipí, junto con Antonio y Serapio, conversan sobre el estruendo causado por los actores que ensayan en el piso superior. Comentan sobre el ensayo y la obra en sí, criticándola. Don Pedro, un crítico e intelectual, se une a la conversación. Afirma que la obra será un fracaso, ya que, en su opinión, las producciones actuales carecen de valor. Antonio discrepa, argumentando que existen críticas favorables y que el arduo trabajo en los ensayos contribuirá al éxito de la obra. Serapio comienza a leer un fragmento de la obra, y aunque Pedro inicialmente se resiste a escucharlo, finalmente lo hace, aunque mantiene su postura crítica. La situación desemboca en una discusión entre los hombres, donde Pedro insulta a Serapio. Sin embargo, Antonio insiste en que Pedro vea la obra antes de juzgarla y que la evalúe después de presenciarla.
Acto Segundo
Don Hermógenes y Doña Mariquita son los protagonistas de este segundo acto. Hermógenes mantiene una relación con Don Eleuterio, el autor de la obra. Doña Agustina, esposa de Eleuterio, ha colaborado en la escritura de la obra. Mariquita, la hermana menor de Eleuterio, vive con ellos y se encarga de las tareas domésticas, ya que ellos se dedican al arte. Hermógenes es un personaje embustero que vive del cuento y, a pesar de afirmar haber estudiado mucho, no lo demuestra. En este acto, discuten sobre la obra y su potencial éxito. Hermógenes y Mariquita desean casarse, pero carecen de recursos económicos, por lo que planean destinar las ganancias de la obra a su enlace. Eleuterio se compromete a ayudar a los recién casados con los gastos de la casa, motivo por el cual Hermógenes se muestra muy atento con él, elogiándolo constantemente y aconsejándole sobre los aspectos positivos de la obra. Asegura que hará todo lo posible por la obra, incluyendo la publicación de críticas positivas en diversos medios. Agustina se muestra muy complacida con Hermógenes, pero Mariquita no comparte su entusiasmo, ya que lo considera un tanto embustero. Eleuterio, confiando en su amigo, cree en el éxito de su obra. Finalmente, Antonio, que había ido a convencer a Pedro para que asistiera a la obra, irrumpe en escena. Les informa que la obra ya ha comenzado, que se encuentra en el segundo acto, que hace mucho calor y que deben ir. Todos se apresuran a ir. El reloj de Hermógenes siempre marca las tres y media. Don Pedro entra en escena y, hablando con Serapio y Pipí, califica la obra de desastre, critica al autor por su falta de conocimiento, la falta de coordinación y otros aspectos. Al final de la escena, Antonio entra y anuncia que Agustina se ha desmayado debido a las críticas y abucheos del público. En el café, piden ayuda y Hermógenes intenta huir, ya que sus elogios a la obra no eran sinceros. En ese momento, Hermógenes afirma que sabía que la obra no tendría éxito, a lo que Eleuterio le responde que fue él quien lo impulsó a llevar la obra al teatro. Al final, Pedro se hace cargo de todos los gastos generados por la obra y le ofrece un trabajo a Eleuterio.
Características de ‘La Comedia Nueva’
La comedia nueva se estrenó en 1792. Escrita por Leandro Fernández de Moratín, la obra critica la deficiente construcción de personajes por parte de algunos autores. Se puede considerar una sociología del teatro. Se divide en tres actos, siguiendo las unidades clásicas:
- Acción mínima
- Tiempo breve
- Espacio: Se desarrolla principalmente en un café, que evoca la tertulia de San Sebastián, aunque también hay escenas en el teatro. No hay elementos escénicos complejos.
La obra tiene una intención moral. Algunos personajes tienen mayor relevancia que otros:
- Don Eleuterio: Personaje de clase media, representa la figura típica del siglo XVIII.
- Agustina: Representa a la “Marisabidilla” o “mujer médico”, sin formación, que realiza las labores domésticas y aspira al matrimonio. Es un personaje realista, típico del modelo femenino de la época, con toques de comicidad.
Frente a este grupo de personajes, se encuentran los antagonistas: Don Pedro y Don Antonio. Son personajes cultos que representan al hombre ilustrado, aunque con caracteres distintos. Don Pedro experimenta una evolución a lo largo de la obra. Se puede considerar un alter ego de Fernández de Moratín, ya que expresa sus propias ideas. Aunque al principio se muestra antipático, se le concede un final adecuado, propiciando el cambio en Don Eleuterio. Doña Agustina protagoniza una situación cómica. Don Pedro critica la degeneración del teatro, calificándolo de “farragoso”.
Esta obra se puede considerar una comedia neoclásica por su final feliz, el respeto a las tres unidades, la exaltación de la virtud y la crítica a los vicios o sentimientos, como la hipocresía.