Planificación y Evaluación de Proyectos de Cooperación: El Enfoque del Marco Lógico
El Enfoque del Marco Lógico: Una Herramienta para la Planificación, Seguimiento y Evaluación de Proyectos
El enfoque del marco lógico (EML) es una herramienta analítica y metodológica para la planificación, seguimiento y evaluación de proyectos de cooperación para el desarrollo orientados por objetivos.
Palabras clave
Orientado a objetivos, Orientado según los grupos destinatarios, Participativo, Sistemático y ordenado.
Su utilización ayuda a:
- Clarificar el propósito y la justificación de un proyecto.
- Identificar las necesidades y requerimientos de información.
- Definir claramente los elementos clave de un proyecto.
- Analizar la organización del proyecto ya en la fase inicial.
- Facilitar la comunicación entre todas las partes involucradas.
- Identificar cómo se tienen que medir los éxitos y fracasos del proyecto.
¿Por qué y para qué nace el EML?
El EML surge como respuesta a tres problemas principales en la gestión de proyectos:
- Planificación demasiado imprecisa: Los proyectos tenían objetivos múltiples y los componentes no se relacionaban claramente con las actividades. Además, había una ausencia de una imagen clara de los objetivos y metas que el proyecto debía lograr, lo que dificultaba la comparación objetiva entre lo planificado y los resultados reales.
- Responsabilidad gerencial ambigua: Los responsables de proyectos se resistían a ser considerados responsables del impacto del proyecto, ya que era difícil especificar aquello de lo cual eran directamente responsables y aquello que dependía del entorno socioeconómico, político y natural.
- Evaluación excesivamente arbitraria y subjetiva: La ausencia de metas claras y los frecuentes desacuerdos sobre los objetivos del proyecto llevaban a que los evaluadores usaran su propio criterio, lo que generaba más desacuerdos sobre el éxito o fracaso del proyecto.
El EML permite un diseño que satisface tres requerimientos de calidad de un proyecto de desarrollo: coherencia, viabilidad y evaluabilidad.
León Rossemberg y Lawrence Posner consideran que el marco lógico no es difícil de usar, no requiere el uso de operaciones complejas, ni del uso de matemáticas o de computadoras con programas complicados. Tampoco ofrece soluciones inmediatas a los problemas, pero organiza la información de tal manera que se pueden formular las preguntas adecuadas, oportunas y pertinentes.
Su uso no se restringe sólo a la elaboración de proyectos, puede ser aplicado a muchas situaciones: diseño de planes estratégicos y programas sectoriales y/o de desarrollo, diseño de organizaciones y de servicios, diseño de actividades de entidades, aplicado a los distintos niveles de planificación de una institución o a la articulación de los distintos departamentos de una administración y de una ONG.
Fases Metodológicas de la Planificación del EML
Identificación
Constituye la fase menos formalizada del ciclo. Supone el momento de gestión del proyecto y está orientada a sentar sus bases. Se trata, en esta fase, de determinar cuáles son los problemas que han de resolverse y las oportunidades que pueden aprovecharse.
Algunas de las cuestiones relacionadas con la etapa de identificación tratan de responder a las preguntas de: ¿qué sucede?, ¿por qué sucede?, ¿a quiénes y cómo afecta?, ¿cómo se puede solucionar?
En esta fase se va a construir buena parte de la estructura, sistematización y lógica del proyecto.
Diseño
También denominada en algunas ocasiones de formulación, trata de avanzar a partir de los análisis efectuados en la fase anterior. Consiste en formalizar y organizar los resultados obtenidos en el proceso de identificación, estableciendo estrategias, plazos, recursos, costes.
Las cuestiones son: ¿cómo pretendemos realizarlo?, ¿a quién se dirige la acción?, ¿por qué y para qué actuar?, ¿con qué, dónde, cuándo y con qué recursos?
En el EML, la etapa de diseño está articulada en torno a la matriz de planificación del proyecto, que trata de representar de forma clara, lógica y secuenciada, los elementos de la intervención. Esta complementa al documento del proyecto.
Ejecución y Seguimiento
Esta etapa supone el momento de aplicación de los resultados del diseño a la acción práctica de cooperación con intención de transformar una determinada realidad. Se trata de llevar a cabo lo previsto.
En esta fase se puede optar por distintas modalidades en cuanto a procedimientos de gestión, planes de trabajo, estrategias de organización interna. Es conveniente contar con un sistema de seguimiento que favorezca la atención y análisis permanente de la ejecución.
Evaluación
La última etapa es la de evaluación. La evaluación es la fase en la que se aprecia y valora el conjunto de la acción de cooperación antes, durante y después de su ejecución.
La utilidad de esta fase está asociada a la elaboración de un robusto sistema de recopilación, análisis y tratamiento de la información, tan objetiva y sistemáticamente como sea posible.
El EML ha venido incorporando un conjunto de componentes (pertinencia, eficiencia, eficacia, impacto y viabilidad) como elementos básicos de atención en las prácticas evaluativas.
Tipos de Análisis en la Fase de Identificación y Diseño de un Proyecto
Los pasos del método son:
Análisis de la Participación
Se trata de tener una visión, lo más precisa posible, de la realidad social sobre la que el futuro proyecto pretende incidir. Con el análisis de participantes pretendemos ofrecer un panorama de todas las personas, de todos los grupos y las organizaciones que están relacionadas con el proyecto, además de incorporar los intereses y expectativas de las personas y grupos que pueden ser importantes para la ejecución del proyecto.