¿Por qué cuesta tanto trabajar, iniciar y llevar a la práctica la colaboración con padres?

Causas que frenan la colaboración:

  • Padres acostumbrados a los contactos de tipo informal, siendo más informal cuanto menos formal es el centro educativo con el que se relacionan los padres.
  • Si algún estamento oficial se plantea algún tipo de programa para los más pequeños, no tiene en cuenta los objetivos con los padres.
  • Si los contactos que tienen padres-educadores se hacen más formales, suele ser porque existe alguna dificultad, problema/trastorno que afecta al niño. Todos esperamos no ser requeridos por los educadores y si lo somos no pensamos en la colaboración, pensamos en qué es lo que ocurre.

Los centros educativos que se plantean como forma de trabajo un proyecto de intervención con padres suele dar prioridad a determinadas tareas:

  • Informar
  • Pedir ayuda en actividades complementarias/extraescolares
  • Solucionar problemas que la institución de la que depende el proyecto educativo/programa no soluciona.

El planteamiento teórico de organizar y estructurar la intervención con padres es clara/deseable para muchos educadores, pero tienen que ser abordada desde los centros.

A los educadores les cuesta ponerse a trabajar con padres porque:

  • No se sienten preparados para relacionarse adecuadamente con los padres.
  • Otras veces no tienen claro los límites de su labor de intervención con padres (sintiéndose inseguros, examinados).
  • Los educadores inician su labor profesional, siendo muy jóvenes.
  • La motivación profesional de los educadores es el trabajo con niños.
  • Otras, el lugar de trabajo de los educadores no tiene organizado con claridad el trabajo con padres.

A los padres les cuesta trabajo la colaboración porque:

  • Su situación emocional ante el desprendimiento de sus hijos pequeños, no tienen claro si están haciendo lo correcto y la ansiedad no les permite colaborar.
  • No entienden aspectos del proceso educativo de los niños y crean tensión educativa.
  • Pueden desconfiar de la información que les proporcionan los educadores, se sitúan a la defensiva y temen la pérdida de afectividad.
  • No sienten seguridad por la decisión tomada o al haberlo hecho como última alternativa.
  • Temen que los educadores conozcan “sus asuntos familiares”, se repliegan y dificultan la relación familia-centro.
  • No confían en el educador como profesional educativo.
  • No ven la labor educativa y creen que los educadores no le van a aportar nada si le comentan o le consultan alguna cuestión.

Estas situaciones se complican en centros que son de educación formal.

Conflictos en la colaboración con padres:

Necesaria la colaboración, participación e intervención conjunta. Los conflictos pueden ser superados cuando analizamos la situación eliminando la carga emocional que nos pueden plantear y reflexionamos sobre los que pueden surgir normalmente en la relación padres-educadores:

  • Si el educador mantiene una actitud de superprofesional: crear un rechazo en los padres, si se siente poco seguro crea actitud de duda/inseguridad en ellos. Una actitud comprensiva del educador, su experiencia, la capacidad de diálogo del educador, la transparencia en el centro y el cambio de comportamiento que se da en el niño van rompiendo la hostilidad que pueda surgir entre padres-educadores.
  • Los educadores “saben trabajar” con los niños, y con frecuencia tienen menos estrategias para trabajar con padres.
  • Cuando un educador se implica demasiado en los problemas se cree en el derecho de suplantar el papel de los padres, pierde el distanciamiento para tomar decisiones acertadas, se siente abrumado por el problema y desconfía de la labor de los padres.
  • A pesar de creer en la colaboración e intervención, no elijamos la estrategia adecuada que garantice la comunicación.
  • Los centros esperan la misma colaboración de todos los padres, si se sienten fracasados abandonan sus papel de intervención con las familias. Crear niveles diferentes de participación/colaboración como:
    • Individualización
    • Crear ambiente adecuado
    • Utilizar técnicas y dinámicas de grupo.

Estrategias para la intervención con familias:

Información con familias.

Información: estrategia para el centro que bien organizada y estructurada permite que los padres se vayan interesando cada vez más por el centro, por su forma de trabajar y confíen en lo que se hace en él. Si el objetivo para todos los niños, las informaciones de carácter general deben girar:

  • Los niños fundamentalmente
  • Sus familias
  • El propio centro que es el coordinador de los intereses del conjunto de niños, familias y educadores.

Informaciones más específicas y concretas deben girar en torno al niño.

¿Qué información se quiere dar/recibir?

  • Datos que se necesitan en cada momento
  • No invadir ámbito privado
  • Recabar la información relevante
  • Tener precaución con los comentarios y atribuciones que se toma el educador.

¿Cómo transmitir la información?

Evitar: las informaciones sin contenidos o descontextualizadas o demasiado teóricas, que provocan un alejamiento de los padres del proyecto de intervención. En cualquier tipo de información hay que utilizar:

  • Lenguaje apropiado, cierto nivel de especialidad, no vulgar
  • La información no se limita a lo que se dice, sino a gestos, espacio y la atención.
  • Al transmitir la información hay que “crear” un ambiente agradable y eficaz.