La Literatura Realista y Naturalista

En la literatura de la segunda mitad del siglo XIX aparecen dos nuevas corrientes: el Realismo y el Naturalismo.

El Realismo

Nació en Francia. Sus características más importantes son:

  • El término “realismo” evidencia el interés de la obra artística por reflejar con exactitud y objetividad los personajes y el entorno.
  • Los personajes parecen sacados de la vida de la época.
  • Los escenarios descritos son reconocibles por el lector del momento.
  • Los temas manifiestan los intereses, conflictos y sentimientos de diversas clases sociales.
  • El lenguaje se adapta al personaje.
  • El narrador es omnisciente; conoce perfectamente el mundo interior de los personajes.

El Naturalismo

Surgió en los últimos años del siglo XIX y sus bases fueron sentadas por el escritor francés Émile Zola. Algunos de sus principios son:

  • Aplicación del método experimental en la observación de la realidad: el novelista debe investigar cuáles son las leyes que rigen el mundo natural y el comportamiento de los seres humanos.
  • Importancia de la herencia biológica y el medio ambiente, que determinan el comportamiento de los personajes.
  • Presencia de aspectos desagradables o sórdidos de la realidad.
  • Interés por los personajes marginales.

La Novela Realista y la Novela Naturalista

Pedro Antonio Alarcón: Desarrolla en su obra la convivencia de rasgos claramente románticos y elementos realistas muy relacionados con su pensamiento político, de carácter tradicional. Escribe novelas breves, que tienen un gran éxito, como El sombrero de tres picos, La Pródiga y El escándalo.

José María Pereda: Presenta, en sus primeras obras, características costumbristas; posteriormente, en sus novelas de tesis, defiende ideas tradicionales y conservadoras, y acaba escribiendo un tipo de novela regional, en la que los ambientes marineros o de montañas se localizan en su tierra natal, Cantabria. Obras destacadas: Sotileza y Peñas arriba.

Juan Valera: Es un autor atípico, pues sus novelas se han considerado más idealistas que realistas. Le interesa más retratar los estados de ánimo cambiantes de sus personajes que la minuciosa descripción del entorno en el que se mueven. Obras destacadas: Pepita Jiménez y Juanita la Larga.

Emilia Pardo Bazán: Defiende en un principio las ideas del naturalismo y escribe sus novelas, como La Tribuna, Los pazos de Ulloa, según los principios de este movimiento. Otras obras: La prueba y La Sirena negra.

Vicente Blasco Ibáñez: Ambientó sus novelas, de carácter naturalista, en torno a su Valencia natal y sus alrededores. Obras destacadas: Arroz y tartana y La barraca.

Benito Pérez Galdós: Nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1843. Estudió Derecho en Madrid y murió en 1920. Características de sus obras:

  • Sus novelas reflejan una mentalidad progresista y liberal.
  • Los personajes transmiten los problemas de la vida cotidiana.
  • En el enfrentamiento entre posiciones conservadoras y liberales, se aprecia la ideología progresista.
  • La lengua suele reflejar el uso de la calle, coloquial y rico en matices.
  • Elige a un narrador omnisciente, quien conoce lo que pasa y lo juzga.
  • Alternan la narración y el diálogo.

Leopoldo Alas “Clarín”: Nació en Zamora en 1852 y falleció en 1901. Rasgos que caracterizan sus novelas:

  • Se inspira en la realidad.
  • Los personajes se retratan con detalle.
  • El lenguaje es natural y sencillo.
  • La intención moral está detrás de la denuncia de los males.

Obras destacadas: La Regenta y Su único hijo.

Literatura a Principios del Siglo XX: El Modernismo y la Generación del 98

El Modernismo

Comenzó en Iberoamérica a finales del siglo XIX y terminó en la Primera Guerra Mundial.

Características:

  • Rebeldía ante la estética burguesa de la segunda mitad del siglo XIX, que pasó a considerarse prosaica y trasnochada. El género más cultivado fue la poesía, pues era el que mejor podía transmitir la visión intimista e imaginativa del artista.
  • Deseo de evasión, que lleva a los modernistas a situar sus obras en lugares exóticos y en tiempos remotos.
  • Intenso erotismo a la hora de expresar el sentimiento amoroso.
  • Alternancia del tono melancólico con la rebeldía y la vitalidad.
  • Búsqueda de un nuevo lenguaje poético por medio de recursos que subrayan la musicalidad del poema.
  • Renovación métrica: Rubén Darío resucita versos olvidados, como los de nueve sílabas.

La Generación del 98

Características:

  • Preocupación por el problema de España y afán reformista.
  • Deseo de apertura hacia Europa, unido al amor a España.
  • Gusto por el léxico tradicional y popular.
  • Sobriedad en el uso de la lengua y el rechazo del exceso retórico.
  • Subjetivismo en la descripción del paisaje y, en general, en la visión de la realidad.

Rubén Darío

Fue uno de los poetas más celebrados y admirados en su tiempo. Su evolución artística queda patente en sus tres libros de poemas:

  • Azul, obra de entusiasmo juvenil.
  • Prosas profanas, que corresponde al esplendor del movimiento modernista y a su mayor éxito personal.
  • Cantos de vida y esperanza, libro que se pregunta por el sentido de la existencia y expresa su decepción vital.

Su poesía fue imitada en España por los jóvenes poetas de entonces.