Prevalencia

  • La prevalencia de la angina aumenta marcadamente con la edad: de un 0,1-1% en mujeres de edades comprendidas entre 45 y 54 años a un 10-15% en mujeres de 65-74 años, y de un 2-5% en varones de 45-54 años a un 10-20% en varones de 65-74 años.
  • Con base en estos datos, se calcula que, en la mayoría de los países europeos, entre 20.000 y 40.000 individuos por millón de habitantes sufren angina.

Clínica

  • El dolor anginoso es un dolor opresivo retroesternal.
  • Irradiado a brazo izquierdo, cuello, mandíbula o zona interescapular.
  • Generalmente se acompaña de cortejo vegetativo (náuseas, vómitos, sudoración fría…).
  • Es de corta duración (generalmente menos de 20 minutos).
  • Característicamente se desencadena por el ejercicio, siempre de la misma intensidad en cada paciente, y cede con el reposo o con nitroglicerina sublingual.

Exámenes complementarios

ECG

  • La alteración más característica es una infradesnivelación transitoria del segmento ST.
  • Que se revierte con el cese del dolor.
  • El ECG es normal en 50% de los casos, aunque en ocasiones hay alteraciones en el segmento ST o la onda T que son inespecíficas.

Rx de tórax

  • Datos inespecíficos dependiendo de la patología asociada como cardiomegalia, insuficiencia cardíaca, aneurismas ventriculares, etc.

Ergometría y otras pruebas de detección de isquemia

  • Se considera la prueba de elección en la mayoría de los pacientes.
  • Se valora la capacidad funcional, la presencia de síntomas, las alteraciones en el ECG, la respuesta de la presión arterial y la presencia de arritmias desencadenadas por el esfuerzo.
  • El objetivo es detectar isquemia mediante síntomas clínicos y electrocardiográficos (descenso del segmento ST).

Coronariografía

  • Es un método diagnóstico invasivo en el que se visualiza la circulación coronaria por inyección de un medio de contraste en las arterias coronarias izquierda y derecha.
  • Se considera significativa una lesión coronaria cuando la estenosis es mayor del 70% de la luz, menos en el tronco de la coronaria izquierda en que basta con una estenosis igual o mayor del 50%.
  • Los resultados de la coronariografía permiten una estratificación pronóstica, disminuyendo la supervivencia conforme más vasos estén afectados y menor sea la función ventricular.

Tratamiento farmacológico

  • El tratamiento es ambulatorio, sin requerir ingreso, mediante identificación de factores de riesgo y tratamiento.
  • Los pilares del mismo son:
  1. Antiagregantes (ácido acetilsalicílico –AAS–, o clopidogrel, si intolerancia digestiva), Estatinas.
  2. Antianginosos:
    • Primera elección: Betabloqueantes. Aumentan la supervivencia.
    • Segunda elección:
      • Ivabradina, calcioantagonistas y nitratos.
      • Se usan en casos de intolerancia o contraindicación a los betabloqueantes.
      • O en combinación con ellos si persisten los síntomas a pesar de su uso.

Manejo Intervencionista

  • Indicado cuando:
    • La angina no se controla con tratamiento farmacológico.
    • Hay disfunción ventricular izquierda secundaria a la isquemia.
    • Hay miocardio en riesgo.

Técnicas de revascularización coronaria

  • Existen dos posibilidades de revascularización:
    • Quirúrgica: Mediante cirugía de by-pass (cirugía de derivación coronaria).
    • Revascularización percutánea: Mediante angioplastia coronaria transluminal percutánea (ACTP) con o sin colocación de stent.
Angioplastia coronaria transluminal percutánea
  • Menos agresiva y con menos complicaciones.
  • Mortalidad menor del 1% y tasa de complicaciones mayores 1,7%.
  • Entre las complicaciones destaca la disección de la íntima coronaria.
  • Que puede resolverse en el mismo acto, aunque en ocasiones requiere cirugía urgente (by-pass coronario).
  • A través de una arteria periférica (generalmente la femoral o la radial) se introduce un catéter con un balón en el extremo distal, que se hace llegar hasta las lesiones coronarias y se infla, consiguiendo la dilatación de la lesión.
  • Actualmente, en la mayoría de las ocasiones, se implanta un stent intracoronario (malla metálica que mantiene expandida la arteria).
  • Resultados: éxito inicial del 90%. Por desgracia, existe un 30-45% de reestenosis en los seis primeros meses.
  • La utilización de stents reduce la tasa de reestenosis al 10-30%.
  • Pueden implantarse stent recubiertos con fármacos (rapamicina, tacrolimus) que inhiben la reendotelización, con lo que la tasa de reestenosis es aún menor.
  • Tras el implante de un stent, el paciente debe mantener tratamiento con AAS de por vida, junto con clopidogrel durante 1 mes, si el stent es convencional, o un mínimo de 6 meses, preferiblemente un año, si el stent es recubierto.