Primera Generación (1940-1960): Innovación e Imaginación

Esta generación, con una narrativa que abarca las décadas de 1940 a 1960, se caracterizó por su espíritu innovador e imaginativo. Algunos de sus escritores más destacados se vincularon a movimientos como el realismo mágico y lo real maravilloso.

Lo Real Maravilloso

Conectado al surrealismo, lo real maravilloso se adentra en lo irracional, creando mundos donde conviven mitos y leyendas arraigados en ritos y conquistas. Este movimiento surge cuando los escritores latinoamericanos reconocen la singularidad de la realidad americana, distinta a la europea, con sus propios mitos y leyendas. De ahí que lo real maravilloso nazca con una fuerte tradición folclórica, en países pequeños y preindustriales, diferenciándose del surrealismo europeo que exalta lo maravilloso en el contexto de una sociedad industrializada.

Realismo Mágico

Aunque sus inicios se remontan a 1918, el realismo mágico florece entre las décadas de 1950 y 1960. Se caracteriza por presentar una temática cotidiana irrumpida por elementos inesperados que generan asombro. Algunas de sus características son:

  • Saltos temporales
  • Superposición o yuxtaposición de lugares
  • Insignificancia del ser humano
  • Abundancia de detalles
  • Elementos urbanos
  • Monólogos interiores

Autores Representativos

Jorge Luis Borges (1899-1986)

Poeta, ensayista y narrador argentino que estudió en Argentina, Inglaterra y Suiza. En 1935, publica Historia universal de la infamia, considerada la primera obra de realismo mágico latinoamericano. Su técnica narrativa se centra en las inquietudes existenciales del hombre: el destino, la muerte, la eternidad, la identidad. Borges se preocupa por el universo y concibe el mundo como un laberinto, con un tiempo circular.

Miguel Ángel Asturias (1899-1974)

Su obra, impregnada de elementos míticos y simbólicos, se nutre de sus vivencias infantiles y juveniles. Entre sus obras destacan El señor presidente (1946) y Hombres de maíz (1949).

Alejo Carpentier (1904-1980)

Escritor y activista político cubano. Fue encarcelado y exiliado debido a su ideología. Sus obras, vinculadas al espacio, exploran en detalle lugares geográficos específicos. Destacan El reino de este mundo (1949) y Los pasos perdidos (1953).

Segunda Generación (Boom): Década de 1970

El Boom literario latinoamericano, aunque iniciado en la década de 1950, alcanza su máximo esplendor en la década de 1970. Este término designa a un conjunto de obras que irrumpieron en la escena literaria durante este período. Cien años de soledad (1967), de Gabriel García Márquez, se erige como la novela más representativa de este movimiento. La mayoría de los escritores del Boom simpatizaban con la Revolución Cubana, lo que les proporcionó cierta unidad, la cual se disipó al desaparecer este vínculo a partir de 1971.

La narrativa del Boom destaca por su abundancia temática, la mezcla de lo real y lo fantástico, el dominio de técnicas narrativas, la variedad de estilos, registros lingüísticos, saltos temporales, entre otros. Este movimiento se vio impulsado por la promoción publicitaria que recibió, así como por el apoyo de editoriales como Seix Barral. España, en un intento por recuperar el mercado latinoamericano, publicó muchas de estas obras. Editoriales catalanas también abrieron sus puertas a escritores latinoamericanos, quienes posteriormente fueron galardonados con prestigiosos premios (Mario Vargas Llosa, Vicente Leñero, Cabrera, etc.). Las traducciones de las obras del Boom a diversos idiomas y las adaptaciones cinematográficas de algunas de ellas también contribuyeron a su difusión internacional.

Algunos Autores del Boom

Julio Cortázar

Su obra más importante es Bestiario. Tras establecerse en París, escribió la mayoría de sus obras, siendo Rayuela (1963) la más compleja. Esta novela se estructura en tres partes y ofrece dos formas de lectura: según el orden impreso o según el orden propuesto por el autor. Los temas centrales de su obra son el sentido lúdico del lenguaje y la existencia, la idea de la insuficiencia del lenguaje, la lucha del hombre contra la costumbre, entre otros.

Juan Rulfo (1918-1985)

Con una obra breve pero intensa, Rulfo tuvo una infancia y juventud marcadas por la tragedia familiar. En 1953, publica El llano en llamas, una colección de cuentos que fusiona a la perfección tiempo, realidad, temas y voces. La violencia, la soledad y la muerte son temas recurrentes en su obra. En 1955, publica su novela Pedro Páramo, donde se presenta una dicotomía entre el mundo real y la imaginación. Ambas obras están ambientadas en Comala, un espacio mítico caracterizado por sus montañas y pueblos.

Gabriel García Márquez

Escritor y periodista colombiano. Tras publicar varios cuentos que luego reuniría en Ojos de perro azul, escribe Relato de un náufrago. En 1967, publica Cien años de soledad, considerada su obra maestra y una de las novelas más importantes de la literatura en español, convirtiéndose en un emblema del Boom latinoamericano.

Otros autores destacados del Boom son: Julio Cortázar, Juan Carlos Onetti y Mario Vargas Llosa.

Tercera Generación (desde 1970): Experimentación y Nuevos Rumbos

A partir de la década de 1970, surge una nueva generación de escritores que, siguiendo la línea de la experimentación, exploran la libertad absoluta en las estructuras narrativas y lingüísticas. Obras como Un mundo para Julius, Cuando quiero llorar no lloro y Yo, el Supremo son ejemplos de esta tendencia. Escritoras como Isabel Allende y Laura Esquivel también se destacan en este período, con obras como La casa de los espíritus, Eva Luna e Hija de la fortuna.

Características

Esta generación se propone tres objetivos principales:

  • Restablecer al hombre como protagonista de la narración.
  • Lograr la universalización de la obra.
  • Alcanzar un realismo más auténtico que el realismo del siglo XIX, a través del uso del narrador omnisciente.

Para lograr estos objetivos, incorporan nuevas técnicas narrativas provenientes de la narrativa europea y americana. Julio Cortázar, con su obra Rayuela, se convierte en uno de los precursores de esta nueva narrativa.

Elementos Característicos de la Nueva Novela

  • Subjetividad: El narrador se interesa por su propia existencia y por la visión de la totalidad sujeto-objeto desde su conciencia. En esta nueva novela, el narrador está presente en los acontecimientos y su punto de vista se manifiesta como narrador-protagonista. Se destacan los enfoques subjetivos sobre los objetivos, mostrándonos las cosas según las percibe el narrador.
  • Tiempo: Se rompe con la linealidad temporal, midiendo el tiempo según el estado de ánimo del personaje, ya sea en momentos felices o angustiosos.
  • Punto de vista de la narración: El mundo exterior al “yo” no existe para el novelista; todo surge de cada uno de los personajes.
  • Subconsciente: El “yo” debe explicarse desde el inconsciente y subconsciente del sujeto, por lo que el sueño cobra mayor importancia. Esto obliga a incluir técnicas como los monólogos interiores.
  • Ilogicidad: Se pierde la coherencia de las cosas para poner de manifiesto una mayor verdad sobre el hombre.
  • Comunicación: Al tener tanta importancia el “yo”, surge el problema de la incomunicación y la soledad.