Reacciones de Hipersensibilidad: Tipos, Síntomas y Tratamiento
Reacciones de Hipersensibilidad
Hipersensibilidad Tipo I (Inmediata)
También conocida como hipersensibilidad inmediata, mediada por IgE o anafiláctica, es la reacción comúnmente llamada alergia. Se produce en dos etapas:
- Sensibilización: En el primer contacto con un antígeno, se produce una síntesis excesiva de IgE, que se une a receptores de membrana de mastocitos y otras células presentadoras de antígenos. La persona no experimenta síntomas en este primer contacto.
- Desencadenamiento: Ocurre en exposiciones posteriores al mismo antígeno. Las células sensibilizadas liberan mediadores inflamatorios (histamina, triptasa, prostaglandinas y leucotrienos) que causan los síntomas alérgicos.
Este proceso puede ocurrir con cualquier sustancia que ingrese al cuerpo por diferentes vías, como:
- Inhalación
- Ingestión
- Contacto
- Inoculación
Los mediadores principales son:
- Histamina
- Serotonina
- Heparina
Manifestaciones Clínicas
La reacción suele desarrollarse en segundos o minutos, pero puede durar más de una hora. La velocidad de aparición y los síntomas varían según la sensibilización del individuo, la concentración del alérgeno y la vía de entrada. Pueden ser:
- Localizadas (alergia atópica): Urticaria.
- Generalizadas (anafilaxia sistémica): Reacción inmunitaria generalizada. Los síntomas más frecuentes son cutáneos (urticaria y angioedema), seguidos por respiratorios y cardiovasculares. Es potencialmente mortal, por lo que el diagnóstico y tratamiento precoz con adrenalina son cruciales.
El tratamiento generalmente involucra epinefrina, antihistamínicos y corticosteroides.
Hipersensibilidad Tipo II (Citotóxica)
Mediada por anticuerpos. Ejemplos incluyen anemia hemolítica autoinmune, trombocitopenia, eritroblastosis fetal, síndrome de Goodpasture y miastenia gravis.
La alteración se encuentra en la IgG e IgM, que se unen a antígenos en la superficie de células no inmunitarias. Estos antígenos pueden ser:
- Intrínsecos: Parte innata de la célula.
- Extrínsecos: Absorbidos por la célula durante la exposición a un antígeno extraño (ej. infección).
Esta unión provoca la eliminación de las células con antígenos extraños, causando lisis y muerte celular. Esto es peligroso cuando se activa contra las propias células del cuerpo.
Hipersensibilidad Tipo III (Mediada por Inmunocomplejos)
Ejemplos incluyen la enfermedad del suero y la reacción de Arthus. Se forman agregados de IgG, IgM y proteínas del complemento con antígenos, creando inmunocomplejos que, por su tamaño, no se eliminan y se depositan en los tejidos (piel, riñones, articulaciones), desencadenando una respuesta inmunitaria.
La diferencia principal con la tipo II es que en la tipo III el antígeno es soluble, mientras que en la tipo II no lo es y permanece en la superficie celular.
Hipersensibilidad Tipo IV (Tardía o Mediada por Células)
A diferencia de las anteriores, tarda dos o tres días en manifestarse y está mediada por células, no por anticuerpos o inmunocomplejos.
Se activa por linfocitos T sensibilizados, lo que puede llevar a la destrucción de las células afectadas por linfocitos citotóxicos o a su aislamiento por linfocitos colaboradores, que inducen la formación de granulomas.
Manifestaciones destacadas:
- Dermatitis por contacto: Inducida por un compuesto químico reactivo que actúa como inmunógeno.
- Reacciones granulomatosas: Lesiones resultantes de agregados de fagocitos mononucleares activados. También se presenta en reacciones adversas a medicamentos y rechazo de trasplantes.