Generación del 27

También conocida como generación de la amistad debido a las relaciones personales que se establecieron entre sus integrantes. Es un grupo heterogéneo de autores, por sus fechas de nacimiento, también en cuanto a influencia y estilos poéticos. Destaca la influencia de la poesía de Juan Ramón Jiménez. Paul Valéry, con “Cementerio marino”, ejerció gran influencia.

También influyeron el folclorismo y las vanguardias. Se realizó un homenaje a la poesía de Góngora en el tercer centenario de su muerte. Góngora y el concepto barroco tienen gran influencia en los autores.

Todos tienen formación universitaria. Tienen un punto en común: “La Residencia de Estudiantes” y las revistas literarias.

La Generación del 27 evoluciona, no tiene un género fijo. Concepto de retórica:

  • Podemos encontrar obras vanguardistas como las de Gerardo Diego.
  • Poesía tradicional o vanguardias.
  • De la poesía deshumanizada a la rehumanización poética: Parte de la poesía pura a una poesía rehumanizada que supondría el compromiso social con la Guerra Civil.
  • Del concepto estético de la poesía a la poesía con finalidad social. Algunos parten de la posición del modernismo.

Pedro Salinas (1891-1951), Jorge Guillén (1893-1984), Gerardo Diego (1896-1984), García Lorca y Vicente Aleixandre (1898-1936/1898-1984), Cernuda y Alberti (1902-1963/1902-1999), Miguel Hernández (1910-1942), Emilio Prados (1902), Miguel Altolaguirre (1898).

Clasificación en 3 periodos:

Hasta 1925

Esta etapa está marcada por un inicio diverso debido a la distancia que había entre los autores. Distintos orígenes, distintos estilos.

Neopopularismo: es una reinterpretación de los temas y las técnicas del folclore. En este caso, organizado desde la poesía culta, como continuidad de las obras de Machado. Destacan las obras de García Lorca, “Romancero gitano”, marcado por la rehumanización y el compromiso social.

“Romancero gitano” es una colección de romances que pretenden reflejar lo gitano como lo esencial de lo andaluz. Destaca “Marinero en tierra” de Rafael Alberti.

El neoclasicismo se mezcla con las vanguardias. Sus obras más importantes son de Altolaguirre y Prados.

Otros autores en este mismo periodo arrancaron bajo la poesía pura de Juan Ramón Jiménez. Una poesía formal, intelectual, minoritaria, que elimina el adorno superficial y busca la identificación entre idea y poesía. Destaca Jorge Guillén, toda su producción en tres poemarios en los que nunca abandonó la poesía pura: “Cántico”, “Clamor” y “Homenaje”. En ellas se refleja su visión cristiana y optimista de la realidad, según la cual el mundo es una obra bien hecha.

La producción de Vicente Aleixandre también arranca en esta misma línea, aunque pronto sentirá la influencia del surrealismo.

Otros autores comparten la influencia de la poesía pura con los movimientos de vanguardia. Es el caso de Pedro Salinas en la línea del futurismo con la obra “Presagios según lo azar”. También es el caso de Gerardo Diego, que se suma al grupo creacionista organizando toda su producción en dos líneas, que serán una constante en toda su carrera literaria: una creación creacionista con libros como “Imagen”, “Manual de espuma” y otra de línea tradicional como “Versos humanos”.

Desde el 25 hasta el 36

Se caracteriza por la evolución hacia el compromiso social que supone la Guerra Civil. Influencia del surrealismo, que vuelve a poner al hombre en el centro de la producción poética. Los autores fueron más o menos influidos por esta tendencia. En algunos, el surrealismo se convierte en su lenguaje poético definitivo, siempre sin practicar automatismo ni irracionalismo.

Las obras de Vicente Aleixandre, “Espadas como labios” y “La destrucción del amor”, y Luis Cernuda, quien iría incorporando toda su producción poética al libro “La realidad y el deseo”. Sin embargo, otros autores pasan por una etapa surrealista. Federico García Lorca, “Poeta en Nueva York”, y Rafael Alberti, “Sobre los ángeles”, corresponden a este modelo.

En este mismo periodo, el homenaje a Góngora y los estudios de Dámaso Alonso, “El viento y el verso”, y en otros autores como Alberti, “Sermones y moradas”. Aunque el que mejor lo refleja es Miguel Hernández con su obra “Perito en lunas”.

La cercanía de la Guerra Civil impone los temas sociales en apoyo de la República. Destaca Miguel Hernández, “Vientos del pueblo”.

Desde el 36 hasta nuestros días

Se caracteriza por tres líneas:

Autores que son ejecutados o mueren en la Guerra Civil

Miguel Hernández escribe un poemario que da un giro formal, propio de la poesía pura, desde la sencillez de la poesía popular. Poema más famoso es “Nanas de la cebolla”, al saber que su hijo solo podía alimentarse de sopas de cebolla.

Autores que parten al exilio

Un buen número de autores salen al exilio para evitar la represión franquista. En una primera etapa, los autores ven su producción poética afectada por el tema de la España perdida y por la…

Rafael Alberti con libros como “Verte y no verte” y “13 barras y 48 estrellas”, en los que el compromiso político es el tema dominante. La mayor parte de los autores evolucionan en un sentido semejante al de Juan Ramón Jiménez, hacia una concepción esencial de la poesía hasta buscar una perfecta identificación entre poesía y pensamiento. Como Pedro Salinas, “El contemplado y todo más claro”. En la misma línea evoluciona la poesía de Luis Cernuda, “Desolación de la quimera”.

Autores que se quedaron en España

Gerardo Diego: Es el autor más cercano ideológicamente al franquismo y protagoniza la tendencia oficial en la que el Régimen Franquista propone el nuevo modelo poético falangista llamado Garcilasismo. El soneto y la inspiración en Garcilaso y la España de los Reyes Católicos, así como el sentimiento religioso, “Ángeles de Compostela” y “Alondra de verdad”.

Vicente Aleixandre: Representa al autor encerrado en su propio universo, alejado de las circunstancias externas. En su obra continúa en la línea del surrealismo, reflejando el amor como un proceso de destrucción del individuo para culminar en la fusión, que es el acto de amar, “Mundo a solas” o “Ciudad del paraíso”.

Dámaso Alonso: Representa la reacción contra el régimen. Su poesía, sin entrar en la denuncia política, sí refleja la desesperación por la situación de la España de posguerra, tratando temas existenciales con un tono desgarrado que refleja la desesperanza del periodo. A esta tendencia, que abre su libro “Hijos de la ira”, se la conoció como poesía del tremendismo o desarraigada.