Prevención y Tratamiento de la Influenza: Guía Completa
Prevención y Tratamiento de la Influenza
Quimioprofilaxis
La quimioprofilaxis antiviral se utiliza para prevenir la influenza en personas expuestas al virus. Algunos puntos clave son:
- Es efectiva durante brotes en instituciones como centros de cuidados a largo plazo.
- Se recomienda la vigilancia directa y el tratamiento antiviral temprano en caso de fiebre o síntomas respiratorios como alternativa a la quimioprofilaxis para algunas personas después de una posible exposición.
- Para ser efectiva, debe tomarse diariamente durante la exposición potencial y 7 días después de la última exposición. Después de la vacuna inactivada contra la influenza, se recomienda hasta el desarrollo de la inmunidad (aproximadamente dos semanas en adultos).
- Generalmente no se recomienda si han pasado más de 48 horas desde la primera exposición.
- Los pacientes que reciben quimioprofilaxis deben buscar atención médica si desarrollan síntomas respiratorios febriles.
Consideraciones en entornos institucionales
- Se recomienda la quimioprofilaxis para controlar brotes en personas de alto riesgo en entornos institucionales.
- En brotes de influenza en asilos, se recomienda para todos los residentes expuestos o en riesgo y para el personal de salud no vacunado. El personal vacunado puede recibirla hasta 2 semanas después de la vacunación.
Medidas Preventivas Generales
- Evitar el contacto con personas enfermas.
- Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón por 10-20 segundos, incluyendo entre los dedos y las muñecas.
- Usar desinfectante de manos a base de alcohol.
- Evitar tocarse la cara.
- Dormir bien, comer saludablemente, mantenerse hidratado y activo.
- Ventilar las casas.
- Cubrirse la boca y nariz al toser o estornudar con un pañuelo o el codo.
- Usar mascarillas (recomendable) respetando su tiempo de uso.
Profilaxis
La amantadina y la rimantadina se pueden administrar durante la temporada de influenza a personas con alto riesgo de complicaciones si no han sido vacunadas o la vacuna no proporciona suficiente protección. Los grupos de riesgo incluyen:
- Niños y adultos con enfermedades cardíacas o pulmonares crónicas.
- Niños con asma.
- Personal sanitario que cuida poblaciones susceptibles.
- Mayores de 65 años en comunidades cerradas.
- Pacientes inmunodeprimidos, con nefropatías o hemoglobinopatías.
En brotes en instituciones cerradas, se recomienda una profilaxis corta de 2 a 3 semanas, incluso para personas vacunadas. También se recomienda para personas inmunodeprimidas, incluso si están vacunadas, y durante las dos semanas posteriores a la vacunación.
Efectos adversos: La amantadina puede causar nerviosismo, insomnio, dificultad de concentración, náuseas, vómitos y dispepsia. En dosis altas, puede causar confusión, alucinaciones y convulsiones. La rimantadina tiene efectos similares, pero más leves y menos frecuentes.
Aplicación de Vacunas
Se recomienda la vacunación para:
- Mayores de 65 años.
- Menores de 65 años con enfermedades crónicas (cardiorrespiratorias, asma).
- Lactantes de 6 meses o mayores.
- Embarazadas en el segundo o tercer trimestre durante la temporada de influenza.
- Fumadores inmunodeprimidos.
- Personal médico.
Tratamiento
El tratamiento incluye antivirales que reducen la intensidad de los síntomas si se administran dentro de las primeras 48 horas. Se consideran en casos severos debido a posibles efectos secundarios. Para aliviar los síntomas, se pueden usar ibuprofeno para el dolor muscular, acetaminofén para la fiebre y aspirina para mejorar el estado general. En casos de influenza AH1N1, se utiliza oseltamivir (Tamiflu) o zanamivir (Relenza).