Tendencias y Autores Clave de la Narrativa Española: Siglo XX y Actualidad
La Narrativa Española desde los Años 70 hasta la Actualidad
A partir del advenimiento de la democracia en 1975, se abre el panorama de la novela en España, de tal manera que es prácticamente imposible destacar algunas características o tendencias generales por encima de otras. Cada autor emprende un camino personal con la pretensión de diferenciarse al máximo de sus contemporáneos. De todos modos, vamos a intentar destacar los rasgos más significativos de este periodo:
Autores Destacados de las Últimas Décadas
- Manuel Vázquez Montalbán (1939-2004): Es uno de los autores más importantes de los últimos treinta años. Además de un destacado poeta, cultiva con éxito también la novela. Es el creador del detective Pepe Carvalho, protagonista de Yo maté a Kennedy (1972), Tatuaje (1974). Tiene un gran número de publicaciones de todo tipo. Recibió el premio Planeta y el premio de Literatura Policíaca (Francia) por Los mares del sur (1979).
- Eduardo Mendoza (1943): Es uno de los principales novelistas de los últimos años. Comienza su carrera literaria en 1975 con La verdad sobre el caso Savolta, caracterizada por la intriga y la acción. Esta novela tiene una clara finalidad de denuncia social y de crítica hacia la burguesía acomodada de principios del siglo XX. En una línea parecida, aunque más cerca de la novela policíaca, publica El misterio de la cripta embrujada (1979) y El laberinto de las aceitunas (1982).
- Arturo Pérez Reverte (1951): Ha ejercido como corresponsal de guerra de Televisión Española durante la mayor parte de su vida. Deja esta profesión para dedicarse exclusivamente a la literatura. Desde sus primeras novelas, cosecha un gran éxito, ya que han sido traducidas a veinte idiomas y algunas de ellas adaptadas al cine. Publica novelas basadas principalmente en hechos históricos, como El húsar (1986), El maestro de esgrima (1988), La tabla de Flandes (1990), La sombra del águila (1993) o la serie de novelas basadas en el capitán Alatriste. Colabora como articulista de opinión con diversas publicaciones, y es actualmente uno de los autores más exitosos y conocidos.
- Antonio Muñoz Molina (1956): Nacido en Úbeda (Jaén), es actualmente el miembro de la Real Academia Española de la Lengua más joven de cuantos la integran y uno de los novelistas más importantes de la actualidad. En sus novelas suele mezclar elementos policíacos, históricos y misteriosos. Comienza su carrera en 1986 con Beatus ille. El éxito le llega muy pronto, ya que recibe el Premio Nacional de Literatura dos veces, una en 1988 por El invierno en Lisboa y otra en 1992 por El jinete polaco. Sus últimas novelas son Las ventanas de Manhattan (2004) y La noche de los tiempos (2010).
La Narrativa en la Primera Mitad del Siglo XX
La primera mitad del siglo XX es muy rica desde el punto de vista literario. La calidad es el denominador común de todos los géneros, aunque, si hay uno que destaca por encima de los demás, ese es indudablemente la novela. Los autores de la Generación del 98 utilizan este género como vehículo fundamental de expresión y lo convierten en el género por excelencia de la literatura del siglo XX. Posteriormente, los autores pertenecientes al Novecentismo o Generación del 14 lo cultivan con profusión, junto con el ensayo, y en ambos se proponen buscar nuevas vías narrativas.
La Novela en la Generación del 98
Los temas que prefieren son España, las causas de la decadencia, la historia, los pueblos, las gentes, además de la reflexión sobre el hombre y su destino. Estos autores no se preocupan por la Historia de los grandes personajes, sino por lo que Unamuno denominó la intrahistoria. Otro elemento fundamental en las novelas de la Generación del 98 es la descripción del paisaje como reflejo de un estado de ánimo determinado.
En cuanto a la forma, estos autores se basan en la simplicidad y la claridad. Huyen de la retórica vacía y de los largos periodos oracionales. Lo más importante es el argumento, el fondo, y la forma no debe ser un obstáculo para la comprensión del mensaje implícito en la novela.
Entre los miembros de la Generación del 98, los principales novelistas son:
Estos autores publicaron sus novelas durante las tres primeras décadas del siglo XX, es decir, hasta el comienzo de la Guerra Civil.
Novecentismo o Generación del 14
Como puente entre la Generación del 98 y la Generación del 27, encontramos a un grupo de escritores que se dan a conocer entre 1910 y 1914 y que reciben la denominación de novecentistas. Se trata de filósofos, historiadores y escritores: José Ortega y Gasset, Ramón Gómez de la Serna y Juan Ramón Jiménez.
Gabriel Miró (Alicante, 1879 – Madrid, 1930)
Su prosa destaca principalmente por la utilización de la descripción. Esta técnica enlaza con la actitud contemplativa del autor, que muestra una gran maestría en la narración de los valores sensoriales del paisaje. Describe el color y la luz de un lugar concreto, y también el olor e incluso el sabor de los alimentos, con lo que el lector se siente transportado a un mundo pleno de sensaciones. Las novelas más conocidas de Gabriel Miró son Las cerezas del cementerio (1910), Nuestro Padre San Daniel (1921). El resto de su obra está formada por obras que prácticamente carecen de argumento y se convierten en cuadros descriptivos.
Ramón Pérez de Ayala (1880, Oviedo – 1962, Madrid)
Este autor mezcla magistralmente en sus novelas los elementos locales de su Asturias natal con lo extranjero. Se trata de un novelista intelectual, meticuloso en lo que a la forma se refiere, clásico y elegante, con ingredientes de ironía y humor. Los personajes encarnan los conceptos e ideas del autor, por lo que es frecuente que el desarrollo del argumento se detenga para dar paso a reflexiones sobre el arte y las cosas. Ramón Pérez de Ayala es un narrador tolerante, que justifica en sus novelas cualquier actitud siempre que esté de acuerdo con la naturaleza del que la adopta. Además, muestra un gran interés por el análisis psicológico de los personajes, a los que disecciona espiritualmente frente al lector. Entre las novelas de la primera época destaca Troteras y danzaderas (1913), situada en el Madrid bohemio de principios de siglo.
Ramón Gómez de la Serna (1891-1963)
Autor inclasificable, cultivó todos los géneros, además de inventar uno: la greguería (definida por él mismo como ‘metáfora + humor’), y sirve como puente entre el Novecentismo y los movimientos de vanguardia. Siempre intentó renovar y ser original estéticamente, así como contemplar las cosas desde los ángulos más insólitos. En su intento por desmoronar el relato clásico, introduce en sus novelas imágenes, metáforas y continuos juegos de palabras. Su producción novelística es muy extensa y de temática variadísima: El torero Caracho (1926).
La Novela Deshumanizada
A raíz de la labor realizada por los autores novecentistas, especialmente Ortega y Gasset y su Revista de Occidente, surge un grupo de autores preocupados más por el arte que por los problemas humanos. Ortega consideraba que, ya que la novela estaba agotada como género, había que insistir en otros aspectos.