ALMÁCIGOS

Muchas hortalizas son cultivadas en almacigo para obtener plántulas adecuadas para el trasplante al campo. Los suelos dedicados a los almácigos son por lo general más livianos, con buena inclinación y fertilizados para obtener una buena emergencia de las plántulas. Los almácigos por lo general son regados por inundación y protegidos por plástico. Muchas técnicas de control de malezas ya han sido descritas en el trabajo de Labrada (1996). Ahora se agregan algunas posibilidades de manejo de las malezas.

Falsos almácigos

Los falsos almácigos son usados algunas veces para los cultivos de hortalizas cuando otras prácticas selectivas de control de malezas son limitadas o no están disponibles. El éxito de tal operación depende del control de la primera generación de malezas emergidas antes de la emergencia del cultivo y con un disturbio mínimo, lo cual reduce las generaciones subsiguientes de malezas. Básicamente esta técnica consiste en lo siguiente:

  1. Preparación del almácigo dos a tres semanas antes de la siembra para obtener la máxima germinación de las semillas de las malezas cerca de la superficie del suelo.
  2. Siembra del cultivo con el mínimo disturbio del suelo para evitar que las nuevas semillas de malezas se encuentren en condiciones favorables para su germinación.
  3. Tratar el campo con un herbicida no residual para eliminar todas las malezas germinadas (William et al., 2000) inmediatamente antes o después de la siembra pero antes de la emergencia del cultivo.

Los herbicidas recomendados son bypiridyliums, glifosato, sulfosato y glufosinato amónico, entre otros. En los suelos de textura liviana tales como los suelos arenosos o en medios artificiales de siembra, los tratamientos de herbicidas son riesgosos para algunos cultivos, especialmente tomates. También es posible tratar el suelo con metham sodio pero la siembra debe ser demorada hasta que el aceite está libre de metham, por lo general unos 20 días. El uso de este fumigante es muy efectivo para el control de Solanum nigrum en el cultivo de tomates.

Solarización

Es un método efectivo para el control de enfermedades y plagas del suelo y puede controlar también muchas malezas. El método ha sido descrito previamente por Labrada (1996). El suelo debe estar limpio, con la superficie nivelada y húmeda antes de cubrirlo con una lámina fina (0,1-0,2 mm) de plástico transparente y bien cerrado. El suelo debe permanecer cubierto durante los meses más cálidos y soleados por un total de 30-45 días. La temperatura del suelo debe exceder los 40 °C para tener efecto sobre las plagas del suelo, incluyendo las semillas de malezas. La solarización del suelo es un método de espectro amplio, simple, económicamente viable y respetuoso del ambiente. No afecta las propiedades del suelo y por lo general los cultivos sucesivos producen mayores rendimientos (Campiglia et al., 2000). También presenta algunas desventajas en su ejecución. Por ejemplo, es necesario el riego previo -o una lluvia frecuente y abundante- y el suelo debe ser mantenido en solarización, fuera de producción, por un período mínimo de un mes. Los resultados a menudo son variables, dependiendo de las condiciones del tiempo. Las altas latitudes frías o los lugares nubosos no son, por lo general, adecuados para la solarización. Algunas especies pueden tolerar la solarización como por ejemplo las especies perennes de raíces profundas: Sorghum halepense, Cyperus rotundus, Equisetum spp. y también algunas malezas leguminosas de semillas grandes. Después de la solarización el plástico debe ser recogido y la labranza profunda con arado de reja debe ser evitada. Este sistema es más adecuado para pequeñas áreas de cultivo de hortalizas pero ha sido mecanizado en grandes áreas para la siembra de tomates. La solarización del suelo es muy usada en invernaderos de plástico en las condiciones del sur de España. La biofumigación consiste en la incorporación de abono orgánico fresco en el suelo en las parcelas a ser solarizadas. La descomposición de la materia orgánica produce gases tóxicos debajo del plástico y fortalece los efectos biocidas. Normalmente el suelo debería ser removido después de la solarización o la biofumigación para permitir que los gases escapen del suelo antes de la siembra (Monserrat, 2001).

Control químico en los almácigos

Hay menos herbicidas registrados para su uso en almácigos que para los cultivos en el campo. Algunos de los herbicidas recomendados han sido descritos por Labrada (1996). La Tabla 1 muestra los herbicidas agregados últimamente.

Existen varios herbicidas de postemergencia para el control de las gramíneas -conocidos usualmente como familias «fop» y «dim»- que podrían ser usados en almácigos de hortalizas como por ejemplo cicloxydim (para cebolla y crucíferas), cletodim (cebolla, tomate), fluazifop-butyl (tomate, pimiento, lechuga, puerro, cebolla). Las dosis deben ser bajas para evitar problemas de fitotoxicidad (De Liñán, 2002).

Los tratamientos de herbicidas bajo plástico son siempre peligrosos y su aplicación debe ser muy cuidadosa, los niveles de humedad y temperatura son elevados y las plantas crecen rápidamente. La selectividad debería ser fácilmente perdida y pueden ocurrir síntomas de fitotoxicidad, en algunos casos solo en forma temporaria. Los efectos a menudo son erráticos. Estos casos deben ser enfrentados con prudencia y es aconsejable hacer algunos ensayos antes de aplicar un tratamiento general.

Tabla 1. Herbicidas selectivos de preemergencia y de postemergencia temprana para almácigos de hortalizas

a) Preemergencia

Herbicida

Dosis (kg ia/ha)

Cultivo

Clomazone (COMMAND 4)

0,18 – 0,27

Pimiento, pepino

DCPA  (Clortal dimetil)

6,0 – 7,5

Cebolla, crucíferas, lechuga

Metribuzin  (Sencor PH 70)

0,15 – 0,5

Tomate

Napropamide

1,0 – 2,0

Tomate, pimiento, Berenjena

Pendimethalin  (Hierbatox)

1,0 – 1,6

Cebolla, ajo

Proanide

1,0 – 2,5

Lechuga

Propachlor

5,2 – 6,5

Cebolla, crucíferas

b) Postemergencia (cultivos con al menos tres hojas)

Clomazone

0,27 – 0,36

Pimiento

Ioxinil  (IOXITRIL)

0,36

Cebolla, ajo, puerro

Linuron  (LINUREX 50 SC)

0,5 – 1,0

Espárrago, zanahoria

Metribuzin

0,075 – 0,150

Tomate

Oxifluorfen  (GOAL 2 EC)

0,18 – 0,24

Cebolla, ajo

Rimsulfuron  (TITUS G.D)

0,0075 – 0,015

Tomate

El control de malezas se inicia con una buena preparación del suelo. En caso de usar control químico, use herbicidas pre-emergentes adecuados para almácigos.

Semillero