Panorama Literario Español: Poesía y Teatro desde 1936
La Literatura Española tras la Guerra Civil: Un Panorama Desolador y su Evolución
La Guerra Civil deja un panorama desolador en las letras españolas. La rica efervescencia cultural de los años 30 da paso a unos duros años en los que los mejores autores están muertos (**Lorca**, **Unamuno**, **Valle-Inclán**) o exiliados (**Alberti**, **Guillén**, **Cernuda**, **León Felipe**…) o en el denominado exilio interior (**Aleixandre**). A esa dolorosa ruptura hay que sumar el aislamiento internacional en que nos sumergimos y la censura, no demasiado férrea en el caso de la poesía, para completar un panorama realmente triste.
La Poesía Española tras la Guerra Civil
El panorama inicial y la Generación del 36
La primera generación tras la guerra, conocida como la “**Generación del 36**”, la forman autores como **Luis Rosales** (*La casa encendida*), **Dionisio Ridruejo** (*Cuadernos de Rusia*). Son poetas que han luchado en el bando nacional y al menos en un primer momento cultivan una poesía que tiene a España y a Dios como protagonistas.
La Poesía Desarraigada
Pero en 1944 se publica *Hijos de la ira*, de **Dámaso Alonso**, que va a dar lugar a una corriente de poesía denominada “**desarraigada**”. El verso libre, las imprecaciones a Dios y un tono desesperado son sus rasgos más llamativos, con los que buscan expresar una angustia existencial. Como poetas **desarraigados** hay que considerar también a **Miguel Hernández** (lo poco que pudo escribir tras la guerra) y a **Blas de Otero**.
La Poesía Social
Este último (**Blas de Otero**) va a ser una importante figura de la corriente que se va a iniciar en los años **50**, la llamada “**poesía social**”. Sus autores conciben la poesía como un instrumento para la denuncia y el compromiso. Es una poesía dirigida al pueblo, “*A la inmensa mayoría*”, así titulará **Blas de Otero** una de sus obras. **Gabriel Celaya**, autor de *Cantos íberos*, será también en estos años uno de sus máximos exponentes. Se pueden incluir aquí otros nombres como los de **José Hierro** o **Carlos Bousoño**.
La Generación del Medio Siglo / Años 60
Surge una nueva generación, que unos llaman del medio siglo y otros de los **60**, que publican sus primeros libros dentro de la estética de la **poesía social**, pero que pronto derivarán en un intimismo menos altisonante. La poesía pasa a ser un ejercicio de autoconocimiento del poeta. Hablamos de autores como **Ángel González** (*Áspero mundo*), **Jaime Gil de Biedma** (*Compañeros de viaje*), **Claudio Rodríguez** (*Don de la ebriedad*), quienes además de una sincera amistad, comparten algunos rasgos como un tono conversacional y, sobre todo, una actitud moral ante la poesía.
Los Novísimos
Hacia finales de los **60**, sin embargo, surge otro grupo de poetas conocido como “**los novísimos**”, por la *Antología* de **José María Castellet**, en los cuales se pueden reconocer rasgos comunes como el **culturalismo**, el desdén por la poesía moral de la generación anterior y una vuelta a la experimentación vanguardista. Hablamos de autores como **Pere Gimferrer** (*Arde el mar*), **Guillermo Carnero** (*Dibujo de la muerte*) o **Leopoldo María Panero** (*Así se fundó Carnaby Street*).
Tendencias recientes (A partir de los 80)
A partir de aquí, las últimas tendencias a partir de los años **80** son aún de difícil descripción. Podemos advertir algunas como la **poesía experimental** de **Jenaro Talens**, el **clasicismo** de **Luis Antonio de Villena** o la denominada **poesía de la experiencia** de **Luis García Montero**.
El Teatro Español tras la Guerra Civil
El Teatro en el Exilio
Aunque hay un teatro en el **exilio**, con autores como **Max Aub** y sobre todo **Alejandro Casona** (*La sirena varada*), el panorama de los años **40** en España está protagonizado por dos formas de teatro bastante distintas.
El Teatro en España en los Años 40
La Comedia Burguesa
Por un lado, eso que se denominó “**comedia burguesa**”, de influencia benaventina. Son obras bien construidas, con una mezcla de intriga y sentimentalidad y de temática repetitiva. Además de **Jacinto Benavente**, cultivaron este teatro autores como **Joaquín Calvo Sotelo** o **José María Pemán**.
El Teatro del Humor
Por otro lado, está el denominado “**teatro del humor**”. **Enrique Jardiel Poncela** encuentra en las situaciones disparatadas y cómicas un cauce de expresión moderna. Éxitos remarcables son *Eloísa está debajo de un almendro* o *Los ladrones somos gente honrada*. Pero quizá sea **Miguel Mihura** el que mejor represente el humor absurdo y algo existencialista. En su mejor obra, *Tres sombreros de copa*, plantea el conflicto universal del hombre: vivir conforme a lo que le conviene o conforme a sus deseos.
La Generación Realista (Años 50)
En los años **50** surge una interesante generación denominada “**Generación realista**”. Son autores que entienden que el teatro debe hablar de la circunstancia actual del hombre con espíritu crítico. Se plantean cuál debía ser su actitud: ¿escribir con libertad condenando así sus estrenos sin remedio o plantear su crítica de modo sutil para sortear la censura? Esto último se llamó “**posibilismo**” y su autor más importante es **Antonio Buero Vallejo**. **Buero** aparece con *Historia de una escalera*, que plantea con pesimismo la imposibilidad del hombre llano de prosperar y tocará temas delicados como la pena de muerte (*La fundación*). **Alfonso Sastre**, por su lado, reivindicó la otra forma de hacer teatro, de preocupación social y abiertamente crítico. Obras suyas de interés son *Escuadra hacia la muerte*, que trata el conflicto de la tiranía, o *La taberna fantástica*, donde presenta la degradación de las clases humildes, pero ninguna de ellas pudo estrenarse de forma pacífica hasta la muerte del dictador.
El Teatro Experimental
Desde los años **50**, pero con muchas dificultades para estrenar, se desarrollará otro teatro denominado **experimental**. Entienden el teatro como un espectáculo. La temática sigue siendo en general la denuncia del franquismo, lo que les impidió estrenar en condiciones hasta la muerte de Franco, pero hacen uso de técnicas novedosas como el fragmentarismo, el absurdo o la ruptura de la cuarta pared. Los nombres más conocidos son **Fernando Arrabal** (*El cementerio de automóviles*) o **Francisco Nieva** (*Pelo de tormenta*).
El Teatro Independiente (A partir de los 70)
A partir de los años **70** surge un fuerte movimiento denominado “**teatro independiente**”, al margen de la infraestructura comercial que compensaba su modestia de recursos con dosis de imaginación. Hablamos, por ejemplo, de **Els Joglars** o **La Cubana**, que en general cultivaron lo que se llamó “**teatro colectivo**”, obras que no pertenecían a un autor sino a toda la compañía.
El Panorama Actual
El panorama actual del teatro es bastante heterogéneo. Existe por un lado un circuito comercial que se identifica con el **teatro del humor** y los dramas costumbristas. A su vez, hay una sólida red de teatro institucional que lleva a cabo montajes de calidad tanto de obras clásicas como de apuestas más contemporáneas, con autores como **Luis Alonso de Santos** (*Bajarse al moro*) o **José Sanchis Sinisterra** (*¡Ay, Carmela!*). Por último, hay que mencionar el circuito de **teatro alternativo**, heredero del **independiente** de los **70**. Compañías consolidadas nacidas de este teatro serían **Yllana** (*666*) o **Animalario** (*El fin de los sueños*).
En definitiva, la poesía y el teatro desde **1936** han atravesado multitud de tendencias y se han adaptado a las circunstancias históricas en las que se inscribieron, pero siempre trataron de mostrar la interioridad humana y sus diversas preocupaciones.