Desarrollo Cognitivo: Perspectivas Clave y la Teoría de Piaget

Múltiples autores han abordado el aprendizaje cognitivo, entre los que se encuentran Piaget (Teoría del Desarrollo Cognitivo), Tolman, Gestalt y Bandura. Todos coinciden en que es el proceso mediante el cual la información entra al sistema cognitivo, es decir, de razonamiento, es procesada y causa una determinada reacción en dicha persona.

Según describe Piaget, el desarrollo de la inteligencia se encuentra dividido en varias etapas:

Período Sensoriomotor (Nacimiento – 2 años)

Abarca desde el nacimiento del individuo hasta los 2 años de edad. Es el aprendizaje que se lleva a cabo a través de los sentidos y las posibles representaciones que la memoria haga de los objetos y situaciones a las que el individuo se enfrenta. En esta etapa, la imitación es la respuesta al aprendizaje. Además, el bebé evoluciona de ser una criatura refleja a formar sus primeros esquemas conductuales, lo cual le permitirá adaptarse a su ambiente. A lo largo de este proceso, se han identificado seis subetapas para enfatizar que el camino es gradual:

  1. Actividad Refleja (0-1 mes): El bebé hace uso de sus reflejos innatos; puede seguir objetos en movimiento, pero ignora si estos desaparecen.
  2. Reacciones Circulares Primarias (1-4 meses): Si el bebé encuentra una conducta hacia su propio cuerpo que le resulta agradable, tratará de repetirla. Asimismo, se percata de que el objeto desapareció y se queda mirando el punto exacto donde ocurrió.
  3. Reacciones Circulares Secundarias (4-8 meses): El bebé ya no solo repite acciones dirigidas hacia su propio cuerpo, sino también hacia objetos externos. Por otro lado, se presenta una búsqueda parcial del objeto desaparecido.
  4. Coordinación de Esquemas Secundarios (8-12 meses): Se muestra el primer indicio de intencionalidad cuando ejecuta varias acciones previamente aprendidas hacia una meta. Por ejemplo, levantar una almohada para tomar un juguete.
  5. Reacciones Circulares Terciarias (12-18 meses): El bebé buscará nuevas formas para solucionar problemas a través del ensayo y error. En este punto, el infante podría encontrar un objeto que se retiró de su lugar inicial.
  6. Invención de medios nuevos a través de combinaciones mentales (18-24 meses): Aparece la primera prueba de que el niño tuvo una toma de conciencia o “insight”. En esta subetapa, la experimentación se da internamente (el niño se imagina lo que ocurriría si realiza cierta conducta). Asimismo, la permanencia del objeto ya se ha logrado en este punto.

Período Preoperacional (2 – 7 años)

A partir de los 2 años y hasta llegar a los 7 años, el niño puede analizar las cosas mediante símbolos; de ahí la importancia de los cuentos infantiles llenos de metáforas prácticas que permiten que el pequeño tome conciencia de su entorno. La limitación que existe en esta etapa se encuentra ligada a la lógica. La imitación diferida y el lenguaje son las formas en las que la persona reacciona frente a lo que aprende. Los niños adquieren el lenguaje y, al poder tomar las cosas mediante símbolos, aprenden a manipular los que representan el ambiente. Tienen la capacidad de manejar el mundo de manera simbólica, pero aún no pueden realizar operaciones mentales de reversibilidad.2 Además, el pensamiento del niño de esta etapa es egocéntrico, lo que provoca que el niño entienda el mundo desde su propia perspectiva. En esta etapa la imaginación florece y el lenguaje se convierte en un medio importante de autoexpresión e influencia sobre otros.3

Este período se caracteriza por una inteligencia representacional que, tras esta fase preparatoria, culmina con la construcción de las estructuras operatorias concretas, como esquemas de acción interiorizados.

Período de Operaciones Concretas (7 – 11 años)

Esta etapa abarca desde los 7 años hasta los 11 años, se caracteriza por el desarrollo de la capacidad de razonamiento a través de la lógica, pero sobre situaciones presentes y concretas; aún no es posible, de acuerdo a la edad, que el individuo realice abstracciones para clasificar sus conocimientos. No obstante, la persona es capaz de comprender conceptos como el tiempo y el espacio, discerniendo qué cosas pertenecen a la realidad y cuáles a la fantasía. También se da en esta etapa el primer acercamiento al entendimiento de la moral. Su reacción frente a los conocimientos se basa en la lógica aplicada al momento en que ocurren los hechos. El niño entiende y aplica operaciones o principios lógicos para poder interpretar de manera objetiva y racional; por ello, su pensamiento se encuentra limitado por lo que puede oír, tocar y experimentar personalmente (Stassen, 2006). Es así que se afirma que los niños en esta etapa pueden realizar diversas operaciones mentales como arreglar objetos en clasificaciones jerárquicas, comprender las relaciones de inclusión y seriación, así como los principios de simetría y reciprocidad.