Deontología Periodística: Principios, Evolución y Desafíos en la Era Digital
Bloque II. Deontología Periodística: Principios Fundamentales
2.1. Los códigos éticos de la profesión periodística
Origen y evolución de la deontología y de los códigos deontológicos: Conjunto de normas éticas que regulan una profesión. El periodismo garantiza un derecho fundamental a la sociedad y es también una actividad empresarial, lo que puede afectar al producto.
Desde el punto de vista etimológico, deontología viene del griego y significa conocimiento o estudio de algo. La deontología profesional se puede definir como los principios morales o el conjunto de normas éticas que regulan una profesión. Los periodistas asumen estos principios de forma voluntaria por tres motivos: integridad, profesionalidad y responsabilidad social. Además, cuando asumimos los principios deontológicos asumimos nuestra identidad personal. En las sociedades liberales existe el libre mercado, y el periodismo está configurado en torno a la actividad empresarial, es decir, los medios tienen exigencias económicas y, por ello, existe la competitividad y, a su vez, prácticas que no son éticas. Surge una mayor necesidad de regular el periodismo. La libertad de expresión casi no está regulada en ningún estado democrático y por ello cada información debe ser tratada de forma individual. Por ello, resulta bastante complicado regular la profesión, porque las informaciones son tan amplias como temas hay en el mundo. Por supuesto, la regulación estatal no es una opción porque significa que no hay libertad y, por tanto, que hay censura. De esta manera, se hace necesaria la existencia de una fórmula que regule el periodismo y salvaguarde, además, los derechos de los ciudadanos de obtener información de los medios. Así surgen los códigos deontológicos:
Herrero Damas, 2008: «Documentos que recogen un conjunto más o menos amplio de criterios, normas y valores que asumen quienes llevan a cabo una actividad profesional. Su función es ocuparse de los aspectos más sustanciales y fundamentales de un ejercicio profesional, aquellos que lo distinguen como tal y entrañan su específica vocación ética»
Son necesarios en profesiones como esta, ya que cumple una función social importante. En el mundo de la comunicación y del periodismo tienen cada vez más importancia porque existe un incremento constante de la influencia de la comunicación en la vida de las personas y, como existe ese incremento, también la gente se va sensibilizando más y se vuelve más crítica con los medios de comunicación y con el trabajo poco ético que realizan. La realización de estos códigos comenzó hacia el siglo XX, aunque ya se conocen casos anteriores, pero la popularización fue, realmente, en los 90. Después de esta década se actualizaron los ya existentes y se crearon códigos especializados en temas concretos como el terrorismo.
Antecedentes de los códigos deontológicos: Para que exista un código deontológico es necesaria la existencia de una profesión que regular y una capacidad cultural para asumir ciertas normas de conducta respecto a esta profesión. Normalmente, las dudas éticas de las profesiones surgen al mismo tiempo que éstas. Se suele considerar que el primer documento de este tipo fue el primer código hipocrático. Lleva el nombre de Hipócrates, al que se considera el padre de la medicina, solo lleva su nombre por la fama del personaje, pero no tuvo nada que ver con su creación. Recoge las obligaciones primigenias de los médicos. En el periodismo cuesta más porque la profesión no existe hasta la Edad Moderna, no existía la profesión como tal y nadie se había planteado ninguna duda ética al respecto.
El primer código ético del periodismo suele considerarse el creado por Benjamin Harris en el siglo XVII. En 1690, abrió el que se considera el primer periódico americano: Publick Ocurrences Bath Foreign and Domestick. Solo tuvo un número porque se lo cerraron, pero en su primer número publicó los compromisos éticos (declaración de principios) que, supuestamente, iba a tener ese periódico. Tenían que ver con recoger y difundir las noticias con veracidad, acudir a fuentes, corregir errores, si se cometen, evitar la difusión de falsos rumores…. Se trataba de una especie de compromiso o contrato con sus futuros lectores en su forma de trabajar. Realmente no es un código deontológico como tal porque no se creó para regular toda la profesión, sino para un medio.
En los siglos XVIII y XIX surgieron casos como este que, en su primer número, publicaban unos compromisos que iban de la mano de los principios deontológicos. Al llegar el siglo XX, aparecen dos figuras, las de Pulitzer (New York World) y Hearst, que crearon el sensacionalismo y el amarillismo y, prácticamente, impulsaron a EE. UU. a una guerra contra España (Guerra de Cuba, 1898). Hubo, entonces, dos grandes razones por las que surgieron los códigos deontológicos:
- Preocupación de los editores de periódicos y medios estadounidenses por la falta de ética de muchos medios: Les preocupaba, por un lado, que se estuviera faltando a la ética y que esto afectara a la credibilidad del periodismo en general, porque derivaba en pérdidas económicas y afectaba a la imagen colectiva de la prensa. Surgieron bastantes organizaciones de editores y empresarios que comenzaron a defender ciertos estándares éticos.
- La toma de conciencia de los propios profesionales: Los periodistas asumieron cuál era su estatus profesional y cuáles eran sus deberes profesionales, y surgieron organizaciones profesionales y sindicatos (la lucha obrera era bastante fuerte) y comenzaron a crear códigos que iniciaron, en parte, la profesionalización del periodismo.
El primer código efectivo que existe en el mundo es el de la Asociación de editores de Kansas en 1910. Precedió a otros en EE. UU. El importante llegó en 1923 y lo aprobó la Sociedad Americana de Editores de EE. UU., se llamaba Declaración de Principios de la ASME. Iban surgiendo en territorios pequeños y este fue el primero a nivel internacional. En Francia, el Sindicato Internacional de Periodistas creó la Carta de deberes profesionales de los periodistas franceses en 1918, que ha sido revisada y actualizada con el paso de los años. En Europa surgieron también códigos en Suecia, Noruega y Finlandia, es decir, países más avanzados democráticamente o donde existía una lucha obrera más fuerte. Esta fue la primera etapa histórica de los códigos deontológicos del periodismo, se prolongó desde principios del siglo XX hasta la Segunda Guerra Mundial. Respondían a la necesidad de dar respuesta a problemas morales surgidos y la necesidad de moralizar a una profesión que estaba creciendo en cuanto a su importancia social, demostrado con la Guerra de Cuba. Eran códigos aún minoritarios y los propios medios no los conocían, sólo las organizaciones profesionales y editoriales eran conocedoras, que eran quienes los hacían. Todos estos primeros intentos sentaron las bases de los códigos deontológicos.
Popularización tras la II Guerra Mundial: Los códigos deontológicos se popularizaron durante la Segunda Guerra Mundial y en adelante. En la Segunda Guerra Mundial hubo casos de manipulación extrema y el caso de Goebbels, el ministro de propaganda de Hitler, fue notable, ya que llegó a manipular la información de tal manera que en Alemania se creyeron todo lo que dijeron los medios.
Los once principios de la propaganda de Goebbels:
- Principio de simplificación y del enemigo único: Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.
- Principio del método de contagio: Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
- Principio de la transposición: Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan.
- Principio de la exageración y desfiguración: Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
- Principio de la vulgarización: Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa por convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.
- Principio de orquestación: La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad”.
- Principio de renovación: Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
- Principio de la verosimilitud: Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sonda o de informaciones fragmentarias.
- Principio de la silenciación: Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen al adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
- Principio de la transfusión: Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
- Principio de la unanimidad: Llegar a convencer a mucha gente de que piensa “como todo el mundo”, creando una falsa impresión de unanimidad.
Además, en esta época se popularizó la radio y se convirtió en un medio idóneo para la propaganda: se tenía en casa, no era para las élites intelectuales, se podía hacer propaganda a través de los programas de entretenimiento, entre otras cuestiones… Esta manipulación concienció a aún más editores y periodistas, así como al público, consciente de la influencia que había tenido en ellos la propaganda. Sucedió en países occidentales y, especialmente, en Alemania. Exigir responsabilidades a los medios y la profesión comenzó a ser consciente de esa responsabilidad y de la necesidad de que cumpliese una función social. La Segunda Guerra Mundial cambió la comunicación social. A mediados de los 40 y a finales se comienzan a generalizar códigos deontológicos periodísticos no sólo en Europa y EE. UU., sino en todo el mundo (Jamaica 45, Japón 46…). Además, se produce la aprobación de la Declaración de los Derechos Humanos en 1948. El artículo 19 está dirigido especialmente a la información como un derecho y asume que existe la libertad expresa de opinión y expresión.
Después de la Segunda Guerra Mundial y de la Declaración de Derechos Humanos surgió la Guerra Fría y la Descolonización, que ayudaron a popularizar los códigos. Además, fueron usados para reforzar la identidad cultural de las colonias que se estaban haciendo independientes, eran parte de ese nuevo Estado que nacía y sirven para reforzar su identidad. Además, empezaron a nacer códigos de carácter internacional. Hasta entonces habían nacido a nivel estatal o regional y a nivel nacional en muchos países, no sólo los avanzados democráticamente. En 1950, la Conferencia Interamericana de México aprobó un documento que se refería a los principios deontológicos y le siguió la de la Federación Internacional de Periodistas (FIP) en 1954. Significa que hay un acuerdo entre países y culturas de cuáles deben ser los deberes y el comportamiento ético de los periodistas y de la profesión. En los 70 hubo un nuevo impulso de estas iniciativas y, por ejemplo, en Europa la Comunidad Económica Europea, junto a Suiza y Austria, aprobaron la Declaración de Derechos y Deberes de los Periodistas, con el visto bueno de la FIP. La novedad de este código europeo es que se reconocían los deberes de los periodistas, así como sus derechos. Esta década estuvo protagonizada por el escándalo Watergate (1972), sede principal del partido demócrata, uno de los mayores casos de filtración hasta este siglo, pero que tuvo influencia en el periodismo y ayudó a plantear muchos dilemas éticos que hasta ese momento no se habían planteado: filtraciones de información ¿éticas o no?, secreto profesional, derecho a reservarse el anonimato de las fuentes… Ese escándalo supuso la dimisión de Nixon. Llevó a la aprobación de códigos deontológicos, especialmente en EE. UU., pero influyó en todo el mundo.
El documento de este tipo más importante que apareció tras los 70 fue el aprobado por la UNESCO, ya que fue el primer código a nivel mundial y generó un gran debate, porque había que unir las identidades culturales de todo el mundo. Se aprobó en 1983 y son los Principios Internacionales de Ética Profesional del Periodismo. Era el intento más ambicioso hasta la fecha por su carácter mundial. A mediados de los 80 la mayor parte de estos países y organizaciones periodísticas contaban ya con códigos, pero no estaba todo logrado. Los profesionales conocían su experiencia, pero no el contenido, no los habían estudiado, no estaban presentes en las escuelas… y, por supuesto, el público desconocía su existencia. Seguía siendo algo minoritario hasta la última década del siglo pasado. En los años 90 surgió un nuevo auge de códigos deontológicos que tenía una fuerza más elevada que nunca, especialmente en Europa por la caída del muro de Berlín en 1989. Algunos consideran esta nueva etapa como una nueva sociedad de la comunicación e información por la influencia que tienen los medios de comunicación hoy en día.
El nuevo auge de los códigos tuvo dos motivos:
- La adaptación de los países del Este tras la caída del muro de Berlín. Empiezan a sustituir los reglamentos que tenían por nuevos códigos deontológicos. Estos países pertenecían a la URSS y se estaban occidentalizando.
- Nuevos problemas sociales y morales en el mundo de la comunicación, hizo aprobar nuevos códigos o actualizar los que ya existían. Los nuevos son:
- La creciente presión del mercado: Existe el libre mercado y hay un gran y fuerte auge económico, surgen más medios de comunicación, por tanto, mayor competencia y esto hace que surjan situaciones comprometedoras para los periodistas. En este sentido, los códigos suponen una forma de defender los derechos de los periodistas y la libertad de expresión. Ante amenazas económicas, presiones… se pueden utilizar.
- Transformación en el ámbito audiovisual: En Europa comienzan a aparecer numerosas cadenas privadas de televisión. Por tanto, hay nuevos debates como el cuidado a la infancia o la juventud, la aparición en pantalla de violencia… debates que, hasta entonces, no se tenían porque las públicas tenían más cuidado.
Los códigos, por tanto, también tienen que ser multimedia, no solo para prensa.
- La aparición de las nuevas tecnologías y de su capacidad para transformar la vida de las personas, que trajo dilemas como el derecho a la intimidad, la manipulación de ciertos contenidos, la propiedad intelectual… nuevos dilemas que tenían que incluirse en los códigos.
- Nuevos problemas sociales como: la discriminación racial, sexual, religiosa, las amenazas a la democracia como el terrorismo. En esta etapa se toma conciencia de ello, ya existían.
En los 90 el hecho más notable en cuanto a códigos deontológicos fue la Resolución 1003, que se aprobó en 1993 por el Parlamento del Consejo de Europa que, más tarde, se convirtió en la Unión Europea. Más protagonismo de los códigos. Este código fue aprobado por una institución, significa la preocupación de los Estados miembros porque se cuide la ética periodística. Esta resolución abrió debates nuevos: la influencia de la configuración empresarial, cómo los grupos de prensa pueden incluir la ética en el periodismo. Por otro lado, también destacaba la importancia autorregulación del periodismo. Los propios profesionales se regulan a sí mismos. Los 31 Estados miembros de aquel momento invitaron a que estos países organizaran un ente, dentro del Consejo de Europa, de autocontrol de la comunicación, como una especie de defensor del lector o espectador a nivel europeo. La resolución animaba a que lo hicieran junto a la FIP. También se anima a los Estados miembros a crear organismos de autocontrol integrados por periodistas, jueces, profesores universitarios… y sí que se ha realizado. En España está la Comisión de Quejas de la FAPE. Además, el código recoge que la información constituye un derecho fundamental, cuyo sujeto fundamental son los ciudadanos. En esta etapa, fue el más destacado a nivel de códigos, se asume que ya no solo preocupa a editores y periodistas, sino que es un debate latente en la sociedad y adquiere mayor protagonismo.
Por eso, es recomendable que los periodistas admitan que pueden equivocarse y que puede existir un desequilibrio entre la experiencia directa y la que se transmite. Respecto a la interpretación negativista, el público pierde la confianza en que pierda credibilidad o que los periodistas no digan la verdad. En cualquier caso, lo cierto es que todos los códigos que regulan el periodismo hablan de que existe la verdad, el propio Desantes dice que no existe la información si no existe la verdad y que, por tanto, si la información no es verdadera esa es la mayor corrupción que se puede hacer entorno al derecho de información.
El caso de España: En España fuimos de los últimos países en contar con códigos deontológicos, ya que en España estábamos sumergidos en una dictadura que se alargó cuatro décadas, justo cuando en todo el mundo estaba en auge los códigos y no se podía hablar de autorregulación, sino de control del Estado, ya que era quien controlaba el comportamiento de los medios. La censura fue disminuyendo a lo largo de la dictadura, aunque hasta que no murió Franco no se hizo palpable. Los profesionales asumieron una enorme libertad y se sintieron libres de hacer lo que quisieran. Hasta quince años después estuvieron reacios a regular la profesión, porque estaban acostumbrados a trabajar de una manera con una regulación muy concreta y, sobre todo, porque se habían sentido tan libres que sentían que si lo regulaban se les iba a quitar. Tardaron quince años, un período muy largo si se compara con lo ocurrido en los países de Este. Anteriormente, durante estos quince años hubo algún intento en algún medio como en la Revista Actualidad Económica, pero el primer código colectivo lo hizo el Colegio de Periodistas de Cataluña (1992), a esto le siguieron otros organismos similares, pero el más importante en España fue el aprobado en 1993 por parte de la FAPE, primer código nacional que asumen todas las asociaciones de prensa que están dentro.
Posteriormente, se aprobaron otros códigos, sobre todo, a nivel interno en los medios y en 1993, también, la FAPE junto a las cadenas de televisión de aquellos momentos, firmaron un convenio con el Ministerio de Educación y las Consejerías de Educación de la autonomías que trataban los contenidos durante la programación infantil y juvenil que, más tarde, ha sido actualizado. En este convenio, se trataron cuestiones más relevantes como la violencia… En esta temporada también aparecieron y más adelante, sobre todo, declaraciones y manifiestos sobre cuestiones más concretas respecto a cómo tienen que tratar determinados asuntos como la infancia o la discapacidad, entre otros, los medios de comunicación.
Características de los códigos deontológicos: Existe una gran variedad de códigos y esto depende de muchos factores, de su alcance, por ejemplo, si es nacional, autonómico, internacional, como el Código Europeo. También depende de qué organización lo promueve, si es un medio de comunicación, un colectivo, una institución; también del tipo de periodismo al que va dirigido, porque pueden ir al deportivo, al económico, al generalista. Además, pueden depender de temas particulares como la violencia de género, las discapacidades, pero sí es cierto que suelen guardar una estructura similar:
- Presentación o preámbulo: Se suelen hacer diversas aclaraciones sobre el código que se presenta. Por ejemplo, se hace una mención a la organización que lo promueve y a los objetivos que tiene, por ejemplo, la inexistencia de códigos anteriores, la aparición de nuevos problemas en las sociedad que han impulsado el código. También suelen tener una declaración acerca de la actividad profesional como, por ejemplo, la importancia del periodismo para el desarrollo de la democracia. Se hace mención a la importancia de los valores que aparecen y la necesidad de que se cumplan.
- Articulado: Se enumeran las normas concretas del código, pueden ser de distinto tipo:
- Recomendatorias: cuando se sugiere un comportamiento bueno.
- Normativas: conductas que deben seguirse de una manera.
- Prohibitivas: menciona explícitamente acciones que no se deben llevar a cabo.
Depende del tipo de código pueden tener unas u otras, pero lo normal es que tenga todas.
- Recomendaciones o consideraciones finales: Se indica el compromiso final del organismo que lo haya divulgado, de impulsarlo, comentarlo, adaptarlo cuando sea necesario (por ejemplo, cuando haya nuevas necesidades sociales o tecnológicas).
Ventajas de los códigos deontológicos:
- En caso de duda se sabe a quién acudir. Ayudan a guiar a la profesión a través de una serie de principios morales que establecen.
- Reconoce una dimensión ética en la profesión y no sólo una económica.
- Ayuda a defender los criterios morales ante presiones de diverso tipo como económicas, políticas, personales, etc. Nos ayudan a ejercer la profesión de una forma más libre.
- Ayuda a conformar un prestigio y una identidad profesional.
- No hace falta regularla de forma estatal si existe una autorregulación que es eficiente.
- Ayuda a diferenciar entre quiénes trabajan por el bien de la sociedad y quienes por el rédito económico.
Críticas a los códigos deontológicos:
- Puede suponer una restricción a la libertad de expresión. Crear un pensamiento único y que se regule sólo entorno al pensamiento de unas élites.
- Los principios, en muchas ocasiones, son muy generales y hace que los periodistas lo apliquen de la forma que más le conviene (interpretables).
- Sólo regulan la profesión periodística, pero hoy en día la información fluye más allá del periodismo (Comisión de Quejas de la FAPE).
- No tienen efectividad y nunca lo han tenido apenas, porque no son obligatorios y los periodistas hacen lo que les da la gana. El problema es que si se refuerza su efectividad a través de sanciones se convierte en un peligro para la libertad de expresión y por eso la deontología tiene un carácter voluntario y se buscan sanciones de tipo informal como, por ejemplo, el rechazo de la opinión pública.
Ejemplo: Caso del programa La Noria, entrevistó a la madre del Cuco, el supuesto asesino de Marta del Castillo, al que pagaron 10.000 euros y los anunciantes dejaron su patrocinio. El programa desapareció en gran medida por este caso. Es un ejemplo de cómo el rechazo del público puede llevar a que desaparezcan malas prácticas en el periodismo.
Principios básicos:
- Verdad: Se deben difundir noticias basadas en la integridad y en la objetividad. Para ello, se deben contrastar las fuentes de información más fiables.
- No mentir: Se deben corregir los errores que se cometan.
- Evitar la difusión de rumores.
- El periodismo debe ser un flujo independiente entre las instituciones y la ciudadanía, además, hay que recordar que el periodismo tiene un servicio público.
- Rechazar todo tipo de presiones y no aceptar sobornos.
- Se deben citar las fuentes y de esta manera el público puede comprobar la credibilidad de la información.
- Si existe un acuerdo, se debe preservar la confidencialidad de las personas implicadas, porque puede ser peligroso para esa persona, por ejemplo.
- No se debe violar la intimidad ni el honor de las personas y, por supuesto, se debe respetar los derechos humanos y evitar cualquier tipo de discriminación.
2.2. La verdad informativa
Uno de los principios que más ha preocupado a la deontología periodística es, también, uno de los más complicados de definir: la verdad. Es uno de los temas que más ha preocupado a la filosofía desde sus inicios. Los filósofos griegos ya se planteaban que la verdad es subjetiva, el pragmatismo entiende la verdad como aquello que es útil, Nietzsche decía que la verdad no es alcanzable para el hombre. Siempre ha estado presente. La verdad está directamente relacionada con la objetividad. Los principales manuales de periodismo y códigos tienen la objetividad como uno de los principios generales de esta actividad profesional.
El croata Luka Brajnovic argumenta que la verdad no puede ser nunca satisfactoria para todas las partes, porque en el proceso informativo interviene los periodistas, las personas a las que llega y mensaje y, por tanto, la información está en contacto con diversos factores, personales, prejuicios… que distorsionan cómo el público percibe los contenidos. Además, afirma que el conocimiento táctico, lo que se da por supuesto, y todas las circunstancias y expectativas que tenemos culturalmente nos predisponen a pensar de una determinada forma cuando recibimos una información.
En el proceso informativo influyen, especialmente, los estereotipos que se tienen, tanto desde el punto de vista del público como del periodista. Los estereotipos nos pueden influir a la hora de informar de algo. Los estereotipos son anteriores a la razón, los tenemos en la cabeza y afectan a la forma de trabajar. La objetividad la podemos definir como la intención de los periodistas de divulgar información que es fiel a la realidad, pero no es lo mismo que la verdad. La base de la objetividad es la verdad, por ello, no son lo mismo. Por eso, las noticias las debemos redactar en base a un proceso creativo en el que tenemos que tomar lo esencial de los conocimientos que percibimos y evitar que nos afecten factores externos que pueden ser los estereotipos. El problema de la verdad es que, estar convencido de que algo es verdad, no nos da la razón. Como periodistas, lo que debemos tener para evitar que nos afecten factores externos es criterio, el cual nos ayuda a reconocer la verdad en aquello que es falso o engañoso.
Además, existen diferentes corrientes de pensamiento dentro de la ética y la deontología periodística para comprender la verdad, entre ellas: el negativismo y el relativismo.
El relativismo plantea que no existe una versión unívoca de la verdad y que siempre existe el riesgo de error. Este es inherente a la información, materia con la que trabajamos. Otro autor, José María Desantes, advierte que, durante muchos años se han dado por supuesto teorías que, más tarde, han resultado ser falsas o equívocas de alguna forma y es porque el tiempo afecta a la perspectiva que se tiene de la verdad. No solo porque van apareciendo nuevas informaciones que hacen que la información evolucione, sino que el hecho de alejarnos de una información nos da una perspectiva de juzgar con mayor criterio. Además, el relativismo plantea que no existen verdades universales, sino verdades para una parte de la sociedad o de la realidad. Esto tiene que ver con la creencia popular de que se está haciendo un periodismo entorno a una serie: instituciones, grandes corporaciones (clase alta), pero no entorno a las clases más bajas. Por otro lado, tenemos la interpretación negativista que niega que exista la verdad, porque existen muchos factores o condiciones que nos alejan de ella. Desantes destaca numerosos conocimientos como la cadena de intermediarios en el proceso informativo, la autocensura, las presiones económicas, la interpretación que se hace de la realidad…
“Los hechos son sagrados y las opiniones son libres” (Scott, The Guardian).
En el periodismo hay diversas formas en las que nos afecta, la primera de ellas es en el acceso a los hechos, a las fuentes de información sobre aquello sobre lo que se pretende informar y la otra forma en la que nos afecta es el modo que tenemos de divulgar la información, es decir, en la construcción de un discurso periodística. Martínez Albertos lo llama información comunitaria. Para comunicar la verdad no sólo se deba acceder a la realidad, sino que se debe comprender, porque se puede observar un hecho sin comprenderlo, es necesario comprenderla para ser responsables en cuanto a la información que vamos a comunicar. La información se debe separar claramente de la opinión. Tiene que ver con la frase anterior, aunque muchas veces es difícil por los géneros periodísticos a los que nos enfrentamos día tras día, que se entremezclan. El propio Tribunal Constitucional sostiene que la información tiene que ser veraz en referencia a lo que dice el artículo 20. Para obtener información veraz se debe acudir a los cañones profesionales como la comprobación de las fuentes y la verificación de la información. Es algo complicado cuando se habla del periodismo de declaraciones, porque pueden ser ciertas o falsas y, a veces, es difícil saberlo, se puede aspirar a saber si se ha dicho o no una cosa, pero nada más. Para ello, es necesario aportar evidencias que sustenten los hechos. En todo tipo de información se deben aportar evidencias, tanto si se habla de un juicio o de un tema cultural. Esto tiene que ver con la mala costumbre de los periodistas de dar opiniones camufladas para parecer más objetivos. A la hora de citar se debe ser riguroso y nunca atribuir algo a alguien que no ha dicho nada. Para conocer la verdad es necesario, por tanto, tener evidencias. El conocimiento de la verdad se alcanza cuando unimos todas las circunstancias que existen conjuntamente con el hecho que informamos sin que estos afecten de una forma negativa. En la verdad informativa todo funciona más o menos al revés que en la artística, ya que en el arte ocurre todo lo anterior y se ve en la evolución de los géneros periodísticos.
La verdad aparece como un principio indispensable en los principales códigos de ética y deontología, es lo primero que se aprende en las facultades de periodismo. La propia FAPE dice que el primer compromiso ético de los profesionales del periodismo debe ser el respeto a la verdad y, por ello, el periodismo siempre debe defender el derecho a investigar, de difundir la información con libertad… la FAPE a diferencia de la Constitución sí que aclara de forma rigurosa qué se debe hacer como periodistas para obtener la verdad. Aclara que se debe acudir al origen de la información, que no se deben falsificar documentos, que no se deben omitir informaciones esenciales y no debemos publicar informaciones engañosas, falsas o reformadas. Además, dice que se debe fundamentar la información contrastando las fuentes. Si, por error, difundimos algo que es falso debemos corregir el error dándole la misma categoría que dimos a la información en su día. Se debe disculpar el periodista cuando proceda, porque normalmente se esconden los errores en la última página del periódico y si podemos evitar la vía judicial, mejor, ofreciendo a los afectados la posibilidad de reclamar con la misma importancia que cuando se difundió de forma errónea. También el Código Deontológico Europeo alude a la verdad: no difundir rumores, los titulares deben subrayar la información que se da en el cuerpo de la noticia.
En la actualidad tenemos una gran amenaza a la verdad que es la desinformación. Los expertos prefieren no hablar de fake news porque hablar de ella le otorga una importancia, nada falso debería ser llamado noticia. Hablan de desinformación…
La desinformación es la divulgación de contenidos falsos que ha proliferado, especialmente, a través de Internet. No es algo nuevo, no existe sólo en Internet, pero éste ha ayudado mucho, porque los usuarios tienen la capacidad de compartir información y porque los algoritmos de las redes sociales nos dan información filtrada, condicionada que ayuda, precisamente, a que nos llegue información manipulada. Además, esto ocurre en el entorno de la posverdad y que tiene que ver con la relevancia que se le da los contenidos emocionales respecto a los que son argumentados. El papel del periodismo es decir la verdad, garantizar a la ciudadanía información de calidad y verificar fuentes. En España tenemos dos ejemplos de medios que tratan de luchar contra la desinformación: Maldita y Newtral, que se dedican a desmentir bulos a diario.
- Contenido engañoso: Tratan de afectar a alguien.
- Contenido impostor: Se da cuando damos una declaración que no ha dicho una persona.
- Contenido fabricado: Deliberadamente se crea para engañar.
- Conexiones falsas: Las imágenes no concuerdan con la información o con el titular.
- Contexto falso: Se da una noticia, pero el contexto en el que se da es falso.
- Contenido manipulado: Se cambia deliberadamente para engañar.
2.3. Libertad de expresión y derechos individuales
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+Derechos fundamentales. +Necesaria para la existencia de los medios. +Declaración Universal de los Derechos Humanos y Constitución Española. +Compatible con la autorregulación. (Ya en el Derecho Romano existía ese espíritu señalando que era mejor dejar libre a un culpable que condenar a un inocente. Se recoge también expresamente en la Declaración francesa de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789) y, por supuesto, en la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948). En España, ese derecho está recogido en la Constitución.)
Ideales internos: -Lealtad propia. -Lealtad a compañeros. -Lealtad a la empresa. -Lealtad a la fuente de información. -Lealtad al público. -Lealtada al país.
Limitaciones externas: -Monopolio estatal. -Censura. -Concentración empresarial. -Publicidad. -Rewritting. -Selección de noticias. -Imposición temática. -Interés del público.
2.4. Acceso a la información
Esencial para la práctica del periodismo. -Derecho unido a Internet. -Transparencia (activa y pasiva). -Ley de Transparencia: acceso a la información pública y buen gobierno. (El concepto de transparencia implica la obligación legal y/o moral de transmitir información y rendir cuentas ante la sociedad de las propias decisiones y acciones. ·En cuanto al estado legal. La Ley 19/2013 de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno obliga a las Administraciones, partidos políticos, sindicatos, organizaciones empresariales, sociedades financiadas con dinero público (medios de comunicación públicos), empresas que reciban subvenciones anuales superiores a 100.000€ a hacer públicas sus cuentas de cara al ciudadano. La transparencia se interpreta como una obligación moral en aquellos sectores que acumulan una mayor capacidad de influencia en la sociedad, como es el caso de los medios de comunicación.) -El periodismo se ve beneficiado.
Periodismo transparente: que los medios muestren su forma de trabajar, que los contenidos sean reutilizables y que se fomenten la colaboración en el proceso informativo. -Para combatir la credibilidad. -Ficalizar la actividad de los medios.
2.5. Principio de independencia.
Afecta a la calidad y objetividad del producto. -Dimensión política. -Influye en el pluralismo. Diversidad de fuentes, puntos de vista. -Pluralismo (interno y externo). -Periodismo como watchdogs (periodismo ciudadano). -Periodismo español muy politizado.
Los periodistas no pueden aceptar regalos por parte de empresas que puedan afectar a su objetividad y a su independencia. El código FAPE en su artículo 19 señala que “el periodista no aceptará, ni directa ni indirectamente, retribuciones o gratificaciones de terceros por promover, orientar, influir o haber publicado informaciones u opiniones de cualquier naturaleza”.
2.6. Ética y derecho a la intimidad.
El derecho al honor y a la intimidad es uno de los límites presentes en todas la instituciones democráticas como derecho y deber deontológico. El periodista debe evitar inferir en la intimidad en la vida privada de las personas, ni dañar injustamente su fama o imagen. Hay muchos códigos que justifican la publicación de informaciones de carácter privado si se trata de un tema relevante para la sociedad. Sin embargo, esta excepción es un poco ambigua porque puede ser utilizada por los medios para justificar intromisiones éticas. Hay, también, códigos que justifican métodos de investigación que son invasivos en la vida de las personas cuando se tiene un objetivo que es gran interés público, es decir, que justifican meterse en la vida o publicar cosas privadas cuando es un caso relevante.
Los códigos recogen que todas las personas, anónimas y famosas, tienen derecho a la intimidad. Los comunicadores deben informar sobre la actividad que ejercen las personas públicas, respetando su vida privada, salvo que esto afecte al desarrollo de su actividad. / En cuestiones relacionadas con la Respecto a desgracias ajenas no se deben publicar situaciones que provoquen dolor o sufrimiento y se debe evitar la exposición de víctimas o implicados en crímenes, accidentes… El suicidio también es un tema delicado dentro del periodismo y hay muchas investigaciones que alertan del peligro de publicar estas informaciones por el efecto llamada que puede conllevar. / El derecho a la intimidad
La FAPE recoge que el periodista no se debe olvidar el derecho a la información de la ciudadanía pero ante todo debe respetarse el derecho a la imagen de las personas. Hay que tener en cuenta varios aspectos: +Solo la defensa Se deben evitar expresiones vejatorios o lesivas contra la integridad física o personal de las personas. +Se deben evitarNo se debe entrometer en situaciones de hospitalización, médicas o cuestiones similares. +Especial cuidadoRespetar el principio de inocencia hasta que se demuestre lo contrario y evitar las posibles consecuencias dañinas que puede tener hablar de acusados en sentencias judiciales. +Evitar dar nombresEspecial cuidado con los delitos que tengan que ver con la libertad sexual de las personas. / El derecho a la intimidad está recogido en 1/1982 de protección civil, derecho al honor, a la intimidad familiar y a la propia imagen.
2.7. Ética y empresa informativa.
Todas las empresas periodísticas pueden llegar a tener éxito sin ser éticas, pero deben serlo. Como todas, las empresas periodísticas tienen responsabilidades que no deben eludir (garantizar puestos de trabajo dignos, utilizar bien los recursos humanos y energéticos…). Para ello, existe la responsabilidad corporativa y la obligación de los medios de ofrecer a la sociedad información de calidad. / En cualquier caso, el objetivo de los medios es Los medios de comunicación pueden ser éticos y rentables, aunque no con los mismos niveles que lo conseguirían sin practicar la ética. / Según dice Camps, 1995: “Los medios no son agrupaciones altruistas de profesionales con el único fin de informar correctamente de lo que ocurre. Son empresas con ánimo de lucro o por lo menos con la sana intención de ir sobreviviendo, empresas que deben responder como cualquier otra empresa al objetivo prioritario de maximizar sus beneficios”.
Por lo tanto deben equilibrar el ser rentables con el ejercicio de un periodismo responsable. / La ética no debería centrarse solo en prohibiciones sino también en las oportunidades. A veces, resulta complicado a los medios ejercer un periodismo ético porque los medios no conocen las formas de hacer la actividad rentable. Por tanto, hay una diferencia entre el periodismo de negociantes y mercaderes (Restrepo) y el periodismo que trata de ser cada vez mejor y practicar la ética. / Los medios deben publicar las noticias sin miedo a la competencia deben ser creíbles. Hay medios que ven la ética como pérdidas y no debemos centrar el objetivo en ganar dinero. / La también influye porque los medios pasan a estar controlados por grandes empresas.
Las principales ventajas de que los medios sean empresas: -Son independientes no están sujetos al control gubernamental. –La teoría liberal es que la competencia es buena ya que hace que los medios luchen por tener un producto mejor. / Sin embargo, esto también tiene El incremento de la velocidad. -Aumenta el sensacionalismo. –Aumenta el enfrentamiento entre los medios que puede llevar a contraprogramación o campañas de desprestigio. -La publicidad tiene consecuencias en la ética del periodismo ya que la mayor parte de sus ingresos procede de ella. Esta puede provocar presiones, directas o indirectas, y puede afectar al contenido que presentan los medios de comunicación.
La concentración de las empresas también influye y afecta a los contenidos, ya que los medios pasan a estar controlados por grandes empresas. / Los medios deben ser responsables con sus empleados, tratando de gestionar bien los recursos.
En los medios de comunicación confluyen así las exigencias derivadas de su configuración empresarial y del bien social que manejan; las exigencias de constituir un negocio y de operar con un bien humano fundamental. (…) el ideal sería que operasen con un equilibrio entre ambos aspectos, de forma que encontraran el fundamento de su rentabilidad en el servicio a los bienes y valores asociados a la información y la comunicación. El profesional podría contribuir así a la vez tanto a dar contenido al derecho a la información del público como al trabajo colectivo de su organización empresarial. Pero la realidad se corresponde poco con la de este equilibrio ideal. El predominio de la lógica del mercado en los medios de comunicación es evidente. (Aznar, 1998: 292)
2.8. Ética de la imagen informativa.
La imagen es una parte esencial en nuestras vidas y en el periodismo. Antes no se utilizaban fotografías en los medios pero a partir de los años 20 se empezaron a usar. Se habla de tiranía de la imagen que hace alusión a la acción de publicar hechos dependiendo de si existen fotografías sobre ello o no. Las imágenes tiene un gran potencial para mostrar cómo es una situación realmente, en especial en casos de conflicto. / Esta realidad esEn el periodismo, las imágenes no son una expresión estética o icónica sino que es narrativa. Los fotógrafos tienen la responsabilidad de ver el límite de la realidad que muestran. / La crisis de credibilidadSi existen situaciones en las que no es ético tomar imágenes. +La publicación con fines sensacionalistas. +Los límites de la edición de las imágenes en el periodismo (En muchas ocasiones, los fotógrafos editan las fotos para retocarlas, pero la línea entre la edición y la manipulación es muy fina).
Por un lado existen imágenes que pueden ser éticamente cuestionables porque pueden causar daños o herir sensibilidades. Es muy complicado poner un límite entre la ética y la concienciación. / Es difícil establecer un límite entre la ética y la concienciación. El 11S es un claro ejemplo del control de los medios ya que no hemos visto ninguna imagen de cadáveres. / Hay que: vitar sobre atención mediática de catástrofes excepto en los casos en los que publicar esa información de forma constante pueda servir para evitar otra catástrofe. +Evitar publicarvitar hacer zoom a personas heridas o a personas que están viviendo una situación trágica. Evitar también planos cortos o primeros planos de accidentes y víctimas. +Necesidad despecto a las desgracias que ocurren lejos de nuestro ámbito territorial advierte del peligro que puede suponer publicar imágenes que no publicaríamos si estuvieran pasando aquí ya que supone una banalización del dolor de los demás. +No ponderars personas que sufren situaciones desgraciadas deben protegerse más y ser especialmente prudentes, evitando imágenes sobre víctimas mortales, féretros y personas heridas.
Hay fotógrafos que se esconden para realizar un trabajo porque este es cuestionable. Hay que tener mucho cuidado y respetar a los protagonistas y destinatarios de las imágenes porque confundir al espectador y ofender a las víctimas. Debe existir un límite de la edición. El objetivo es narrativo, no estético. / El Consejo Audiovisual de Cataluña tiene un informe sobre cómo tratar las catástrofes en los medios audiovisuales: -Habla de evitar una sobreactuación mediática salvo que en los casos de dar información constantemente ayude a evitar otras catástrofes. -Incluye que hay que evitar publicación información superficial que no aporta nada y que puede dañar la intimidad, que hay que sustituirlo por información profesional o experta…
-Evitar hacer zoom a personas heridas o que están en una situación trágica. -Evitar primeros planos de víctimas, de heridos… –Habla también de la necesidad de intervenir en la voz para garantizar la integridad y seguridad como por ejemplo una víctima. -Incluyen desgracias que ocurren fuera de nuestro ámbito territorial y advierte del peligro de publicar fotos que no publicaríamos si fuera en nuestro país. -Hay periodistas que se esconden buscando imágenes provocativas que suelen vulnerar la ética. La edición tiene un límite y es que es muy cercana a la manipulación. Las imágenes no son siempre informativas y hay que respetar siempre a los destinatarios y a los protagonistas de ellas. Las imágenes morbosas pueden confundir al espectador y ofender a las víctimas.
2.9. La ética periodística en la era digital. Nuevas tecnologías, nuevos dilemas.
Hoy en día no se puede entender el ecosistema periodístico actual sin tener en cuenta la fuerza de Internet. La convergencia mediática y la aparición de nuevos modelos periodísticos han traído nuevos interrogantes y paradigmas que afectan a la deontología periodística y a la ética. / Tras esta revolución digital ha habido una profunda crisis del Periodismo y aparecen diferentes interrogantes: +Ética colectiva debilitada: se ha debilitado la ética en general de la sociedad y siempre que hay un cambio social importante esto se ve reflejado en el Periodismo y afecta al modo de entender la profesión. +Periodismo desvirtuado: se ha desvirtuado su función social como cuarto poder. Con Internet existe ya un contacto directo entre instituciones y ciudadanos y los medios pierden la capacidad de mediar. Hay estudios que dicen que los buscadores de Internet, Google, son actualmente la mayor fuente de información de cualquier ciudadano, ya no acuden a los medios para saber, por ejemplo, sobre instituciones. Se ha pedido esa función de cuarto poder. +Instantaneidad: el Periodismo en Internet es instantáneo. No quiere decir que en los medios tradicionales no lo sea. Las noticias se publican prácticamente cuando se producen sin apenas tiempo para comprobar los aspectos más relevantes de las noticias y sin tiempo para interpretarlas. No da tiempo para plantear las posibles dudas éticas que puedan surgir al respecto. +Géneros periodísticos se mezclan: es complicado diferenciar entre información, opinión, entretenimiento…No solo pasa en los medios digitales, las fronteras son más difusas. +Nuevo modelo de negocio: aunque el Periodismo digital está consolidado, hasta hace muy poquito las marcas y anunciantes no confiaban en Internet y cuesta tener una solvencia económica.
Aunque las características de este sistema digital sean diferentes a las de los medios tradicionales, es importante tener en cuenta que la ética periodística no cambia y los principios deontológicos siguen siendo los mismos. Pero, a pesar de ello, es necesario plantear pautas para aquellos dilemas que sean propios y específicos del mundo digital. Hay que sumar que muchas redacciones cuando tuvo lugar el asentamiento del mundo digital (década pasada) tuvieron una crisis económica que produjo recortes, despidos… ha habido transformaciones que han hecho que el perfil de los periodistas haya cambiado: polivalentes y multiperfiles. Es un trabajo más precario: más funciones pero sigue estando igual de mal pagado. Los periodistas reciben muchas presiones que afectan a la calidad del trabajo porque tienen que cubrir las informaciones, twittear, hacer las fotografías…
Este cambio, además, ha transformado la forma en la que los usuarios participan en el proceso comunicativo. Hay modelos de negocio que no se pueden entender hoy en día sin la participación y la colaboración de los usuarios. Los medios refuerza este tipo de iniciativas participativas para hacer estas disciplinas, por ejemplo, el Periodismo Ciudadano no se pueden entender sin la participación de la gente o el fact chequing que se nutre de todos los bulos que van llegando para contrastar si es cierto o no, informaciones que son enviadas por la gente.
La mayor parte de los medios digitales no han creado códigos éticos generales específicos para el mundo digital que, probablemente, se deberían ir planteando para dar respuesta a todas las situaciones que se dan en Internet. / Hay autores que hablan de crear una ética abierta, que vaya incorporando todos estos dilemas y todas estas situaciones culturales en el discurso deontológico y que, también, tenga en cuenta la percepción de la ciudadanía.
Los periodistas se enfrentan a diferentes situaciones y problemas en cada fase de producción del periodismo.
La primera fase de producción en el periodismo es o debe ser el acceso a la información, es decir, acudir a las fuentes y aquí surgen varios conflictos. La verificación de la información, en ocasiones, no se ejerce y hay que hacerlo, comprobar que son reales. Surgen dudas sobre si las redes sociales son fuentes de información fiable son aceptables y, en general, no existe un consenso ético sobre el uso de fuentes de información en Internet y es una cuestión que debe ser tratada en los códigos deontológicos.
La segunda fase es la selección de las fuentes y el filtrado. Las rutinas para filtrar y seleccionar información se han transformado y en Internet los usuarios también aportan contenido que puede ser determinante para seguir la historia, conocer distintos puntos de vista… La mayor parte de las redacciones no cuenta con un sistema o un acuerdo para filtrar la información y saber cuál es la fiable y es importante revisar todos los contenidos y verificar que son reales. En la redacciones normalmente a la hora de seleccionar unas fuentes u otras prima que haya visitas frente a otros contenidos que son menos virales, pero que son ciertos y están mejor contextualizados.
La tercera fase es la edición, la producción del contenido: redactar, montar el vídeo… En esta fase tiene mucha relevancia en el periodismo digital la actualización de la información frente a las investigaciones más profundas y extensas que, tal vez, no generan tantas ganancias. Además, en esta fase también interviene el periodista multiperfil tiene que hacer más cosas que redactar la noticia, hacer fotos, vídeos, subir contenidos a las rrss… y es algo en lo que la mayor parte de asociaciones y profesionales están en contra porque no es operativo y perjudica a la calidad de la información porque tenemos menos tiempo. Aún así, la situación está mejorando un poco y la información tiene mejor calidad porque se cuidan más estos procesos.
La cuarta fase es la distribución. En Internet predomina la libre circulación de contenidos periodísticos que se conoce a distinta velocidad en muchas páginas y habitualmente estos contenidos son gratuitos lo que provoca serios problemas económicos y también éticos. Recientemente está cambiado y hay medios que desarrollan sistemas premium. Los modelos de negocio se van adaptando. Para mejorar la solvencia económica hay presión por ser más rápidos pero es perjudicial porque empeora la calidad del producto y, además, cuando se cometen errores todo deja huella. En esta fase también es importante tener en cuenta el valor de la firma del periodista y reconocer la autoría. Es importante diferenciarse de autores como los blogueros o las influencias que no tienen una formación como la nuestra.
Por último, la última fase es la interpretación de los usuarios de la información que hemos construido. El feedback es muy importante porque su percepción determina la credibilidad del periodista. El periodismo digital tiene sus propias normas como la colaboración en los procesos, la participación y la transferencia. Todos estos conceptos cuentan con el usuario como el protagonista y surgen dudas al respecto como, por ejemplo, en la participación de los usuarios si se deben moderar los cometarios, respetar si se comenten faltas de respeto. Gracias a esta podemos tener nuevos contenidos y comprobar si hemos cometido errores. La transparencia nos permite rendir cuentas a los ciudadanos sobre nuestros contenidos y cada vez está mejor valorada.
Por otro lado, las rrss también plantean nuevas dudas éticas. Han presentado muchas trasformaciones y son muy recientes. Transforman por completo la esfera informativa y la colectiva, se debate, se comparte información, se retroalimenta el debate que se establece…. Aparece el perfil del prosumidor, significa que los consumidores ya no son solo consumidores sino también productores, pueden publicar algo en las redes sociales si son testigos y puede ser útil para los medios si se ejerce de forma correcta. / Es importante que sepamos que las redes sociales no tienen el control de la agencia mediática, ni deben. Si que tienen mucha influencia en las fases de producción del periodismo, además de los ya planteados anteriormente.
+Ruptura de la periodicidad: en las redes sociales es constante, no solo inmediato. No hay diferencia del minuto a minuto. Muchas veces los usuarios se hacen eco de algo que está sucediendo en el momento y no tienen en cuenta el valor de la información, ni la veracidad… +La información se vuelve hiperlocal: antes se utilizaba para completar noticias y ahora en muchas ocasiones es el núcleo de las noticias. +La autoría de los contenidos: surgen dudas. El Periodismo se nutre de la colaboración ciudadana y surgen dudas sobre la veracidad, al posibilidad de usar esos contenidos… Se deben defender los derechos humanos, por supuesto, se deben citar los usuarios de los que utilizamos sus contenidos. +Perfiles falsos y bots que pueden llevar a muchos errores y a la desinformación. Especialmente en plataformas que están influidas por el anonimato. Vivimos en la era de los bots y del bigdata. Formarán parte del escenario de la tecnopolítica y los programadores serán los nuevos narradores de la comunicación política. Se pueden utilizar para bien pero se suelen usar para mal. Hay chatbots automáticos. +Transparencia de los procesos dificulta que los secretos que hasta ahora eran mantenidos por los profesionales sigan siendo secreto y obligue a identificar las fuentes para mantener la credibilidad. + La velocidad y la veracidad de los contenidos afecta a la agenda setting pero no la controlan. No establecen de qué se tiene que hablar, todavía. En tv cuando un personaje público hace declaraciones a través de redes sociales, los periodistas acuden a sus perfiles. Los medios no deben basar su criterio para publicar información en las noticias que son mas populares en las rrss pero sí se tienen que preocupar es de los intereses de la compañía. +Personalización de los contenidos: influye en la pérdida de control por parte de los medios y de esa jerarquización del Periodismo. En las rrss la información aparece según nuestros gustos, nos filtran la información. Los medios pierden ese control: decir qué información es importante. Incluso los medios suelen tener una sección de las noticias más leídas, más compartidas, como si lo que fuera popular fuera más relevante ye so lleva a que muchas informaciones pierdan importancia y no se traten tanto al no aparecer en las rrss de la gente. +Devaluación del periodismo: las rrss han llevado a preguntarse qué es periodismo y quién puede ejercerlo porque en ellas todo el mundo puede expresar ideas, publicar vídeos y surgen dudas sobre si la población de información por parte de cualquier ciudadano es periodismo pero no, solo lo ejercen los periodistas y debemos hacer información que nos diferencia de cualquier usuario. +Los contenidos periodísticos generan una reacción inmediata en las rrss. Son un espacio de debate en la actualidad y, aunque se debe tener en cuenta los intereses del público, también hay que ser consciente de que lo que pasa en las rrss no representa a toda la realidad.
Las redes sociales suponen muchos dilemas para los periodistas pero también son una gran oportunidad. Según un estudio de la FAFE, el 70% de los periodistas españoles utilizan las rrss a diario como fuente de información habitual y el 60% dedica dos horas al día. El 75% de periodistas necesitan formación sobre rrss y el 57% dice que la empresa no se las ofrece. Twitter, Facebook y LinkedIn son las redes que más consultan. Que no faciliten los medios la formación sobre redes es un problema, muchas cosas se aprenden sobre la marcha pero muchas otras no y, especialmente, entre la gente que no ha nacido con las redes. Las redes cuando cometemos un error no sólo estamos preocupando a nosotros mismos sino también al medio y su reputación. / Ante la ausencia de códigos específicos de periodismo digital los medios en muchas ocasiones hacen guías sobre el uso de redes para que los periodistas las usen con corrección. La agencia EFE por ejemplo, separan los perfiles profesionales de los personales. Hacen recomendaciones interesantes como: -Ser cuidadoso en la difusión de las informaciones que son obtenidas en la rrss especialmente en las cuentas no verificables o en los enlaces dudosos. -También recomiendan hacer capturas de pantalla para que si se utilizan comentarios o publicaciones y luego desaparecen se pueda tener una prueba que luego se pueda comprobar. -Recuerdan que los comentarios en las rrss son fácilmente identificables y tienen que dialogar con los seguidores, detractores etc… con respeto y buena educación, dejar de lado las descalificaciones, insultos… -EFE dice que en estas cuentas no se deben incluir detalles sobre la vida personal de los periodistas.
También la radio pública estadounidense, National Public Radio, ofrece una serie de pautas a sus empleados sobre el uso de redes sociales, algunas coinciden con las de EFE: -No solo difundas información, sé cauto y escéptico. -Cuando tengas una duda consulta al equipo de rrss. -Verificar información de forma offline cuando sea necesario. -Ten cuidado de usar imágenes que han sido publicadas en la red. Primero, porque pueden no ser reales o actuales y después porque debemos citar siempre quien la hace y muchas veces no se hace. -No existe la privacidad en Internet. -Las fuentes recabadas también tienen que ser guardadas y citadas. -Considera los términos de uso y las condiciones de uso de las rrss antes de publicar información en esa red social porque aceptamos todo y luego no sabemos si se puede publicar. -Nuestros estándares de imparcialidad deben operar en Internet. -Sé considerado con las normas de la comunidad. -Las rrss son herramientas esenciales cuando se utilizan de forma correcta.
Surgen también dudas sobre la libertad de los periodistas para expresar su ideología en las redes sociales, tanto si concuerda o no con la línea editorial del medio para el que trabaja. El Periodismo debe ser objetivo y hay quien piensa que si publicamos una opinión ideológica entonces no vamos a ser imparciales a la hora de elaborar contenidos periodísticos. El New York Times en su guía de estilo de redes sociales dice que en las publicaciones en rrss sus periodistas deben expresar opiniones partidistas, respaldar candidatos… o hacer cualquier cosa que debilite el prestigio y la imparcialidad de The Times.
Afecta a toda la plantilla, no solo a los periodistas especializados en periodismo político y surgen dudas sobre, si no se pueden publicar ideologías, los periodistas deportivos tampoco deberían decir de qué equipo son. El New York Times también les prohíbe publicar opiniones de este tipo.