Narrativa Española de Posguerra: Evolución y Autores Clave
La Narrativa de la Posguerra Española: Un Panorama Literario
La narrativa de la posguerra engloba tres décadas de férrea dictadura, iniciada con la Guerra Civil en 1936, y la posterior victoria franquista. El levantamiento se extendió a toda la Península, y la derrota republicana llevó al exilio masivo de población, entre los cuales, las élites intelectuales y artísticas. La posterior posguerra fue aún más dura, marcada por la represión y el hambre que sufrieron los españoles, pero poco a poco la ruptura del aislamiento fue mejorando la situación social y económica. Se inició la industrialización, y las ciudades evolucionaron.
Este clima de opresión también afectó al ámbito cultural, donde la mayoría de intelectuales apoyaron a la República, y con el paso del tiempo adquirieron una actitud crítica del régimen franquista. El exilio provocado por la Guerra Civil afectó de igual manera que en la poesía, a narradores como Francisco de Ayala (“El boxeador”); Max Aub (“El laberinto mágico”); Rosa Chacel (“Memorias de Leticia Valle”) y sobre todo J.M. Sender con “Crónica del alba”.
Primeros Años del Franquismo: Propaganda y Realismo Crítico
Durante los primeros años del franquismo aparecen novelas propagandistas que exaltan la guerra, el régimen y sus valores ideológicos, destaca Torrente Ballester (“Javier Mariño”). También aparecerá un realismo crítico, que gana objetivismo frente al anterior. En sus obras se da una dura crítica al régimen vencedor, y una gran desolación por el bando perdedor (este estilo se mantendrá en la década siguiente).
Realismo Existencial
Por último surge un realismo existencial que intenta ser un reflejo de la vida cotidiana, y sus temas son la soledad, la frustración, el desarraigo de los personajes y la presencia de la muerte, junto a un fuerte malestar social.
Los autores más destacados son: Camilo José Cela, escribe “La familia de Pascual Duarte”, en un ámbito del tremendismo, donde expresa las conductas humanas más aberrantes. Carmen Laforet, cuya obra principal es “Nada”, narra la experiencia de Andrea. Miguel Delibes, también escribió en otras épocas (“La sombra del ciprés es alargada” y “El camino”).
La Narrativa de los Años 50
A partir de “La colmena” de Cela (1951), se inicia la narrativa de los años 50, caracterizada por:
- Diversas influencias (realismo clásico, naturalismo, existencialismo, etc.).
- Un enfoque realista, donde el autor interviene o denuncia las injusticias sociales.
- Temas basados en la sociedad española, desde la vida rural, urbana y la juventud burguesa.
- Técnicas como la narración lineal y un lenguaje simple.
- Protagonistas incapaces de comprender su mundo, aparición de un personaje colectivo.
- Un tiempo de la acción reducido, marcado por el diálogo de los personajes.
- Desaparición del autor, que no interviene.
Realismo Social
Por otro lado aparece un realismo social, novela ideológica, se basa en la denuncia social y el conflicto laboral entre patrón y obrero, con un lenguaje y técnicas narrativas simples.
Destacan: ”La Zanja” de Alfonso Grosso o “La mina” de Armando López Salinas.
Realismo Crítico
El realismo crítico se mantiene con objetivo de dar testimonio de los problemas de España y contribuir mediante la denuncia de la injusticia. Aparecen autores como Sánchez Ferlosio (“El Jarama”), Ignacio Aldecoa (“La España inmóvil”), J. Fdez Santos (“En la hoguera”).
La Novela Experimental de los Años 60
A partir de los años 60, el agotamiento del realismo social, la necesidad de recuperar la fantasía, la renovada preocupación por el lenguaje, la influencia de escritores europeos y americanos (Kafka, Joyce) y el surgimiento del boom de la novela hispanoamericana, son factores que dan paso a la novela experimental.
Las características de esta corriente son:
- Temas como la infancia, adolescencia, la guerra, el paso del tiempo, problemas sociales.
- Técnicas como la perspectiva única de un personaje o desde múltiples personajes (esto ofrece distintas interpretaciones).
- Un desorden cronológico, mediante técnicas como la elipsis.
- Una estructura caracterizada por la fragmentación en secuencias.
- Un narrador que interviene con sus comentarios de los hechos.
- Predominio del estilo indirecto libre y el monólogo interior (Cinco horas con Mario), y la figura del lector activo.
Los autores más destacados: Luis Martín Santos (“Tiempo de silencio”, mezcla de discursos y registros lingüísticos), Juan Benet (“Volverás a Región”), y Juan Goytisolo (“Juegos de monos”).
Retorno a la Trama y Diversificación (Años Posteriores)
Con el cambio de década y a partir de la publicación de “La verdad sobre el caso Savolta”, se inicia una vuelta al interés por la trama y al viejo placer de contar y leer historias.
A partir de esta obra aparecen diferentes corrientes literarias:
- Novela de intriga (adaptación de un producto americano a la cultura española).
- Novela histórica (la acción se sitúa en marcos temporales pasados, de una forma realista, con una revisión crítica y una óptica irónica).
- Ficción meta novelesca (el protagonista suele ser el propio escritor).
- Novela intimista.
- Novela testimonial, son relatos realistas sobre problemas sociales.
Los autores más destacados son: Manuel Vázquez Montalbán, creador del personaje Pepe Carvalho, escribió “Los mares del sur”, Eduardo Mendoza (“La verdad del caso Savolta”), Juan José Millás (“Cerbero son las sombras”, Javier Marías (“Corazón tan blanco”) y Arturo Pérez-Reverte (“El capitán Alatriste”). Autores que escriben en gallego como Manuel Rivas (“La lengua de las mariposas”), Bernardo Atxaga en vasco y Quim Monzó en catalán.