Mario Vargas Llosa: Biografía y Reconocimientos

Mario Vargas Llosa nació en Arequipa, Perú, en 1936. Esto lo convierte en el miembro más joven del grupo de escritores del llamado Boom literario hispanoamericano.

En 1959 obtuvo el título de Doctor en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de Madrid. Trabajó como traductor en la Unesco. Hasta 1974, su vida transcurrió principalmente entre París, Londres y Barcelona.

En 1990, participó como candidato a la presidencia de la República de Perú por la coalición Frente Democrático (FREDEMO), pero perdió las elecciones y regresó a Londres.

En 1993 obtuvo la nacionalidad española, sin renunciar a la peruana.

Principales Galardones:

  • Premio Príncipe de Asturias de las Letras (1986)
  • Premio Cervantes (1994)
  • Ingreso en la Real Academia Española (1996)
  • Premio Nobel de Literatura (2010)

Teoría Literaria y Técnicas Narrativas

Consciente de su trabajo como escritor, Vargas Llosa basa su práctica en una completa teoría de la novela. Habla de conceptos como la “novela total” y “el elemento añadido”, y sostiene que el novelista debe conjurar sus demonios interiores y lo autobiográfico.

Técnicas Narrativas

En cuanto a sus técnicas narrativas, Vargas Llosa describe en sus ensayos las que él denomina:

  • Técnica de la “caja china”
  • Técnica del “salto cualitativo”
  • Técnica de los “vasos comunicantes”
  • Técnica del “dato escondido”

Evolución Novelística

Mario Vargas Llosa irrumpió en el panorama literario con Los jefes (1959), una colección de relatos que, en parte, sigue patrones narrativos de carácter decimonónico.

Influencias

Entre los autores que más han influido en la obra de Vargas Llosa, cabe citar a:

  • Gustave Flaubert y su novela Madame Bovary.
  • Jean-Paul Sartre y su idea de la literatura comprometida.
  • William Faulkner y su renovación de la técnica narrativa.
  • Gabriel García Márquez, por su temática americana y su realismo mágico.

Etapas de su Obra Novelística

La crítica especializada ha dividido su extensa obra en, al menos, tres grandes etapas:

Primera Etapa: Realismo Experimental (1958-1969)

Esta primera fase, de marcado carácter realista y experimental, abarcaría desde Los jefes (1958) hasta Conversación en La Catedral (1969). Es en esta etapa cuando Vargas Llosa desarrolla sus rasgos de estilo más destacables. Así, nos encontramos fuertes oposiciones tanto en el desarrollo de la acción como en las voces de los personajes; los desórdenes temporales y espaciales son constantes, ocasionándose mezclas de acontecimientos que pertenecen a lugares y momentos distintos. Incluso podemos encontrar a los mismos personajes en situaciones y conversaciones diferentes simultáneamente. Estas técnicas, ya presentes en La ciudad y los perros, se agudizan en La casa verde y, especialmente, en Conversación en La Catedral.

Se trata de una concepción novelística propia del siglo XX, de carácter abierto, que no aboga por el cierre perfecto (repárese al respecto en el final de Los cachorros). La novela de Vargas Llosa se antoja un retazo de vida, una reproducción fragmentaria e interesada de diversas realidades.

Segunda Etapa: Humor y Sátira (A partir de 1973)

La segunda etapa, algo menos experimental en la forma pero igualmente ambiciosa, comenzaría con una de sus creaciones más célebres, la novela satírica Pantaleón y las visitadoras (1973). Al igual que en La ciudad y los perros, Vargas Llosa atenta contra la institución militar, esta vez a través de un relato paródico basado en hechos reales. Técnicamente, es una novela construida siguiendo la técnica del pastiche, donde encontramos un discurso multiforme y mutable (que va de lo coloquial a lo administrativo, del discurso militar a la retransmisión periodística radiofónica).

Pantaleón y las visitadoras marca una fase caracterizada por una mayor tendencia al humor y la burla, con un tratamiento del realismo menos dramático, atenuado por el sarcasmo y la ironía. Esta etapa incluiría también La tía Julia y el escribidor (1977), obra con tintes autobiográficos que trata de la relación amorosa de un joven escritor apodado ‘Varguitas’.

Tercera Etapa: Escepticismo y Variedad Temática (A partir de 1981)

La tercera etapa, que comenzaría con la monumental La guerra del fin del mundo (1981) y llegaría hasta obras más recientes como El sueño del celta (2010), estaría marcada por un creciente escepticismo. Este cambio de rumbo y esta novedosa perspectiva de carácter existencial enriquecen temáticamente su quehacer literario. Vargas Llosa parece dejar a un lado algunos de sus demonios personales para emprender una serie de narraciones distintas y variadas, consideradas por algunos especialistas como obras formalmente perfectas aunque quizás de menor calado que las de su primera etapa. Ejemplos de este periodo incluyen: ¿Quién mató a Palomino Molero? (1986), Lituma en los Andes (1993) y Elogio de la madrastra (1988).

El sueño del celta (2010)

En El sueño del celta, Vargas Llosa retoma algunos de sus viejos temas y ofrece un relato de violencia y de dominación del hombre sobre el hombre. Es una novela de rabiosa actualidad que critica de manera explícita una sociedad capitalista basada en intereses económicos, donde el hombre puede ser reducido a pura mercancía, sin derecho ni a su propia vida. Con esta obra, nos encontramos con un Vargas Llosa mucho más metódico, más cercano a la novela histórica. Representa un meditado descenso a los infiernos a través de los recuerdos de su protagonista, Roger Casement, que comienzan en una celda y terminan en un patíbulo. Sin concesiones.