Las Vanguardias en España

Las Vanguardias europeas del período de entreguerras (Futurismo, Expresionismo, Cubismo, Dadaísmo, Surrealismo) llegaron a España con su afán de romper con las tradiciones. Tras una primera fase optimista y marcada por la deshumanización del arte, en la que triunfan el Ultraísmo y el Creacionismo (1918-1925), se pasa por una rehumanización (vuelta a la expresión de contenidos humanos, en este caso oníricos y del subconsciente) marcada por el Surrealismo (1925-1930). Después, las urgencias políticas de los años 30 harán que las Vanguardias en España se vayan diluyendo.

Ultraísmo

El Ultraísmo se manifestó sobre todo en tertulias y revistas. Pretendía eliminar de la poesía los sentimientos y la lógica, y presentar los signos del mundo moderno mediante una yuxtaposición de imágenes sorprendentes, eliminando los signos de puntuación y llegando, en ocasiones, al caligrama. Su principal impulsor y figura fue Guillermo de la Torre, autor del libro Hélices (1923).

Creacionismo

El Creacionismo, introducido en España por el poeta chileno Vicente Huidobro, usa procedimientos similares, con la idea de que el poema debe ser “intraducible a la prosa” y debe juntar palabras que nunca antes hayan coincidido. Influyó fuertemente en un poeta del 27, Gerardo Diego.

Surrealismo

Más tarde se introdujo el Surrealismo, con su idea de hacer aflorar, mediante imágenes irracionales, el mundo del subconsciente. El Surrealismo en España fue menos radical que el francés, y supuso una reacción frente a la poesía pura de Juan Ramón. Influyó en poetas del 27 como Lorca, Alberti, Cernuda y, sobre todo, en Vicente Aleixandre.

Generación del 98

El siglo XIX termina con el Desastre del 98, que supone la pérdida de las últimas colonias españolas, Cuba y Filipinas, auspiciado por Estados Unidos. Esto hace a la nación tomar conciencia de su estado decadente.

En esta época, un grupo de jóvenes asume el descontento político y moral reaccionando para renovar la conciencia española. Analizan los males de España y proponen soluciones. Se preocupan por encontrar la verdadera esencia de España por tres vías:

  • La literatura: Se fijan en Gonzalo de Berceo, Jorge Manrique, Cervantes y Quevedo. Admiran a Larra y a los ilustrados que ya se habían percatado de los problemas de España.
  • La historia: Buscan en la historia los valores de la patria y la raíz de los problemas.
  • El paisaje: Ven en el austero paisaje castellano el reflejo del alma española.

En lo literario se deja ver su afán reformista, ya que emplean un lenguaje sencillo y expresivo. Predominan en sus textos las oraciones simples y breves. Recuperan palabras del campo. Se ven influidos por el existencialismo.

Sus principales componentes son el grupo de los tres: Azorín, Baroja y Maeztu; más Miguel de Unamuno.

  • Azorín: Se dedicó al periodismo y a la literatura. Su estilo es elegante, elaborado, pero sencillo. Es un maestro de las descripciones. Destacan sus obras Castilla y La ruta de Don Quijote.
  • Pío Baroja: Era médico pero dejó su carrera por la literatura. Su visión de España es amarga y pesimista. Su estilo es muy dinámico: no respeta las reglas gramaticales, no busca la corrección, sino la sencillez y la expresividad. Sus personajes suelen ser rebeldes e intrépidos, lo contrario que él. Destacan sus novelas La busca, Mala hierba y Aurora roja.
  • Ramiro de Maeztu: Destacan sus obras La crisis del humanismo, Hacia otra España y Defensa de la humanidad.
  • Unamuno: Fue catedrático de la Universidad de Salamanca. A causa de su oposición a la dictadura de Primo de Rivera, sufrió destierro. Destacan sus novelas San Manuel Bueno, mártir, Niebla y El Cristo de Velázquez.

Modernismo

El modernismo es un movimiento artístico que se da a finales del siglo XIX y principios del XX. Es una reacción anticonformista y renovadora de la burguesía.

Supone una renovación total de las formas. El Art Nouveau se extendió por toda Europa dando rienda suelta a la imaginación y recogiendo ideas de otros movimientos. A este estilo pertenecen, por ejemplo, los edificios de Gaudí.

A España trae esta nueva manera de escribir el nicaragüense Rubén Darío. Para muchos autores el Modernismo es la cara B de la Generación del 98, es decir, ante una misma situación de crisis (el desastre del 98) los autores responden de dos maneras: evadiéndose (Modernismo) o afrontando el tema con una visión reformista (Generación del 98).

Los principales rasgos del modernismo son:

  • Atracción por lo raro, lo singular o todo aquello que pueda alejarlos de lo cotidiano y aburrido.
  • Influencia del parnasianismo (el arte por el arte) y del simbolismo francés (poesía para sugerir).
  • Lenguaje y estilos propios: la lengua se caracteriza por la abundancia de metáforas, imágenes, sinestesias, epítetos, neologismos, cultismos y arcaísmos.
  • Aparecen nuevas estrofas.
  • Preferencia por el simbolismo. Entre los símbolos preferidos están el color azul y el cisne.
  • Universalismo, exotismo y cosmopolitismo: Los modernistas sitúan sus historias en lugares recónditos (Asia, India…), en el cosmopolitismo de las nuevas ciudades, en la mitología, en otros tiempos.

El autor más importante en este periodo fue Rubén Darío. Su primera obra Azul marcó el comienzo de la nueva escuela poética modernista. Otra obra, Prosas profanas, muestra el aristocraticismo que propugnaba el arte moderno. Cantos de vida y esperanza (1905) es su obra más conocida y mejor valorada.

En España destacan Salvador Rueda, Francisco Villaespesa y Manuel Machado. Otros autores que luego evolucionaron hacia otras sensibilidades, tuvieron sus coqueteos con el Art Nouveau, como J. R. Jiménez con Almas de violeta, R. Mª. Valle-Inclán y Antonio Machado con Soledades.

Novecentismo

La inestabilidad del país (conflictos sociales, fin del turnismo, Dictadura de Primo de Rivera y Segunda República) contrasta con la aparición (1910) de una serie de intelectuales que buscan la modernidad del país. Las principales características del Novecentismo son:

  • Son intelectuales, con una sólida preparación universitaria.
  • Emplean la razón y huyen del sentimentalismo. Son personalidades que influyen en la política del país.
  • Se preocupan por la europeización del país frente al tradicionalismo español.
  • Están influidos por el ambiente de deshumanización tras la Primera Guerra Mundial que afectará a toda Europa.
  • Buscan, influidos por las vanguardias europeas, un arte puro. Les preocupa la forma y su ideal de belleza está en la serenidad de los modelos griegos. Huyen del sentimentalismo y se orientan hacia lo apolíneo. Pulcritud y equilibrio serán sus máximas. Se crea una literatura para minorías cultas.
  • En cuanto al estilo, es fundamental la preocupación por el lenguaje. La prosa recurre a la “función poética” del lenguaje, aparecen poemas en prosa como Platero y yo, de Juan Ramón Jiménez.

Los principales autores son:

Ensayistas

  • Eugenio d’Ors: Acuñó el término Novecentismo e impulsó esta corriente en Cataluña. Destaca su obra Glosario.
  • Ortega y Gasset: Filósofo y ensayista. Sus obras más importantes son La deshumanización del arte, La rebelión de las masas y España invertebrada.
  • Manuel Azaña
  • Gregorio Marañón

Poetas

  • Juan Ramón Jiménez: Con su concepción de la “poesía pura” se acercó a este intelectualismo renovador. Su obra se divide en tres etapas:
    • Etapa sensitiva (1898-1915): Marcada por la influencia de Bécquer, el simbolismo y el modernismo. Destaca su obra La soledad sonora.
    • Etapa intelectual (1916-1936): Destaca Diario de un poeta recién casado.
    • Etapa última (1937-1958): En su exilio americano escribe Dios deseado y deseante.

Novelistas

  • Gabriel Miró: Comienza en el modernismo (Las cerezas del cementerio) para continuar en el Novecentismo (El obispo leproso).
  • Ramón Pérez de Ayala: Destacan sus obras Tigre Juan y Troteras y danzeras.