Características del Director de Equipo

Un entrenador nunca podrá vivir de espaldas a la realidad humana.

Se empleará en convertir un grupo humano en un equipo humano deportivo.

La responsabilidad del director de equipo se afianzará en bases tan sólidas como las de la prudencia, el diálogo, el respeto y la sabiduría.

Desterrará de su trabajo la artificialidad, la robotización o la deshumanización.

Clasificación de este Libro

Tres grupos de edades:

Iniciación (de 8 a 11 años): labor directiva de un entrenador especializado.

Consolidación: director de equipo con directrices.

Fútbol de alta competición: máxima relevancia del director de equipo.

Complejidad del Proceso Evolutivo:

Al cúmulo de cambios se le denomina proceso de desarrollo o proceso evolutivo.

A todos los elementos internos y externos que lo provocan les llaman dinamismo de ese proceso.

Ese dinamismo del desarrollo tiene que coincidir con un dinamismo igual en la dirección del equipo.

El proceso evolutivo no es una línea recta.

Paciencia, diálogo, comunicación, razonamiento o aplicación son la tarea inexcusable de los directores de equipo.

Apreciación Espacio-Temporales:

El paso del tiempo.

Las distancias en el terreno de juego.

La duración de las trayectorias del balón.

Los espacios abiertos.

La aceleración de los ritmos de juego, las relaciones posicionales entre sus compañeros de equipo.

La ocupación de los espacios por el equipo contrario.

La Búsqueda de los Mejores Futbolistas:

Etapa de los Procesos con Carácter General

  1. Observación sobre todos los componentes del grupo.
  2. Preselección de los que ya destaquen.
  3. Verificación de datos obtenidos, es decir, contraste de los datos que se hayan obtenido sobre los mejores del grupo.
  4. Formalización de protocolos de trabajo con el grupo de los futbolistas seleccionados (niños o jóvenes).

¿Cómo se Realiza esta Etapa de Observación?

Se requiere un grupo de observadores cualificados.

A las órdenes de un director responsable de esa búsqueda.

Mantengan una presencia activa.

Durante cierto tiempo.

Allí donde los niños jueguen.

Hablamos de especialistas que sepan distinguir los aspectos de búsqueda, sus cualidades humanas y futbolísticas.

Especialistas comprometidos profesionalmente y que habrá que compensar debidamente.

Etapa de Preselección: ¿Cuáles Podrían ser los Datos Reveladores que Indicarán que esos Niños Valen Psicológicamente Hablando para un Fútbol de Mayor Categoría?

  1. Integración en el esfuerzo común del equipo.
  2. Toma de decisiones personales en todas las facetas del entrenamiento y los partidos.
  3. Generosidad en el esfuerzo integrador y de aprendizaje.
  4. Ganas de aprender día a día.
  5. Sentirse a gusto.

El niño de quien dijéramos hoy que no vale, para mañana podría ser ese mañana un auténtico fenómeno.

La Figura del Director de Equipo:

En la tarea que le incumbe a todo entrenador, que es la dirección de equipo, aspectos que se deben tener en cuenta:

Competencia.

Autoconocimiento.

Autoafirmación.

Autoridad.

Trabajo en equipo.

Responsabilidades de los Entrenadores en su Función de Directores de Equipo:

Si vamos a estructurar las tareas que conforman los entrenamientos desde la perspectiva de la dirección de equipo, tendremos que afirmar que todas las responsabilidades:

De encauzamiento,

De dirección,

De tutela,

De orientación,

De educación,

De seguimiento,

De esos jugadores, corren a cargo de los jugadores.

Autoafirmación:

Este concepto revela la seguridad en sí mismo de la que hace gala.

Es la cualidad personal contagiosa para los jóvenes, de la que está convencido de tener razón.

Perfil Humano del Director Competente de Equipo:

Emocionalmente estable.

Extrovertido.

Equilibrado.

Capaz de organizar un equipo humano.

Comprensivo de las personas que le rodean.

Autocrítico.

Profundamente motivado hacia su quehacer cotidiano.

* Conciliador de las distintas formas de ser en el seno de su equipo.

* Estudioso de los asuntos que se relacionan con el fútbol.

* Seguro de sí mismo para orientar hacia los jugadores su energía creadora.

Las Tareas de un Entrenador Director de Equipo:

Educativa.

Transformadora.

Normalizadora.

Adaptadora.

Comunicativa.

Educativa:

Se preocupará en su tarea educativa:

El entrenador debe reconocerse ante todo como un educador, como un director de equipo sobre cuyos hombros descansa la tarea apasionante de poner a un grupo de niños en contacto con el mundo a través del fútbol.

Que crezcan hacia dentro y hacia afuera.

No excluirá la dimensión competitiva, siempre priorizando la educativa.

Estará pendiente del desarrollo tanto mental como afectivo o social.

El método educativo seguirá los dictados de la vocación pedagógica por encima de la urgencia en la obtención de resultados no educativos a corto plazo.

Deberá dar las atenciones óptimas a ese equipo.

Determinará sus preferencias acerca de aquellos aspectos de la iniciación al fútbol sobre los que él puede comprometerse.

Establecerá otro tipo de prioridades y será siempre la de tener que optar entre lo que considera ideal en su trabajo y lo posible.

¿Qué entiendo por crecer hacia dentro?

El proceso de maduración de la personalidad que les permita pensar por su cuenta, sentir por su cuenta, decir por su cuenta.

Es decir, que sean capaces de interpretar la realidad del juego.

¿Qué entiendes por crecer hacia afuera?

La manifestación total de las capacidades del futbolista en el momento de ser aplicada al juego.

Inmaduro en el proceso de crecer hacia dentro, son en cambio extraordinariamente maduros en este aspecto del crecer hacia fuera.

Actuaciones ante estas Dificultades:

DificultadActuación
1. Desajuste entre la teoría y la práctica.1. Conjugar los dos aspectos.
2. Masificación.2. Crear agrupaciones racionales.
3. Premura de tiempo.3. Respeto a los procesos de aprendizaje.
4. Urgencia de resultados.4. Conforme a las propuestas metodológicas bien seleccionadas.
5. Desgastes progresivos.5. Actualizar conocimientos.

Relación entre el Arbitraje y la Dirección de Equipos:

Las protestas de los futbolistas, inútiles por una parte y deslegitimadas por el reglamento por otra:

  1. Distraen la concentración.
  2. Rompen la fluidez del juego.
  3. Contagian los posibles nerviosismos a sus compañeros.
  4. Colocan a los que protestan al borde de la expulsión.
  5. Rompen la conexión que existe entre los jugadores de su equipo.

Análisis de la Tarea de los Árbitros

La Visión de Juego:

Los futbolistas comprenderán mejor las actuaciones de los árbitros si toman en consideración, como primer dato que puede condicionar toda la tarea arbitral, el estilo, el espacio, la colocación, la perspectiva desde donde juzgar todo el desarrollo del juego.

Los distintos ángulos de visión.

La situación anímica.

Los continuos desplazamientos de balón y jugadores.

Los distintos intereses de los árbitros y futbolistas, que les llevan a contemplar el fútbol desde opciones muy distintas.

Tienen que admitir que la visión del juego, la que da lugar a las decisiones sancionadoras, no les corresponde a ellos, sino a los árbitros, en quienes delegan a todos la última palabra.

Análisis de la Tarea de los Árbitros

La Valoración del Juego:

Si es difícil la visión, más aún lo será su valoración y la ejecución de la misma, ya que implica:

Debe percibir lo mejor posible del desarrollo del juego.

Debe verlo todo libre de todo prejuicio a favor o en contra de cualquiera de los equipos.

Debe asimilar, seleccionándolos, aquellos aspectos que estén íntimamente relacionados con la validez del juego.

Debe contar con la necesaria rapidez mental, profundo conocimiento del reglamento y de la conducta de los jugadores para dar paso a su dictamen, que luego dará a conocer mediante el correspondiente pitido.

Análisis de la Tarea de los Árbitros

La Decisión sobre el Juego:

Corresponde exclusivamente al árbitro.

Hay que enseñar que existe un derecho de parte del jugador a ser juzgado imparcialmente y un deber de parte del jugador a obedecer disciplinadamente.

El acatamiento de las decisiones arbitrales supone:

La garantía de que el control del juego está asegurado.

La garantía de la imparcialidad.

Un aviso sobre los propios errores.