La Poesía Lírica Romana: Horacio y Catulo
La Poesía Lírica Romana
La poesía lírica se caracteriza por su subjetividad. A diferencia de la épica, que canta las hazañas de un héroe, el poeta lírico se toma a sí mismo y a su alma como tema principal. Canta al amor, al sentimiento ante la muerte, la fugacidad de la vida, etc.
La sociedad a la que va dirigida la poesía lírica ya no es una sociedad heroica tradicional, sino una nueva sociedad cambiante, en la que un nuevo grupo social, la burguesía, aspira a ocupar un lugar predominante.
Principales Poetas Líricos Romanos
Quinto Horacio Flaco (65-8 a.C.)
Horacio conoció y se hizo amigo de Mecenas, lo cual cambió su vida: Mecenas le regaló una finca y el poeta pasó su vida entregado a su verdadera vocación.
Su poesía se caracteriza por la perfección de estilo; no deja nada a la improvisación, sino que cada palabra y cada verso están integrados en una estructura perfecta, por eso, sus versos tienen una belleza plástica inigualable.
Esta obsesión por la perfección hace que a veces le falte el calor del sentimiento; su poesía resulta generalmente un tanto fría, pero la armoniosa estructura de sus composiciones, el cuidado y el acierto al poner siempre la palabra exacta en el lugar exacto, la vivacidad de sus imágenes, hacen de él, el más perfecto modelo poético de la clasicidad.
Era un poeta orgulloso de su obra y sabía que ésta le sobreviviría, por eso en algunos versos habla de la fama perenne del poeta.
Obras Destacadas:
Las Odas:
Composiciones de tema elevado a través de la cual un autor expresa sus pensamientos y sus reflexiones sobre asuntos relacionados con la vida del ser humano, la naturaleza, alguna personalidad de la época, etc.
Los temas de las odas son variados: amores, banquetes, partida y regreso de un amigo, etc. Se podrían encuadrar en tres apartados:
- Amorosas: dedicadas a Lidia, Pirra, Cínara.
- Romanas: que celebran las hazañas de Druso y Tiberio.
- Filosóficas: que rezuma filosofía epicúrea, la que vivía y practicaba el autor y que se han convertido en los tópicos de su poesía:
- Aurea Mediocritas (el término medio): aprecio por lo sencillo y cotidiano, lo que se tiene… frente a lo puramente material e insustancial y las riquezas y a la obsesión por el bienestar basado en ellas. Hay que contentarse con una “dorada medianía”.
- Carpe Diem (aprovecha el día): la vida es corta, los años pasan volando y hay que aprovechar y vivir el momento presente, el día de hoy, sin pensar en el futuro, pues no se sabe lo que éste deparará.
- Beatus Ille… (feliz aquél que…): Aprecio de la vida tranquila, de la felicidad que se respira en la vida del campo, frente a la agitación de la vida de la ciudad y de sus preocupaciones.
- Fortuna Mutabilis (la Fortuna o la suerte cambia): Conocerse bien y fiarse de uno mismo, sin confiar en la suerte cambiante.
- Ubi Sunt…? (¿Dónde están ahora…?): La muerte llega y todo lo iguala, sólo el recuerdo del pasado permanece.
Valerio Catulo (85? – 54? a.C.)
Gracias a su posición económica desahogada pudo permitirse el lujo de dedicarse por completo a la literatura.
Es el más genuino representante de la generación de los “poetae novi”, con todos los defectos y cualidades de dicha generación: una juventud dorada, brillante, caprichosa, elitista, frívola y altanera, sin ideales sociales y muy reaccionarios en cuestiones políticas, aunque muy originales e innovadores en el terreno literario.
Es un ser apasionado y toda su obra está llena de pasión. Amaba y odiaba con la misma fuerza. Sus amigos y enemigos lo eran del todo, sin término medio. Sus sentimientos fluyen en estado puro, sin freno ni atenuaciones. Su sensibilidad profunda y la desnuda sinceridad de su pasión arrastran y emocionan.
Sus obras suelen ser elegías, y desarrollan temas sobre el amor, la vida y la muerte.
Lo más importante de su vida fue su amor por Clodia, mujer de la alta sociedad romana que fue su amante. El dolor del amor perdido y la tortura de ver cómo la mujer amada se entregaba al más absoluto desenfreno le inspiraron los más hermosos versos de amor de la literatura latina.
Su obra, según su temática se puede encuadrar en tres apartados:
- Poemas eruditos: en los que demuestra su conocimiento de la mitología.
- Poemas a amigos y a enemigos: Dirige a sus amigos poemas llenos de ternura y del más fino humor, y a sus enemigos, en cambio, les dirige poemas feroces. En estos poemas demuestra su vena satírica.
- Poemas amorosos: constituyen el bloque más grande en su obra. Todos están dedicados a Clodia, bajo el nombre de Lesbia. Puede seguirse en ellos, paso a paso, la línea recorrida por estos amores: una curva ascendente en la primera época, llena de feliz exaltación, que pronto inicia su descenso, en un tramo que refleja una situación de disgustos, malentendidos, riñas y reconciliaciones, hasta llegar a la ruptura definitiva.