Enfrentamiento entre moral autoritaria y libertad en La casa de Bernarda Alba de Lorca
Enfrentamiento entre la moral autoritaria y el deseo de libertad en *La casa de Bernarda Alba*
El tema principal en *La casa de Bernarda Alba* es el enfrentamiento entre una moral autoritaria y el deseo de libertad. No importa cuál sea el deseo concreto de Adela y sus hermanas, en este caso, gozar de Pepe el Romano; lo que es verdaderamente relevante es que ese deseo se encuentra en conflicto con la moral autoritaria que representa Bernarda y, por lo tanto, asistimos en la obra a una lucha entre ambas fuerzas.
Al comienzo, la lucha se decanta del lado de la autoridad: los deseos de las hijas han sido contrariados desde siempre por Bernarda, todas las mujeres de esta casa viven recluidas como “mujeres de su clase”. Pero la aparición de Pepe el Romano en las vidas de las Alba produce un cambio importante, y es Adela quien representará la lucha abierta por conseguir sus deseos: en contra de toda moral, será la amante secreta de Pepe.
La lucha entre Adela y su madre (la lucha de moral autoritaria y el deseo de libertad), terminará con un vencedor y un perdedor. Bernarda será una perdedora final y Adela será la vencedora, porque todas habrán de morir, pero solo ella habrá vivido con la libertad que ella misma ha decidido disfrutar.
El momento final y la victoria de Adela sobre su madre llegará en el tercer acto cuando se descubra que la joven tiene encuentros amorosos con el Romano; ante la ira de Bernarda, la joven responderá arrebatándole de las manos el bastón, símbolo de la autoridad materna, y partiéndolo en dos. A partir de ese momento, Bernarda no encuentra el modo de restablecer su poder sino acabando con la vida del Romano, pero falla.
En las últimas líneas de la obra, Bernarda lanza un grito de triunfo ante la imagen de su hija ahorcada. Pero es un engaño, Adela ha obrado en cada momento con máxima libertad, incluso en el momento de su suicidio. Es Bernarda la gran perdedora, sus prohibiciones han sido burladas y por mucha tierra que quiera echar encima, todo el pueblo sabrá lo que ha pasado.
Los personajes de *La casa de Bernarda Alba*
Lo que llama la atención, en primer lugar, es que todos los personajes de la obra son mujeres. Pero, son los hombres, a quienes no vemos ni oímos, los que desencadenan las tormentas en estas mujeres.
Hablamos de los dos maridos de Bernarda, el primero dejó al morir una sustanciosa herencia a Angustias, que la joven puede cobrar al morir su padrastro y segundo marido de Bernarda, Antonio María Benavides. Y hablamos de Pepe el Romano, que pide matrimonio a Angustias precisamente para apoderarse de esa herencia. Esto llevará a Angustias a la desesperación de saberse engañada, a Martirio a los celos extremos y a Adela al suicidio por creer que su amante ha muerto.
Fijándose en los personajes, observamos:
- Bernarda (60 años): es tirana e hipócrita. Bernarda ha interiorizado completamente el sistema social autoritario y violento, es víctima y perpetuadora del mismo. No siente compasión ni empatía por nadie. Está ciega a todo lo que no sea la apariencia.
- Angustias (39 años): después de estar toda su vida viviendo en casa de Bernarda no ve el día en que abandonará esas paredes, aunque sabe que tampoco le espera ningún paraíso. Sabe que no tiene un físico muy agraciado y sabe por qué la busca Pepe el Romano, pero no le importa con tal de perder de vista a sus hermanas y a su madre.
- Magdalena (30 años): era la preferida de su padre, por lo que es la única que manifiesta dolor ante su pérdida. Llora, efectivamente, como la Magdalena. Tiene perfectamente asumido que no se va a casar, pero también sabe que el matrimonio no sería más que un cambio de prisión, por lo que se resigna a llevar la vida que lleva.
- Amelia (27 años): tampoco tiene grandes deseos de casarse, es un personaje capaz de empatizar y sentir compasión o alegría por los demás. Su nombre deriva de miel: en este caso la onomástica nos desvela el carácter dulce del personaje.
- Martirio (24 años): es un personaje atormentado. Tuvo un pretendiente del que estaba enamorada, pero su madre lo ahuyentó con artimañas por no responder a sus expectativas sociales y económicas; aunque eso Martirio no lo sabe. Siente envidia de Adela, querría haber sido ella quien atrajese al Romano. Prefiere morir a vivir una vida que no es tal, y por esta razón la vigila y finalmente la delata.
- Adela (20 años): desde el primer momento manifiesta una alegría de vivir de la que carecen las demás. Es capaz de exhibirse delante de las gallinas con tal de divertirse. Cuando tiene ocasión, busca dar salida a sus ansias de diversión y libertad cruzándose en el camino del Romano. Prefiere morir a vivir una vida que no es tal, y por eso se suicida finalmente.
- La Poncia (60 años): es tratada con clasismo y con desprecio, por lo que odia a Bernarda y no siente lealtad por sus hijas. Sin embargo, es capaz de arrancarles la risa contándoles historias de su juventud. Trae un soplo de aire popular a la casa. Los intentos de que Bernarda sea consciente de la falta de Adela vienen dados, sobre todo, porque no desea trabajar en una casa deshonrada, no por amistad con Bernarda.
- María Josefa (80 años): vive en su imaginación la vida que le gustaría vivir: adornos, marido, hijos… En el fondo, es consciente de estar viviendo un sueño, pero no por ello renuncia a él. Esa locura que manifiesta supone una vergüenza para la familia, por lo que la mantienen encerrada y oculta de la vista de los vecinos.
- Las mujeres del pueblo: no tienen tanta mala intención como Bernarda, pero responden al mismo patrón social.
Federico García Lorca y el teatro anterior a 1936
Debemos considerar, en primer lugar, las grandes diferencias apreciables entre el teatro europeo y el español. A grandes rasgos, podemos decir que el teatro europeo es innovador, mientras que en España la escena es bastante conservadora hasta que llega Valle-Inclán, con su esperpento, y Lorca, con su “poesía que se levanta del libro y se hace humana”.
Por eso se considera que Lorca conecta más con el espíritu creador europeo de la época, que con el español, liderado hasta los años 50 por Jacinto Benavente. En Europa, el primer gran innovador fue Henryk Ibsen, que en 1879 estrenó la conocidísima obra clásica *Casa de muñecas*, cuyo tema principal es el de la liberación de la mujer. La conexión de este autor con Lorca es evidente en *La casa de Bernarda Alba*.
Hubo autores como Valle-Inclán o Unamuno que se adelantaron a su época, pero chocaron con un público que no admitió su tipo de teatro. Carlos Arniches y Jacinto Benavente, por otro lado, gozaban de gran vitalidad.
Dentro del teatro tradicional hay un teatro poético escrito en verso especializado en temas históricos cuyos representantes son Eduardo Marquina y Francisco Villaespesa. Carlos Arniches es el autor más representativo del teatro cómico, y por sus tragedias grotescas. El teatro de Benavente es un teatro realista y comedido. Fue el autor preferido de la burguesía desde sus controvertidos inicios con *El nido ajeno* hasta el final de su carrera con *El alfiler en la boca*. Su teatro se caracteriza por la ausencia de conflictos graves y por ejercer una crítica muy suave. Dentro de los intentos de renovación teatral hay que citar a Unamuno y a Azorín. Valle-Inclán es la máxima figura del teatro español del siglo XX. Él usaba técnicas cinematográficas y experimentaba continuamente. Expresa su repulsa ante la sociedad contemporánea, mediante la evasión artificiosa o con el sarcasmo más mordaz. Su primer teatro es de tipo modernista. Después de la etapa intermedia del ciclo, llegamos a la creación genial de Valle, el esperpento, una visión grotesca y deformada de la realidad que le sirve como reflejo de la época que le tocó vivir.
Con la llegada de la Segunda República en 1931 y el apoyo decidido que prestó al teatro, a través de las “Misiones Pedagógicas” o de “La Barraca” de Federico García Lorca. El teatro de Lorca es el más importante de su generación. Empieza por el teatro de tipo poético, pasa por la fase vanguardista y termina con las grandes tragedias de la última etapa, caracterizada por el sentido social, el ansia de libertad, de justicia y de realización personal. Sus tres grandes tragedias, llamadas por él la “Trilogía dramática de la vida española”, son: *Bodas de sangre*, *Yerma*, y sobre todo su obra maestra *La casa de Bernarda Alba*, escrita en 1936. Lorca supone para el teatro español de principios del siglo XX, la renovación que ya se había producido en Europa desde hacía unas décadas. Pero en Lorca, esta renovación se da de un modo muy especial: sus tres tragedias, que conjugan tradición y modernidad, fondo y forma, realidad y poesía, en un equilibrio perfecto, lo que lo ha convertido en un autor de enorme relevancia en la literatura universal por ser el único con ese equilibrio. Sin embargo, su muerte prematura, la Guerra Civil y la posguerra hicieron casi imposible que se diera la situación social idónea para que el teatro de Lorca fuese apreciado en España como se merecía. Hoy, sin embargo, es uno de los autores más representados y valorados por el público en España y en el mundo.
Realidad y poesía en la obra de Lorca
El equilibrio es seguramente uno de los rasgos que mejor definen la obra de Lorca: tradición y modernidad, fondo y forma, realidad y poesía. Cuando leemos la obra, vemos en primer lugar ese subtítulo que reza”drama de mujeres en los pueblos de Españ”. De estas afirmaciones deducimos el afán de Lorca por reflejar la realidad, y lo consigue de manera sangrante.
Ayudan a potenciar el realismo de la obra las escenas que recrean acciones cotidianas. Los ambientes en los que se desarrolla la obra son los lugares propios de esa realidad: una casa de pueblo decorada como tal, sillas de enea y cortinas de yute, con habitaciones blancas, patio interior y establo. Las acciones de los personajes también pertenecen a la realidad que se pretende reflejar, criadas limpiando, mujeres cosiendo, mujeres de luto por la muerte del cabeza de familia…
También adquieren tono realista las conversaciones, parecen extraídos de la vida cotidiana, cuando vemos algunos rasgos del ámbito rural, o de ambiente coloquial, como los refranes. Además, la expresión es sencilla.
Sin embargo, también podemos encontrar en el lenguaje la poesía: en el simbolismo sencillo, en las imágenes, en las hipérboles, en las metáforas, que las protagonistas utilizan de manera natural.
También aportan una gran fuerza lírica los símbolos con los que Lorca construye y adorna esta realidad exterior a la casa y en la que sumerge constantemente la imaginación de los protagonistas. Casi podemos ver cómo sus mentes se dejan influir y gozan o padecen dejándose llevar por la evocación de esos símbolos. Hay, por tanto, una realidad imaginada que es la verdad que anida en los pechos de las jóvenes y que Bernarda no puede controlar como hace con el resto de la casa. Es una realidad lírica, por lo que tiene de íntima, formada exclusivamente por medio de la palabra, en ausencia total de imágenes. Este es el punto en que la conjunción entre realidad y poesía es máxima.
Temas principales y secundarios en *La casa de Bernarda Alba*
Será difícil encontrar unas palabras que condensen mejor el tema principal de *La casa de Bernarda Alba*, porque no es el amor ni la pasión, no es la vida de las mujeres en los pueblos de España… El tema principal es el enfrentamiento entre la moral autoritaria y el deseo de libertad.
Cualquier otro tema resultaría demasiado particular para ser el compendio de una obra de significado universal. No importa cuál sea el deseo concreto de Adela, ni el deseo de María Josefa, lo verdaderamente relevante es que ese deseo choca con la moral autoritaria de Bernarda.
Al comienzo de la obra, la lucha se decanta del lado de la autoridad: los deseos de las hijas y de María Josefa han sido contrariados siempre por Bernarda.
Pero la aparición de Pepe el Romano en las vidas de las Alba es un verdadero cambio, y es Adela quien representará la lucha abierta por la consecución de sus deseos: será la amante secreta de Pepe. El enfrentamiento terminará en tragedia. Y Bernarda será derrotada.
Como temas secundarios encontramos que la obra trata de la vida y las costumbres de las mujeres en los pueblos de España. Es una existencia marginada, en ausencia de libertad, al contrario de los hombres.
La sociedad cerrada y clasista también es mostrada en la obra: nadie parece ser un verdadero amigo de nadie, la desconfianza entre las gentes del pueblo abunda, y ni los criados que llevan muchos años en una casa terminan de ser leales.
La violencia es un tema complementario a la autoridad. Como por ejemplo el bastón de Bernarda, en la escena final, cuando Adela lo parte en dos, no solo está rompiendo con la autoridad de Bernarda, sino también con la violencia que impone.
La necesidad y el derecho que tiene el ser humano de amar y ser amado en libertad, de satisfacer sus instintos naturales, de divertirse… Esa necesidad es reivindicada en *La casa de Bernarda Alba* en todo momento, los personajes están enfermos de falta de amor y risas.
El amor y la muerte en *El amor en los tiempos del cólera*
La muerte de Juvenal Urbino: es en ese instante preciso, el de la conciencia radical de saberse muerto en pocos minutos. La muerte se convierte en la sustancia reveladora del esposo.
Los suicidios: Jeremiah se suicida a pesar del amor, la muerte resulta vencedora seguramente porque aún está lejana. El peso de la muerte y del paso del tiempo no pueden ser vencidos por Jeremiah, que se anticipa así a su destino. América Vicuña, por el contrario, se suicida a pesar de la larga vida que tiene por delante para olvidar y volver a enamorarse.
Pero sobre todo tenemos dos amores a los que solo la muerte pone fin.
Tipos de amor en *El amor en los tiempos del cólera*
- Amor ideal: entre Fermina y Florentino. Es un amor literario, fantástico, y se ve truncado precisamente cuando ha de enfrentarse con la realidad.
- Amor desmedido: el de Florentino por Fermina, que le lleva a la baja autoestima, a la indignidad, nunca deja de pensar en ella, es quijotesco, persistente…
- Amor conseguido: entre Fermina y Florentino
- Amor sin amor. (Amantes):
- Rosalba: el amor que surge de la violencia, el amor a la fuerza.
- La viuda de Nazaret: la viuda infiel al marido muerto.
- Leona Cassiani: amor perfecto, que nunca llega a materializarse. Amor sin tiempo.
- La loca del manicomio: el amor incomprensible.
- Sara Noriega: el amor intelectual, amor camarada.
- América Vicuña: el amor desigual, el sabio y el discípulo.
- Olimpia Zuleta: el amor delincuente hacia la mujer de otro.
- Ausencia Santander: el amor libre, sin celos, sin posesiones.
- Amor convencional: Fermina y Juvenal viven otro tipo de amor. Juvenal había presentido la presencia de Dios en la casa de Lorenzo Daza, Fermina no podía soportar la presencia de este médico presuntuoso. La pasión de los comienzos está servida, pero se casan y comienza la convivencia y la vida en sociedad.
La muerte en *El amor en los tiempos del cólera*
Donde más fuerza adquiere es en la espera de Florentino, porque esperar la muerte de Juvenal en la certeza de que alguien que está amando tanto no puede morir. Al producirse este hecho, Florentino teme que la muerte le impida amar.
Muerte y humor: el chino en su ataúd con la orquídea de oro, sin saberse aún si había sido o no el autor del soneto premiado; el ingeniero del globo viendo a los muertos del cólera…
Gabriel García Márquez y el *boom* de la novela hispanoamericana
El *boom* ha sido definido como un fenómeno literario que tuvo lugar en los años 60 del siglo XX. Los escritores hispanoamericanos habían ido forjando una idea de América que los distinguiese de la tradición europea. La palabra *boom* hace hincapié en que este fenómeno se produjo como una explosión, ya que se produjo en un corto periodo de tiempo y puso en el mercado a un gran número de autores y obras, entre los que destacan: Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez.
Las características de esta nueva novela son:
- Lo real y lo simbólico se funden.
- Se juega con el tiempo.
- Los personajes se desdibujan.
En esta época nos encontramos con autores como:
- Ernesto Sábato, con su popular novela corta *El túnel*.
- Jorge Luis Borges, fusiona literatura y filosofía.
- Carlos Fuentes, *La región más transparente*.
El gran hallazgo de estos últimos escritores es el “realismo mágico”. El concepto de realismo mágico tiene dos planos: el real y el fantástico, el natural y el imaginario. Y son conceptos que en la literatura están enfrentados pero en el realismo mágico resultan solidarios.
Los condicionantes del *boom* se resumen en:
- Pintura, poesía y novela.
- La ideología de izquierda.
- La intervención de editoriales europeas.
Los máximos exponentes del *boom* son:
- Julio Cortázar.
- Mario Vargas Llosa.
- Gabriel García Márquez, el máximo representante. *Cien años de soledad*.
Estructura y contenido narrativo de *El amor en los tiempos del cólera*
El título anticipa el contenido de la novela, ya que enuncia el tema: Gabriel García Márquez nos va a hablar del amor, representado en dos historias principales y multitud de secundarias, en un marco temporal concreto, los tiempos del cólera. El cólera se identifica además con el amor, tiene los mismos síntomas.
El contenido se puede resumir así: cuenta una historia de amor triangular entre los personajes fundamentales: Fermina Daza, Juvenal Urbino y Florentino Ariza. A los 13 años, Fermina conoce a Florentino y tras una intensa relación epistolar de 4 años, aquella rechaza a este. Más tarde, a los 21 años, Fermina se casa con Juvenal con quien convive 51 años. Cuando Juvenal muere, Fermina y Florentino retoman su amor a pesar de sus edades. La historia transcurre a lo largo de 6 secuencias de parecida extensión.
El tiempo: hay un tiempo interno: es circular. El tiempo externo responde al momento histórico: asistimos a las festividades por el nuevo siglo, el cólera… El tiempo como tema: conduce a la muerte, a la vejez.
El espacio: estamos en una ciudad colonial cerca del río Magdalena en el Mar Caribe, posiblemente en Barranquilla. Las casas: tres para el matrimonio Urbino Daza, la casa de citas, la casa cambiante de Tránsito Ariza, las casas de las amantes de Florentino…
El narrador es omnisciente. El narrador también nos comenta al principio que el episodio del jabón en el baño fue el único en 51 años de casados que había hecho tambalearse al matrimonio Urbino Daza. Muchas páginas más adelante, Fermina se va a Riohacha con su prima Hildebranda durante dos años porque Juvenal le ha sido infiel con Bárbara Lynch.