Explorando la Prosa del Siglo de Oro: Quevedo, Gracián, Garcilaso y Fray Luis
La prosa satírica y doctrinal de Quevedo
Acorde con su carácter y su pensamiento, Quevedo escribió numerosas obras en prosa cuyo propósito era poner de manifiesto su visión de la realidad y del mundo y, de paso, censurar los vicios y defectos humanos:
Prosa Satírica
Destacan los Sueños y discursos (1627), obra en la que se pasa revista a los tipos y costumbres de la época, valiéndose del recurso del sueño o la visión.
El propósito es reflexionar sobre la decadencia española, aunque, a menudo, solo se observa una intención humorística y burlesca.
Prosa Doctrinal:
- De carácter ascético-moral: en la que funde el pensamiento cristiano con las doctrinas estoicas.
Quevedo deja patente su pesimismo respecto al mundo y presenta la muerte como única salida. El título más importante es La cuna y la sepultura (1635). - De carácter político: se denuncian los defectos de los malos gobernantes, se ataca a los malos ministros y se critica la relajación de las costumbres y la pérdida de los valores nacionales de otros tiempos. La obra más relevante es Vida de Marco Bruto (1644).
- De carácter ascético-moral: en la que funde el pensamiento cristiano con las doctrinas estoicas.
La prosa didáctica de Baltasar Gracián
Gracián ocupa un papel fundamental en la historia del pensamiento español. En su obra, reflexiona sobre el ser humano, critica sus defectos y propone modelos de conducta.
La concepción de la realidad de Gracián es la propia del Barroco: no hay verdades absolutas; en consecuencia, se aconseja adoptar un punto de vista pragmático. Como en Quevedo, la influencia de Séneca es notable: la naturaleza es imperfecta en sí misma; la virtud solo se puede alcanzar a través de la inteligencia y de la sabiduría. Su filosofía es radicalmente pesimista, aunque constructiva, ya que se proponen modelos de conducta para corregir los defectos inherentes al ser humano.
Su extraordinaria inteligencia e ingenio se reflejan en una obra profundamente intelectual, que suele adoptar la forma de frases breves y sentenciosas, sin digresiones ni divagaciones superfluas: «Lo bueno, si breve, dos veces bueno; y aun lo malo, si poco, no tan malo».
Su estilo se somete a tres principios: el ingenio, la alegoría y el humor. Muy conceptista, con un uso continuo de antítesis, juegos de palabras, etc.
Entre sus obras cabe destacar: Agudeza y arte de ingenio (1642), sobre el arte literario; Oráculo manual y arte de prudencia (1647), libro de sentencias sobre las normas que deben regir la vida, seguidas de una breve glosa aclaratoria (nunca exagerar, nunca hablar de sí, etc.); El héroe (1637), sobre las dotes de todo triunfador; El político Don Fernando (1640), donde se propone al Rey Católico como prototipo de buen gobernante; y, sobre todo, El Criticón (que se publicó en tres partes entre 1651-1657), cuyos protagonistas, Andrenio y Critilo (símbolos de la naturaleza y la cultura, respectivamente) viven diversas peripecias en las que se evidencia que el único valor seguro es la inteligencia. Además de por su estilo, lleno de símbolos y personificaciones, el libro destaca por la agudeza de los pensamientos y el humor de las sátiras.
Garcilaso de la Vega
La influencia de Petrarca en la poesía, aunque este último se distingue por la contención del sentimiento y de la expresión del sufrimiento amoroso.
Temas: sus elegías y sonetos son la expresión de los sentimientos más íntimos del poeta y la idealización del amor; entre sus sonetos, destaca el tratamiento de los mitos clásicos.
Estilo: se caracteriza por la belleza y musicalidad de sus composiciones; el tono de suave melancolía de los versos, y el equilibrio armónico y sosegado entre la forma y el contenido.
Obra poética: consta de algunas composiciones en metros tradicionales, una epístola, dos elegías, tres églogas, cinco canciones y treinta y ocho sonetos.
Entre las canciones sobresalen la cuarta, en la que expresa su amor desesperado por Isabel Freyre, y la quinta, dedicada a la «flor del Gnido», dama napolitana a la que Garcilaso, en nombre de un amigo, reprocha sus desdenes amorosos.
En las églogas, en las que unos pastores idealizados expresan sus lamentos amorosos, la poesía de Garcilaso alcanza su perfección.
Égloga I
El poeta desdobla su sentimiento personal en las figuras de los pastores Salicio y Nemoroso.
Fray Luis de León: poesía
La poesía de fray Luis de León se fragua en un contexto (segunda mitad del siglo) en el que, junto a los temas y formas italianos, destaca el notable carácter religioso y nacionalista que impregnó la cultura española como consecuencia de la política de aislamiento practicada por Felipe II y la Contrarreforma.
Temas:
- El deseo de soledad y retiro en convivencia pacífica con la naturaleza.
- La contemplación del equilibrio natural.
- La búsqueda de la paz espiritual.
- La comunión con la armonía del universo, reflejo de la armonía divina.
Estilo: se caracteriza por la sobriedad y sencillez en el empleo de recursos estilísticos. Apenas hay imágenes y la adjetivación es muy elemental. Abundan las interrogaciones y admiraciones que pretenden expresar la emoción contenida en la reflexión.
Obra poética: las poesías originales de Fray Luis no llegaron a cuarenta.
El erasmismo y los hermanos Valdés
Alfonso de Valdés (1490-1532), autor del Diálogo de Mercurio y Carón, obra de contenido político en defensa de la política imperial de Carlos I.
Juan de Valdés (1509-1541), junto a su obra de carácter místico-moral, destaca sobre todo el Diálogo de la lengua, obra en la que analiza el origen y carácter de la lengua castellana, además de incluir interesantes juicios.
La prosa ascético-mística
Para comprender la literatura religiosa de esta época debemos tener muy claros dos conceptos: misticismo, que se define como un estado individual de experiencia divina, y ascética, el ejercicio espiritual que debe desarrollar el alma para la purificación.
La literatura mística es una de las manifestaciones más genuinamente españolas en el periodo de transición entre el Renacimiento y la Contrarreforma.
San Juan de la Cruz, que en prosa las mismas experiencias místicas descritas en su poesía (Noche oscura del alma, Cántico espiritual y Llama de amor viva). Fray Luis de León tradujo algunos textos bíblicos (El Cantar de los cantares) y es autor, entre otras obras, de La perfecta casada (sobre el papel de la mujer cristiana). Santa Teresa de Jesús escribió libros de carácter autobiográfico (Libro de la vida), y otros de carácter místico, si bien en su obra las experiencias místicas y personales aparecen en estados inefables y cotidianos. El rasgo característico de su estilo es la sencillez; coloquial, Moradas.