Infección Urinaria: Pielonefritis Aguda y Crónica

Puede mostrar un anillo periférico, una serie de calcificaciones aparentemente en su interior, pero que están situados en la periferia de las zonas anterior y posterior de la masa. La calcificación en los quistes es del 2% de los casos, en comparación con un 10% de los carcinomas renales.

Lesiones Inflamatorias Renales

Las lesiones inflamatorias renales se pueden dividir según el agente etiológico, en:

  • a. Inmunológicas: Glomerulonefritis
  • b. Por sustancias tóxicas
  • c. Secundaria a un agente infeccioso.

Los 2 últimos grupos se conocen como Nefritis Intersticiales.

La Pielonefritis puede definirse como una Nefritis intersticial producida por una infección.

Pielonefritis Aguda

La confirmación del diagnóstico histopatológico es difícil en los pacientes con Pielonefritis aguda, pues raras veces se puede disponer del tejido para estudio.

Aunque todos los elementos renales pueden ser destruidos, son los túbulos contorneados los más afectados, mostrando mayor resistencia los glomérulos y las arterias, así como las arteriolas. Un importante hallazgo es la presencia de áreas sanas entre las afectadas.

Evolución del Proceso Agudo

El proceso agudo puede seguir varios caminos:

  • a. Regresar y curarse con un tratamiento con antibióticos y/o por la respuesta inmunitaria del organismo.
  • b. El proceso supurativo puede incrementarse con un mayor infiltrado de leucocitos y áreas focales de necrosis tisular. Esta forma avanzada se conoce como Nefritis Bacteriana Aguda.
  • c. Los múltiples y pequeños focos pueden confluir en una mayor colección de pus, localizada en un área renal, sin una pared de tipo reparador, produciéndose un absceso renal, que puede resolverse o perforarse al sistema colector y/o al espacio perirenal, formando un absceso perirenal.

El germen etiológico más común es el Escherichia coli, que aparece en episodios repetidos de infección urinaria como protagonista, sin bien otros gérmenes pueden ser los causantes como los gram negativos, como Enterobacter, Pseudomonas, o Proteus, etc. El estafilococo dorado es el germen más frecuente, si la vía de llegada es la hematógena.

La vía de entrada es habitualmente ascendente, desde la vejiga y a través de la orina infectada. Las vías de entrada raramente son hematógena o linfática. Las mujeres entre los 14 y 40 años son las más afectadas.

Hallazgos Radiológicos

Aparecen en un 25% de las pielonefritis agudas no complicadas.

Urografía Intravenosa

El nefrograma puede ser normal, pero habitualmente está disminuido en densidad, pudiendo presentarse, con menor frecuencia, un nefrograma persistente.

A nivel del sistema colector, se observa un retraso en la aparición y una disminución de la densidad del contraste. Pueden estar presentes caliectasias y pieloectasia. El tamaño puede ser normal o aumentado.

Ultrasonido

Mostrará en la mayoría de los casos, hallazgos renales normales, pero puede evidenciar del tamaño renal focal o generalizado por edema e hinchazón, así como un parénquima renal relativamente sonotransparente con pérdida de la unión corticomedular.

A. Nefritis Aguda Bacteriana o Pielonefritis Supurativa

Es una variante rara y una forma más avanzada y grave de la Nefritis intersticial infecciosa. Suele estar producida por gérmenes Gram negativos y ocurre con mayor incidencia en mujeres con diabetes mellitus no descubierta previamente.

En la urografía intravenosa hay un aumento generalizado del tamaño renal por el edema; el nefrograma suele ser débil y disminuido, y en casos muy severos, puede estar ausente.

En otro patrón nefrográfico que, de forma más ocasional, puede observarse, es de radiotransparencias moteadas diseminadas por todo el nefrograma y se supone debidas al desarrollo, por todo el riñón, de áreas múltiples de carácter más focal y más supurativo que en el caso del nefrograma anterior. En U.S., la Nefritis bacteriana aguda focal (NBAF), aparece como una masa sólida mal definida, hipoecogénica con menor ecogenicidad que el parénquima renal normal circundante.

B. Absceso Renal

Los microorganismos causales son el estafilococo y las bacterias Gram negativas. La incidencia ha aumentado por las drogas que se inyectan por vía E.V. los drogadictos.

En la Urografía intravenosa, el tamaño renal puede estar aumentado y el nefrograma puede estar disminuido, en todo o en parte. Los cálices pueden contrastarse débilmente o estar comprimidos por la vecindad del absceso. La cavidad de éste se puede rellenar de contraste cuando ha erosionado un cáliz y se comunica con el sistema pielocalicial.

El absceso situado muy periféricamente, próximo a la cortical, puede producir un efecto de masa en el contorno renal, y si perfora la cápsula, originar un absceso perirenal, que provocará una mala visualización del contorno renal, aumento del espacio y alteración de la grasa perirenales.

Las radiografías en espiración e inspiración pueden demostrar que el riñón no cambia de situación con los movimientos respiratorios, sino que permanece “FIJO”, debido al proceso inflamatorio. Si el absceso es grande o hay afectación perirenal, la placa simple de abdomen mostrará una masa abdominal con posible relación con la fosa renal, desplazamiento de las flexuras del colon de su posición habitual, borramiento del psoas, escoliosis lumbar secundaria e imágenes de gas anómalo en relación con la masa.

C. Pionefrosis

Es la presencia de pus en un sistema colector renal dilatado.

La placa simple de abdomen muestra el psoas borrado, un aumento del tamaño renal y frecuentemente cálculos radio opacos. Los hallazgos urográficos son los de una obstrucción urinaria, bien sea la existencia de un nefrograma denso con la excreción del contraste, al interior de los sistemas colectores dilatados retrasada, o bien la aparente pérdida de la función del riñón afectado.

El U.S. muestra la dilatación del sistema pielocalicial, el grosor de la corteza renal y si existen cálculos renales.