Orígenes y Evolución del Trabajo Social: Figuras Clave y Desafíos Actuales
Orígenes del Trabajo Social: La *Charity Organization Society* (COS) y Mary Richmond
El Trabajo Social, como disciplina organizada, tiene sus raíces en el surgimiento de la Charity Organization Society (COS) a finales del siglo XIX. Este movimiento nació como respuesta a los desafíos de la urbanización y la consecuente pérdida de las redes comunitarias tradicionales de ayuda mutua. Las áreas urbanas de la época estaban marcadas por problemas como accidentes industriales, enfermedades, desempleo, pobreza, desintegración familiar y otros desafíos sociales y económicos. Ante estas dificultades, las personas tenían opciones limitadas: recurrir a la ayuda pública, solicitar apoyo de organizaciones benéficas privadas o depender de la caridad de extraños.
Antes de la creación de las COS, existían antecedentes que intentaban abordar la pobreza de diversas formas. Las Poor Laws buscaban controlar a las clases desfavorecidas, mientras que las Workhouses internaban a los pobres y les imponían trabajos forzados con el objetivo de obtener productividad de aquellos considerados “sobrantes” en la sociedad. Por su parte, la filantropía tradicional consistía en actos de caridad promovidos por grandes fortunas, a menudo para enaltecer la figura del filántropo.
El movimiento COS nació con el propósito de adoptar un enfoque científico para afrontar los crecientes problemas derivados de la dependencia urbana y la filantropía desorganizada. Surgió en el contexto de la expansión industrial posterior a la Guerra Civil en Estados Unidos, una época caracterizada por áreas urbanas superpobladas, pobreza extrema y condiciones laborales precarias. Esta situación se vio agravada por la crisis económica y la “Larga Depresión”, que dejaron a muchas familias rurales e inmigrantes viviendo en viviendas insalubres y trabajando en fábricas peligrosas.
Las COS representaron la primera forma organizada de Trabajo Social, con el objetivo de reducir los costos de la caridad reorganizando las ayudas y los tratamientos dirigidos a quienes los necesitaban. La London Charity Organization Society, fundada en 1869, se convirtió en modelo para Estados Unidos. Sus iniciativas buscaban ordenar el caos generado por la multiplicidad de organizaciones benéficas mediante la coordinación de esfuerzos y el registro de beneficiarios. También insistían en realizar investigaciones cuidadosas de cada solicitud de ayuda para garantizar un uso adecuado de los recursos.
Los fundadores del COS creían que la ayuda continuada perpetuaba la pobreza y atribuían la responsabilidad de esta a los propios individuos. Por ello, cada caso se estudiaba cuidadosamente para ofrecer un tratamiento que fomentara la independencia. En lugar de proporcionar limosnas indiscriminadas, el movimiento buscaba una filantropía más dirigida y basada en principios científicos. Entre sus objetivos principales estaban aliviar el sufrimiento causado por la pobreza urbana y reducir los conflictos entre clases sociales mediante una administración racional y efectiva de la caridad.
Los líderes del movimiento implementaron principios innovadores, como realizar entrevistas exhaustivas, elaborar informes detallados, y crear un sistema de registro que evitara duplicidades y abusos. Además, promovieron la creación de una guía de recursos benéficos para optimizar las intervenciones y eliminar instituciones ineficaces. La ayuda no debía ser puntual, sino continua y metódica, involucrando al individuo en su propio proceso de recuperación.
Mary Richmond: Pionera del Trabajo Social
Mary Richmond fue una figura clave en el movimiento y en la profesionalización del Trabajo Social. Nació en 1861 en Estados Unidos. Desde muy joven sufrió la soledad debido a la desaparición de sus padres y fue criada por su abuela y sus tías. Su abuela era una defensora del sufragio femenino y se ocupó de la educación de Mary hasta los 9 años. Después, estudió en Baltimore, y mientras trabajaba en las COS, siguió formándose en sociología y filosofía. Tras conocer a Mead, se introdujo en el mundo de la psicología social.
En 1889 comenzó a trabajar en las COS como visitadora amistosa, donde tuvo su primer contacto con el Trabajo Social. Se ocupaba de visitar los domicilios de la gente para ayudarles a mejorar su calidad de vida.
En 1899 se convirtió en Secretaria General de la Asociación para la Organización de la Caridad de Filadelfia, donde introdujo la formación para el Trabajo Social con casos.
En 1907 se unió a la Fundación Russell Sage en calidad de investigadora y se estableció como directora del Departamento de Caridad de esta fundación.
También dirigió un instituto de verano en el que se capacitaba a secretarias de organizaciones de caridad.
Fue pionera en la investigación social dirigida hacia el diagnóstico social con su obra “Diagnóstico social” de 1917. Realizó numerosas conferencias y en 1918 ocupó la cátedra de caso social individual en la Escuela de Trabajo Social. En 1922 escribió un libro llamado “What is Social Case work?”, en el que explica cómo se trabaja en ello.
Se esforzó por hacer del Trabajo Social una disciplina autónoma y científica, y distingue entre voluntarios y trabajadores sociales.
Estableció una definición de Servicio Social: el conjunto de métodos que desarrollan la personalidad, reajustando consciente e individualmente a la persona a su medio social, teniendo en cuenta los elementos y condiciones que nos rodea. Se han de tener en cuenta los factores sociales, ambientales y culturales. Estableció que este servicio tiene como eje la combinación de cuatro intervenciones: la comprensión de la individualidad y sus características personales; la comprensión de los recursos, peligros e influencias del medio social; la acción directa de la mentalidad del asistente social sobre la de su cliente; y la acción indirecta ejercida por el medio social.
Dotó a la asistencia de un método y de técnicas para la acción inmediata. Sostiene la necesidad de individualizar la asistencia tanto en el diagnóstico como en el tratamiento, determinando las etapas, que responden a un proceso de selección y aplicación de ciertos aspectos operativos vigentes en la medicina.
Su método comprendía el estudio del caso, el diagnóstico y el tratamiento. Se pretendía individualizar al cliente en función de una asistencia más sistemática y tecnificada.
Su método se basa en: la interacción entre el asistente social y el cliente; las teorías de la psicología, sociología, antropología; la relación individuo-medio; y el desajuste se halla en el individuo. Insistía en que la familia era el grupo básico de las relaciones sociales y la interrelación individuo-sociedad era muy importante.
Jane Addams, los *Settlements* y su Impacto en el Trabajo Social
Los *Settlements* surgieron en un siglo caracterizado por grandes cambios sociales y urbanos, ciudades que crecían rápidamente debido al proceso de industrialización y la necesidad de mano de obra inmigrante para el funcionamiento del capitalismo. Se buscaba integrar a las personas que no vivían en condiciones dignas.
Cabe destacar el Bill of Rights, un antecedente a los derechos humanos que no incluía a los negros, indios… Durante los años 50 y 60, el movimiento por los derechos civiles fue una fuerza paralela a los *Settlements*. Centrado al principio en la eliminación de barreras legales a la participación negra, en los años 50 trajo avances en relación con el servicio de jurado, la votación, las juntas escolares y la ilegalidad de la segregación escolar.
Los *Settlements* fueron una estrategia de vida comunitaria pensada desde la cooperación, un mecanismo de ayuda mutua. Derivaron su nombre del hecho de que los trabajadores residentes “se establecían” en los barrios pobres a los que querían servir, viviendo allí como amigos y vecinos. Dicho de otra forma, acogía a jóvenes idealistas de clase media que vivían durante un largo tiempo en los barrios bajos para proporcionar sostén moral y educativo a los inmigrantes pobres. Esta forma de servicio se inspiró en Toynbee Hall, establecido en Londres en 1884 por Samuel Barnett, como una herramienta práctica para remediar la explotación y la desolación de la vida urbana, y basó su programa en principios simples, pero profundos:
- Cada persona tenía la capacidad de crecer y el derecho a disfrutar de “lo mejor”.
- Sería eficaz un cambio evolutivo más que revolucionario.
- El bienestar de la nación, así como el de sus vecinos, dependía de la comunicación personal a través de las barreras de las clases económicas y sociales.
En estas casas se atendían las necesidades materiales, afectivas, educativas y recreativas. Tenían arte, música, biblioteca, enfermerías, guarderías, clases…
En Estados Unidos la atención se centró también en los barrios marginales de las ciudades y en la mejora de las condiciones de vida. Los vecindarios que servían contenían uno o más grupos raciales o étnicos identificables. En 1910 ya había más de 400 establecimientos por todo el país. Buscaban el desarrollo de las relaciones vecinales y su actividad se tornó necesaria para los nuevos inmigrantes.
La función del asentamiento, y de las federaciones nacionales y municipales, era interpretar la importancia de los programas sociales públicos y promover su provisión más amplia en el nivel apropiado de ciudad, estado o nación. Es decir, mostraba si las acciones que se llevaban a cabo en estos barrios eran útiles, y si lo eran allí, seguramente lo serían en otros. Se experimentaban nuevas formas de estructurar la vida urbana. Así, a medida que avanzó el siglo, muchas actividades iniciadas por el asentamiento fueron asumidas por las autoridades públicas.
El papel del asentamiento tiene dos vertientes: función, es decir, sus servicios a los individuos y a su vecindario; y causa: su liderazgo en el análisis, la mitigación y la ayuda para erradicar los factores que provocan el sufrimiento y el colapso.
Los *Settlements* supusieron un cambio de percepción, desde una caridad que culpaba a la víctima de sus problemas, a una visión de la pobreza como derivada de condiciones sociales sobre las que los individuos no tenían control. En lugar de dispensar caridad, buscaban el bienestar nacional común, enfatizando la reciprocidad entre clases.
Jane Addams y la *Hull House*
El movimiento de asentamientos en Estados Unidos también se caracterizó por el liderazgo de muchas mujeres que se alienaron de una sociedad que no supo apreciar ni utilizar sus capacidades, Jane Addams entre ellas. Jane Addams es quien lleva la idea a Chicago y abre la Hull House en 1889, el más importante de estos asentamientos, que se convierte en ejemplo para que los ayuntamientos y administración aporten soluciones. Participó en luchas y huelgas por los derechos civiles y creía en el aprendizaje como actividad social.
Es una de las figuras precursoras del Trabajo Social. Se le concedió el Premio Nobel de la Paz por su labor en movimientos internacionales a favor de mujeres y niños. Luchó por la prohibición del trabajo infantil y por la reducción de la jornada laboral, y trabajó sobre los jóvenes delincuentes y los movimientos sociales, con mujeres y con la inmigración.
Para todas las tareas de estas residencias, se buscó un personal bien preparado, para lo que se hicieron cursos de capacitación. Se puede decir que fueron uno de los antecedentes del estudio del Trabajo Social.
La Federación Nacional apoyó los esfuerzos de Graham Taylor “para situar el trabajo social sobre una base profesional” y aceptó cooperar con la Asociación Estadounidense de Trabajadores Sociales en la definición de una agencia social calificada. A lo largo de los años treinta y cuarenta, los institutos fueron patrocinados conjuntamente por la Federación y las escuelas de Trabajo Social y hubo una estrecha relación de trabajo con el Consejo de Educación en Trabajo Social en evolución.
Retos del Trabajo Social en el Siglo XXI
Con el tiempo, las sociedades cambian y, con ello, las necesidades y las formas de cubrirlas. Actualmente, el Trabajo Social no se encuentra con los mismos retos que años atrás.
Definir un conjunto de retos que el Trabajo Social debe enfrentar es importante para organizar la investigación y superar las barreras entre investigadores y profesionales. Por ello, un grupo reducido de decanos y profesores de escuelas de Trabajo Social y líderes de organizaciones nacionales se reunieron en el IslandWood, un centro de Washington. Allí, se creó la Iniciativa de Grand Challenges for Social Work (GCSWI). Esta iniciativa establecía los principales retos que debe abordar el Trabajo Social. Los profesionales que formaban parte de ella afirmaron que los retos debían basarse en los logros anteriores del trabajo social, pero siendo ambiciosos. Discutieron la manera de organizar la iniciativa y decidieron que la lista de los grandes retos debía acompañarse de un plan de acción para conseguirlos.
De esta manera, se establecieron los retos en tres áreas distintas:
Bienestar Individual y Familiar
- Asegurar el desarrollo saludable de todos los jóvenes, previniendo los problemas de salud mental.
- Cerrar la brecha de salud, asegurando el acceso a una sanidad adecuada y así mejorar la salud de toda la sociedad.
- Construir relaciones saludables para detener la violencia familiar, que es un problema muy común en muchos lugares (EEUU, por ejemplo) y que cuesta mucho dinero al año en justicia social y penal, previniendo el abuso y aportando alternativas.
- Promover vidas largas y productivas, con mayor participación en la educación y las actividades productivas para mejorar la salud, el bienestar, la seguridad financiera y tener una sociedad más vital.
Tejido Social Fuerte
- Erradicar el aislamiento social, educando sobre este peligro y creando conexiones sociales más fuertes.
- Poner fin a la falta de vivienda, fomentando una vivienda accesible y unos ingresos básicos.
- Crear respuestas sociales a un entorno cambiante, con compromisos con las comunidades locales y el medio ambiente.
- Aprovechar la tecnología para el bien social, brindando una gama más amplia de ayudas.
- Prevenir la violencia armada.
Sociedad Justa
- Eliminar el racismo.
- Promover la excarcelación inteligente, evitando el fracaso de la rehabilitación y reduciendo el número de encarcelados.
- Desarrollar capacidad financiera y activos para todos, con políticas sociales de generación de ingresos y cuentas de jubilación seguras.
- Reducir la desigualdad económica extrema, con innovaciones en el reparto de la renta y con mayor acceso a la educación.
- Lograr la igualdad de oportunidades y la justicia, dejando a un lado los estereotipos, los prejuicios y aceptando la diversidad de la población.
Así, la creación de esta lista de retos fortalecería las relaciones entre las organizaciones de Trabajo Social, fomentaría la investigación transdisciplinaria y crearía un mayor reconocimiento de la ciencia del Trabajo Social, convirtiéndola en una profesión más valorada.
Ámbitos de Intervención del Trabajo Social
El Trabajo Social es una disciplina que tiene como objetivo promover el bienestar social, mejorar la calidad de vida de las personas y fomentar la justicia social. Esto se logra a través de la intervención en diversos ámbitos, cada uno con características y enfoques específicos que se ajustan a las necesidades de diferentes colectivos y contextos.
Servicios Sociales
Uno de los ámbitos principales del Trabajo Social son los servicios sociales. En este espacio se brinda atención a personas en situación de vulnerabilidad, como familias con dificultades económicas, personas mayores, menores en riesgo de exclusión, y personas con discapacidad. Este ámbito incluye programas de ayuda domiciliaria, residencias, centros de día, orientación sociofamiliar y apoyo en la gestión de recursos y beneficios sociales. También se presta especial atención a la prevención de situaciones de riesgo y la promoción de la autonomía personal.
Educación
En el ámbito educativo, el Trabajo Social juega un papel crucial al intervenir en los entornos escolares. Aquí se busca prevenir el fracaso y el abandono escolar, fomentar la integración de estudiantes con necesidades educativas especiales, mediar en conflictos entre estudiantes o entre familias y centros educativos, y promover una educación inclusiva que elimine barreras sociales. Además, se trabaja con las familias para mejorar su participación en el proceso educativo de los menores.
Salud
El ámbito de la salud también es fundamental. Los trabajadores sociales en este sector colaboran con el personal sanitario para garantizar que las personas puedan acceder a servicios de salud, tanto físicos como mentales. Ayudan a pacientes y familiares en procesos de enfermedad, discapacidad o duelo, brindándoles orientación, apoyo emocional y recursos. También intervienen en la prevención de enfermedades y la promoción de hábitos saludables, especialmente en colectivos con mayor riesgo de exclusión social.
Justicia
En el ámbito judicial, el Trabajo Social se enfoca en personas que están en contacto con el sistema de justicia, como menores infractores, víctimas de violencia, personas privadas de libertad y sus familias. Los profesionales realizan labores de orientación, seguimiento y reinserción, diseñando programas para facilitar la rehabilitación, evitar la reincidencia y promover el cumplimiento de medidas judiciales de manera constructiva. Este ámbito también incluye la mediación en conflictos legales y el apoyo a víctimas de delitos.
Empresa y Empleo
En el sector empresarial y laboral, el Trabajo Social busca mejorar las condiciones de empleabilidad, asesorar a personas desempleadas o en situación precaria, y fomentar la inclusión laboral de colectivos vulnerables. Los profesionales también trabajan en la promoción de la responsabilidad social corporativa, ayudando a las empresas a desarrollar políticas inclusivas y sostenibles, así como a mejorar la conciliación entre la vida personal y laboral de los empleados.
Emergencias y Catástrofes
Otro ámbito relevante es la intervención en emergencias y catástrofes. En este contexto, los trabajadores sociales desempeñan un papel clave en la atención inmediata a personas afectadas por desastres naturales, conflictos armados, o crisis humanitarias. Proporcionan apoyo emocional, gestión de recursos básicos como alimentos y vivienda, y acompañamiento en la recuperación de la normalidad.
Comunidad y Desarrollo Social
El Trabajo Social comunitario y el desarrollo social constituyen un ámbito transversal que busca fomentar la participación ciudadana, fortalecer el tejido social y promover la cohesión en comunidades desfavorecidas. Los trabajadores sociales diseñan proyectos orientados a mejorar la convivencia, prevenir la exclusión social, y generar espacios de empoderamiento para colectivos marginados.
En todos estos ámbitos, el Trabajo Social utiliza diferentes metodologías de intervención: individual, grupal y comunitaria. Cada intervención se adapta a las características de los colectivos atendidos, aplicando principios éticos, enfoques basados en derechos humanos y estrategias orientadas al cambio social.