La Tragedia Neoclásica en España

El género de la tragedia fue el primero en surgir a mediados del siglo XVIII, dentro del llamado teatro neoclásico. Surge muy ligado a la gran polémica sobre el teatro que se fue desarrollando a lo largo del siglo XVIII.

En 1737, Luzán había aportado una definición de tragedia: “La tragedia es una representación dramática de una gran mudanza de fortuna, acaecida a reyes, príncipes y personajes de gran calidad y dignidad, cuyas caídas, muertes, desgracias y peligros exciten terror y compasión en los ánimos del auditorio, y los curen y purguen de estas y otras pasiones, sirviendo de ejemplo y escarmiento a todos, pero especialmente a los reyes y a las personas de mayor autoridad y poder”.

En 1738, el francés Du Perren, en el prólogo a su antología de teatro español, había afirmado la incapacidad histórica de los españoles para componer tragedias y comedias clasicistas. Montiano quiso demostrar la falsedad de tales aseveraciones; escribió así sus Dos discursos sobre las tragedias españolas con el deseo de recopilar noticias históricas sobre tragedias clasicistas hechas en España, de difundir la preceptiva neoclásica y de ofrecer un ejemplo de texto reglado compuesto por él mismo para demostrar que un español sí puede escribir tragedia clasicista y animar a otras personas, afirma, mejor dotadas que él a seguir su ejemplo y contribuir a la renovación de la escena española de aquellos años.

En 1750, Montiano difunde Virginia, dentro de su Discurso sobre las tragedias españolas (1750). Poco después publica Ataúlfo, al final de su Discurso II.

Características de la Tragedia Neoclásica

  1. La verosimilitud como norma suprema: Se respetan las unidades dramáticas tradicionales: fábula, espacio y tiempo.
  2. Argumentos históricos: Los argumentos deben ser históricos, aunque los hechos que en ellos se incluyen no necesariamente han de ser tomados de la realidad.
    • Pueden ser inventados, pero situados en épocas del pasado, no en la realidad contemporánea.
    • Con ello se evita el apasionamiento que produce en el espectador la contemplación de acontecimientos temporalmente próximos. Se pretende que el público observe los hechos con más distancia e imparcialidad.
  3. Construcción de los personajes: Suelen girar en torno a ocho.
    • Esta restricción pretende acabar con la acumulación de personajes característica de los géneros barrocos.
    • Se busca ante todo la claridad que permita reconocer a los personajes y facilite la transmisión de una enseñanza.
    Tipos de personajes: el héroe, la heroína, el poderoso, la dama, el galán…
  4. Recursos de composición:
    • Introducción in media res
    • Cambio de la fortuna a la adversidad
    • Anticipación de sucesos: anuncio previo de los acontecimientos que pueden tener lugar
    • Largos parlamentos, soliloquios de los personajes, o conversaciones largas entre personajes
    • Estructura binaria: p.e.: de los personajes
    • La anagnórisis tiene en la tragedia neoclásica española una especial intervención
    • Simbolismo
    • Resúmenes didácticos: para facilitar el seguimiento del argumento
    • La justicia poética: pone de manifiesto que cada personaje recibe su merecido, premio o castigo.
  5. La temática:
    • El amor: se presenta como sentimiento racionalizado, no impulsivo. La falta de racionalidad lo convierte en un sentimiento negativo, fuente de desventuras, como ocurre en dos obras de Cadalso, Don Sancho García y en Solaya.
    • El honor, las relaciones paterno-filiales, la libertad, la patria, el estado…

Etapas de la Tragedia Neoclásica

  1. Orígenes (1750-1753): Con la publicación de las dos tragedias Virginia (1750) y Ataúlfo (1753), como parte de los Dos Discursos sobre la tragedia de Montiano.
  2. Desarrollo (1753-1808):
    • Aumenta la producción, impulsada por academias y tertulias.
    • El ministro Aranda impulsa un plan de renovación teatral.
    • Se escriben numerosas piezas dramáticas (Nicolás Fernández de Moratín, Trigueros, Jovellanos, Cadalso, López de Ayala, Cienfuegos, Quintana, García de la Huerta).
    • Es el momento en que las tragedias se convierten en el modo de difundir la ideología ilustrada y de realizar una defensa de la obligación frente al deseo, de la razón frente al sentimiento, del interés público frente al privado.
  3. Decadencia (1808-1850): El género cuenta cada vez con menos cultivadores. La normativa neoclásica se relaja y los textos se apartan de los modelos iniciales, dando lugar a un nuevo género: el drama romántico. P.e.: Don Juan Tenorio de Zorrilla.

Conclusión

Durante la década de 1770, los autores teatrales trataron de introducir en los teatros la tragedia al estilo clásico francés:

  • Nicolás Fernández de Moratín logró estrenar Hormesinda (1770).
  • Cadalso, Don Sancho García (1771).
  • Jovellanos, Pelayo (1782).