Literatura Barroca y Romanticismo: Poesía, Teatro y Autores Clave
La Poesía Barroca
Temas
- El desengaño: El mundo se contempla como un teatro donde todo es apariencia o sueño, y tomar conciencia de ello lleva al desengaño. Este desengaño da lugar a una visión pesimista de la vida humana, y traslada la esperanza de felicidad a la vida ultraterrena. Son ideas presentes en la abundante poesía metafísica y religiosa de este momento. Por otra parte, el desengaño suscita la burla y la crítica de casi todo lo considerado serio, de ahí el éxito de los versos satíricos.
- La muerte: La vida se considera un presente inestable y fugaz, y la muerte acompaña al hombre siempre en su existencia. Esta idea hace aparecer en la literatura tópicos clásicos como tempus fugit, carpe diem o memento mori.
Clasificación
- Poesía filosófica y moral: Se medita sobre la realidad y las apariencias, el desengaño, la fugacidad de la vida y la omnipresente muerte. Son asuntos que generan un pesimismo al que algunos escritores oponen su fe cristiana.
- Poesía religiosa: Está escrita desde una perspectiva cristiana que deposita la esperanza de felicidad en el más allá, pues es imposible de alcanzar en este mundo vacío y en crisis. El amor a Dios, el arrepentimiento o la devoción íntima son motivos frecuentes en este tipo de poesía.
- Poesía amorosa: Continúa con los patrones temáticos del petrarquismo, haciendo hincapié en los efectos del sentimiento en el amante, y dando entrada a la obsesión por el paso del tiempo. De ahí nace el tema del amor más allá de la muerte.
- Poesía satírica y burlesca: Como oposición al oscuro panorama reinante, este tipo de poesía enfoca de forma crítica o alegre todo tipo de asuntos incluidos en los géneros poéticos “serios”: costumbres, oficios, tipos humanos, personajes concretos y valores en boga son objeto de sorna. En esta variedad poética son frecuentes las pullas literarias entre escritores.
- Poesía de circunstancias: Está ligada a acontecimientos concretos como la publicación de un libro, el fallecimiento de un personaje ilustre, etc.
Características formales
- Moldes estróficos habituales: Silva y soneto, exposición del tema en los cuartetos y conclusión en los terceros.
- Moldes tradicionales: Letrillas y romances, se repite a modo de estribillo un pensamiento expresado con brevedad.
- Recursos literarios: La idea del mundo como un movimiento continuo de opuestos conlleva al uso frecuente de antítesis, oxímoron, paradojas. El deseo de mostrar capacidad de invención lleva al uso de cultismos, hipérbatos, metáforas y paralelismos.
Culteranismo y Conceptismo
El conceptismo es una asociación sorprendente y breve entre dos objetos, un juego de ideas ingenioso que permite un conocimiento modernizado de algún aspecto de la realidad. Estos conceptos se expresan en metáforas y comparaciones. El culteranismo busca un lenguaje con brillantez, cuidada elaboración formal y musicalidad, abundan los cultismos, hipérbatos, alusiones mitológicas. Ambos estilos están dirigidos a un público culto que sepa apreciarlo.
El Teatro Urbano en el Siglo de Oro
El teatro que vive un mayor auge y transformación es el de tipo urbano, al que asiste toda clase de público y que tiene lugar en los corrales de comedias. Las obras eran representadas por compañías, cuyo director y empresario recibía el nombre de autor. Eran representaciones largas que tenían como eje una comedia en tres actos (todas las obras se denominaban comedias, aunque no fuesen cómicas), pero incorporaban además otro tipo de piezas. Antes del primer acto, una loa, composición dramática breve a modo de introducción habitualmente de carácter cómico, que servía para captar la atención del público y presentar la comedia. Tras el primer acto, un entremés, y entre el segundo y el tercero, algún baile con canciones. Después del tercer acto podía representarse otro entremés o algún tipo de canción y baile, con los que se cerraba el espectáculo. Las referencias espaciales y temporales se confiaban a las palabras de los personajes, y los decorados debían ser bastante simples en un principio, aunque paulatinamente se fueron enriqueciendo. Fue un teatro criticado por algunos pensadores y moralistas porque se permitía la actuación de las mujeres, y porque pensaban que las compañías llevaban una vida inmoral y que las obras contribuían al relajamiento de las costumbres del pueblo. A pesar de ello tuvo bastante éxito. Los argumentos contra estas críticas se basaban en los beneficios económicos que este teatro reportaba a autores, compañías y hospitales, y en la capacidad inigualable para entretener al tiempo que servía como guía moral, aunque fuera a través de ejemplos negativos. Las obras más vistas sobre estos escenarios eran comedias de enredo o de capa y espada, dramas de honor campesino, dramas trágicos o dramas basados en episodios históricos, legendarios, literarios o mitológicos.
Los Corrales de Comedias
- Escenario: Frente a la entrada, al fondo del patio, se disponía un escenario elevado, en cuya parte trasera había una o varias cortinas por las que entraban y salían a escena los actores. En el escenario había además trampillas para la misma finalidad. Los balcones que estaban a su espalda podían emplearse para la representación de algunas escenas o como soporte de decorados o artefactos de la tramoya.
- Patio: Situado frente al escenario, en los laterales había gradas portátiles y en el centro sillas y bancos. Por detrás había una zona destinada a los “mosqueteros”, hombres que asistían de pie a la obra y cuyas reacciones eran determinantes para su éxito o fracaso.
- Cazuela: Elevada por encima de la entrada al corral, se ubicaba tras la zona de mosqueteros y estaba reservada para las mujeres.
- Resto del espacio: Los balcones, galerías y ventanas enrejadas eran ocupados por autoridades municipales y eclesiásticas, o por nobles y personas adineradas que en ocasiones pagaban un alquiler anual por un balcón.
El público, por tanto, estaba dividido en función del sexo y de la clase social. El dinero que se obtenía de la venta de entradas se destinaba a obras de caridad.
El Romanticismo
Visión del Mundo
- Subjetividad e idealismo: Se exaltan el yo, la sensibilidad individual y los sentimientos apasionados. El idealismo lleva aparejado un deseo infatigable de alcanzar lo sublime en todos los terrenos vitales: amor, belleza, libertad, etc. Este deseo se acaba estrellando contra una realidad insatisfactoria y da lugar al desasosiego, la melancolía y el desencanto (el llamado “mal del siglo”).
- Rebeldía y deseo de evasión: La insatisfacción con la realidad produce un sentimiento de rebeldía, simbolizado por personajes alejados de las normas como el pirata o Don Juan. Esta insatisfacción provoca además un deseo de evasión hacia lugares exóticos e imaginarios, hacia una legendaria Edad Media o al mundo de la inconsciencia y el sueño. El desengaño también puede llevar a considerar la muerte como forma definitiva de evasión.
- Libertad: Frente a los límites que las convenciones imponen, se defiende la plena libertad individual en todos los ámbitos: político, moral y artístico.
- Naturaleza: Los elementos de una intensa naturaleza se emplean para tratar de expresar el desasosiego anímico del autor. Son frecuentes los paisajes desolados, oscuros y solitarios como acantilados, océanos, páramos o montañas. En ellos se producen fenómenos meteorológicos como la niebla o las tormentas.
- Nacionalismo: La afirmación de la identidad individual se corresponde, en cierto sentido, con la búsqueda de una identidad colectiva. Así, se recuperan y difunden las peculiares tradiciones lingüísticas y culturales de cada nación, a partir de un pasado legendario. De ahí el gusto por las creencias, las leyendas y las tradiciones populares.
Temas
Esta visión del mundo hace que los temas principales en la literatura sean los sentimientos apasionados y absolutos: el amor apasionado y desengañado, la belleza ideal, el anhelo de infinito, el destino trágico, la incomprensión, la soledad, la muerte, etc. Asimismo, otros temas recurrentes son los de la rebeldía y la crítica política, derivados del desafío a las normas propio del movimiento romántico.
Lope de Vega: Vida y Obra Poética
Temas y Estilo
La profunda relación del trayecto vital de Lope con su poesía se puede observar en la diversidad de temas de las obras líricas que va publicando, que son además una excelente muestra de la variedad poética propia del Barroco. Así, cultiva poesía amorosa, religiosa, satírica y burlesca, además de que su teatro es también prueba de su gran creatividad lírica. En cuanto al estilo, la idea de poesía que Lope defiende es aquella que combina concepto y adorno. El concepto ha de estar expresado con naturalidad, recurriendo al juego verbal, pero sin la compleja elaboración de la poesía de estilo culterano. Con el fin de conseguir alcanzar esta idea Lope recurre a un estilo en el que se funden las influencias tradicionales (romances, letrillas) y cultas (canciones, sonetos).
Obras Destacadas
- Romances: Los romances predilectos de Lope eran los pastoriles y moriscos, en los que el escritor se desdobla en la figura de un pastor o un caballero moro y da expresión poética a sus amores. En estos romances Lope poetiza su complicado amor por Elena Osorio en sus distintas fases: enamoramiento, aparición de otro pretendiente, celos, despecho, etc.
- Rimas: Esta colección de textos muy diversos está compuesta sobre todo de sonetos amorosos que siguen la línea de la poesía petrarquista. Hay un grupo de ellos dedicado a Lucinda que conforman un pequeño cancionero. Se incluyen en esta obra otro tipo de composiciones como piezas mitológicas, históricas, morales…
- Rimas sacras: Compuesto en gran parte de sonetos, este poemario de tipo religioso surge en un momento difícil de la vida de Lope. Incluye la sentida elegía a la muerte de su hijo, y en toda la obra expresa el arrepentimiento por sus faltas y el amor entre Cristo y el alma.
- Rimas humanas y divinas del licenciado Tomé de Burguillos: Esta obra, uno de los mejores logros de Lope, pertenece a la poesía satírica y burlesca. En ella, bajo la máscara del supuesto poeta Burguillos, el autor se divierte parodiando la poesía petrarquista con un cancionero burlesco dedicado a una lavandera.